Llegamos al aparcamiento de La Hiruela a las 10:00, era un día frio, poco nublado y sin apenas viento, lo que hacía que la sensación térmica no fuera muy baja. Todos coincidimos en que el tiempo era mucho mejor de lo que esperábamos.

Nos pusimos en marcha tomando la misma calle donde habíamos aparcado hasta llegar a la iglesia. Por detrás de esta cogimos el camino que llevaba a Cardoso de la Sierra. Entre un bosque de enormes robles y tras descender unos pequeños metros por el camino llegamos al primer puente que íbamos a cruzar sobre el río Jarama.

Al poco tiempo llegamos a Cardoso de la Sierra. Como íbamos bien de tiempo, decidimos no perder la ocasión y nos internamos en el pueblo para conocerlo. No había ni un alma. Esta es una de las cosas atractivas que tiene esta zona (la Sierra del Rincón) que puedes caminar por ella sin apenas cruzarte con nadie.

Tomamos ahora el camino que señalaba el Pico del Lobo (GR 88). Es un camino ancho que va dejando a ambos lados algunas granjas y robles de buen porte. No tardamos en hacer una parada para el picnic, pues ya hacía tiempo que habíamos salido y teníamos hambre.

En un par de kilómetros llegamos a la entrada al Hayedo de Montejo donde hacían cola los visitantes para entrar. Nosotros seguimos internándonos en un camino de bosque de pinos que terminaba desembocando en una senda muy próxima a la ribera del río Jarama. Este tramo es una pasada. Lo hicimos más despacio parándonos a hacernos fotos.

De regreso, llegamos al puente de madera que habíamos cruzamos casi al inicio. Continuamos por el mismo sendero y al poco tiempo llegamos a lo que queda de uno de los molinos, el Molino de Juan Bravo. Dos kilómetros más adelante, llegamos al Molino Harinero, siempre al lado de río, que para mí es uno de los protagonistas de la ruta.

En su área recreativa comimos y estuvimos de tertulia un rato. Después retomamos el camino, ahora un poco cuesta arriba, para ya casi llegar a nuestro punto de inicio que se encuentra a no más de un kilómetro, no sin antes visitar unos antiguos colmenares que encontramos en el camino.

Llegamos a la plaza de la iglesia del pueblo y para concluir, cómo no, nos tomamos unas bebidas en un bar y comentamos lo que ha dado de si el día y lo bonita que es esta zona.

Gracias a todos los participantes que os animasteis a compartir esta ruta.

Coordinador: Daniel Otero Núñez.