Llega el día deseado, la ascensión al Cerrico de las Mentiras (1.897m) por su cara sur. El despertador suena a las 7 de la mañana, con el cansancio del viaje a algunos nos ha jugado una mala pasada sin dejarnos dormir, pero el olor a tostadas y café nos despierta rápidamente. Nos separan unos 16 km desde Yeste a la aldea de Arguellite. A ambos lados de la carretera vamos viendo las primeras nieves que nos acompañarán durante nuestro trayecto. Arguellite es una aldea con mucho encanto, habitada por unos pocos vecinos ¡con niños pequeños y todo! Todas estas pequeñas aldeas se han ido despoblando en los últimos años, sólo alcanza su máxima ocupación en la temporada estival.
Desde la plaza hasta la salida de la aldea, aparcamos nuestros coches. ¡Qué buena entrada tuvimos! nos recibieron unos amigos muy entrañables, unos perros muy montañeros (alguno ya me acompañó hace un mes en el reconocimiento de esta ruta). Nos espera la liturgia del montañero: ponerse las botas, guetres, guantes… ¡No encontramos las cosas! El maletero del coche que es como un pequeño bazar donde hay cuatro mochilas, cantimploras, bolsas con ropa, piolets, ¡Este bastón no es el mío! ¿Y el GPS? Bueno, ya es la hora de comenzar. Nos dirigimos a las primeras pendientes, tras atravesar un pequeño bosque de Pino Carrasco y Chaparros y nos incorporamos al camino que va al cortijo de Rincón Cabero, donde nos recibe una carrasca centenaria; un maravilloso cortijo habitado que, en verano, incluso tiene abierta un aula de naturaleza. De frente se nos presenta la cuerda montañosa que tenemos que ascender: Peña Palomera, Torca Honda, Mentiras, Puntal de las Víboras y Molata del Imperio.
Poco a poco el grupo se va descomponiendo (la selección natural va haciendo su trabajo): los más jóvenes y fuertes, por delante; el resto como puede, pensando cada uno en nuestras cosas y sintiéndonos cada vez más alegres y motivados. Estamos luchando en un entorno que nos motiva y agrada. La nieve se hace cada vez más presente. Dejamos a nuestra espalda la cuerda de la Melera y, poco a poco vamos descubriendo las señales del GR-66, perfectamente señalizado por el Centro Excursionista de Alcaraz. Tras dejar atrás el bosque de pinares y monte bajo, a nuestra izquierda vemos la Molata Chica (1271 m).
Nos introducimos de lleno en el barranco de la Peña Palomera con su fuerte desnivel y mucha nieve; el esfuerzo es considerable ya que estamos a unos 1650 m de altitud. Las estacas de GR nos conducen perfectamente hasta llegar a unas trazas que pasan por unos taludes un poco expuestos que con mucho cuidado vamos superando. El viento hace su presencia y nos vemos obligados a abrigarnos más. El espectáculo es grandioso.
Vamos llegando a un collado llamado Torca Honda. A nuestra derecha está la Peña Palomera con 1823 m. y toda la cuerda que nos conduce al Cerrico de las Mentiras. En este punto aparecen unas nubes que nos envuelven por momentos; pero el fuerte viento las elimina enseguida.
El caminar se hace cada vez más lento: la nieve es más blanda. Al fondo se ven las primeras figuras que ya han alcanzado la cumbre (el Mentiras), pequeñas siluetas en un medio hostil.
El pulso con la cumbre se recompensa con sus vistas: sierra de Cazorla (Jaén), la Sagra (Granada), enfrente la sierra de los Molares, sierra de Góntar, Calar de Lagos, Cabeza Rasa, Puntal de Rodas, el Ardal y el Calar del Mundo y los valles del Segura y Tus. El fuerte viento nos impide disfrutar durante más tiempo sólo para hacer fotos para el recuerdo. (Cuando contemplamos el paisaje desde la cumbre conquistada, en nuestro interior gozamos de tal modo, que pasa el tiempo muy despacio).
“Mientras haya hombres que se hagan preguntas, y montañas que parezcan inalcanzables, unos y otros estarán condenados a encontrarse.” (Miguel de Unamuno)
Toca bajar por toda la cresta que llega hasta la Molata del Imperio, que queda a nuestra derecha. Seguimos bajando con bastante nieve por el Puntal de las Víboras hasta llegar al camino que va a los Palancares, con vistas impresionantes del Valle de Tus y la aldea de Collado Tornero situada sobre un montículo rocoso, el Puntal del Avellano y Puntal de la Escaleruela y al fondo los huecos de Tus.
Siguiendo el sendero llegamos a la Peña de la Cabeza, singular escultura natural formada por la erosión. En este punto nos desviamos a la derecha para incorporarnos al GR entre bosques de pinares, hasta Prado Salvador y continuar en dirección a Los Prados, singular aldea habitada por lugareños que se resisten a abandonar sus costumbres y raíces. Desde aquí seguimos por un sendero señalizado por la Red de Caminos y Senderos Camina por Yeste, dejando al margen derecho el arroyo del Asperón. Estamos en la última fase del recorrido, ya se ven al fondo las casas de Arguellite, donde iniciamos siete horas antes la bella ascensión al Mentiras.
Debido a las previsiones meteorológicas, decidimos por unanimidad suspender la ruta al Ardal prevista para el domingo y volver a Madrid por la mañana.
Quiero agradecer a todos los que habéis participado en la ruta vuestra buena disposición y, en especial, a Arturo, Pedro Cristóbal, Fernando y a mi familia por su colaboración y paciencia en organizar la ruta.
Coordinador: Fernando