Viendo el panorama tan desalentador, y a pesar de algún conato de protesta por algún socio/a, algo minoritario, se decidió hacer el Pr-AV37, Puerto del Pico-Torozo-Puerto del Pico.
Salimos poco antes de las diez horas hacia nuestro objetivo. Pasada la primera caseta-refugio, empieza la subida en serio, la nieve cada vez máspresente y blanda obliga a ir abriendo huella. Cerca de la fuente del Belesar, un reducido grupo subió recto hacia la cumbre, tardando unas dos horas en coronar.
El resto del Grupo se encaminó por el Pr-Av37 hacía el refugio de los Cervunales. Con niebla cada vez más espesa, que dificultaba la orientación, al encaminarse el Grupo principal hacia la cuerda se encontraron con uno de los compañeros que había hecho cumbre y bajaba de ella, amablemente acompañó a hacer el Torozo, donde se encontraron con el resto que subió directamente, en aproximadamente dos horas y media.
Después de reagruparnos, y las correspondientes fotos de rigor, se empezó a descender.
En el refugio del cervunal un reducido grupo de cuatro personas, viendo que despejaba el tiempo, decidieron hacer algo más, pero esta mejoría era solo un espejismo, llegando los últimos al Puerto del Pico, tras los escobas que cerraban el Grupo, pillándoles la tormenta de agua que cayó al mediodía.
La mayoría del colectivo hizo cumbre, salvo unas mínimas deserciones que no merece reseñar. El tiempo medio de la salida fue de entre cuatro y cuatro horas y media.
Después de calentar y reponer el cuerpo y regocijar el alma en el bar restaurante del puerto del Pico y poco antes de las 15:30 horas salimos hacia Madrid.
Un año más el Torozo y la adversa climatología nos la vuelven a jugar, impidiéndonos disfrutar de la belleza y magnificencia de estos parajes.
Sin incidentes que reseñar llegamos a Madrid, con una sensación agridulce de no poder hacer algo más. Lo intentaremos otro año. Agradeciendo a todas/os los que habéis venido a la excursión por vuestra participación.