Resuelta la duda y confirmada la decisión de no suspender por segunda vez la actividad, igualmente se confirmaron los participantes en este segundo fin de semana del 28 y 29 de enero. Algunos de los inscritos para el primer fin de semana tenían problemas para poder ir en este segundo y otros que habían quedado en lista de espera pudieron acceder a inscribirse en esta segunda oportunidad.
La inscripción fue finalmente de 22 participantes que como estaba previsto iniciaron su desplazamiento en la mañana y tarde del viernes 27 de enero desde Madrid a Villahermosa del Río, distantes ambas poblaciones de 395 km. Los coches fueron llegando, como suele ser habitual de forma escalonada a lo largo de la tarde noche. Villahermosa nos acogió con un importante aguacero que duró parte de la tarde y que no nos hacía presagiar nada bueno para el sábado, aunque las previsiones contempladas en los partes indicaban que haría un buen día sin precipitaciones. Ya en el trayecto algunos coches nos van informando de cuantiosas nevadas que se estaban produciendo en la zona de Alcolea del Pinar en dirección a Molina de Aragón.
Sin ninguna incidencia todos los ocupantes de los coches llegaron a destino y se impartió la primera indicación a tener en cuenta. Se desayunaría a las 7:30h del sábado e iniciaríamos la ruta desde la misma localidad de Villahermosa como estaba previsto, renunciando a la posibilidad de realizar la ascensión por la vía normal, que nos llevaría a desplazarnos más de 40 km para llegar a la localidad de inicio, Vistabella.
Dejábamos a la decisión de última hora, si cambiábamos de sentido o no la ruta, en función de algunas informaciones que nos indicaban la cantidad de nieve acumulada a lo largo del itinerario y que nos pudiéramos encontrar con algunos pasos comprometidos, como por ejemplo la canal de Yodos.
Sábado 28 de enero Ascensión a Penyagolosa
Amanece el sábado y el Grupo, una vez tomado el desayuno, se dispone a iniciar la ruta. El día es luminoso, el asfalto está seco, indicación de que no ha llovido en la noche anterior. El sol despunta por el Este y todo hace presagiar que será un día excelente de montaña.
Se determina que la mejor opción posible es hacer la ruta a la inversa de cómo estaba planteada en la documentación ofrecida por el coordinador a los participantes. Tras las impresiones de cada participantes, son 11 los que deciden hacer el itinerario a la inversa y los otros 11 (justamente) mantienen la decisión de hacer el itinerario en su sentido original y terminar subiendo por la canal. Se reparten las emisoras para que ambos grupos queden perfectamente comunicados en el desarrollo de cada ascensión.
Los once que decidimos ascender río arriba, a resultas de informaciones de los cazadores de la zona, también haríamos una variante para no tener que dar con algunos pasos comprometidos. Esta variante era que al llegar a la zona denominada "Masía de Perico" o "casa Ibáñez" tomaríamos una pista forestal para encontrar el track previsto de la subida normal sin la canal.
Tras deambular por el pueblo intentando orientarnos con los GPS para encontrar el inicio de la ruta, nos encaminamos a la parte baja de Villahermosa y enseguida encontramos el río y un puente para cruzarlo.
Aquí estuvo la primera duda, los que iban a hacer la ruta en su sentido original tras cruzar el puente se dirigieron pista asfaltada arriba y los que íbamos a remontar el río, nos encontramos con que no había una senda definida de inicio, aunque el track indicaba que iba muy junto a uno de los márgenes del río. Nos costó idas y vueltas de un sitio para otro hasta que al final, la persistencia de Antonio M, como casi siempre, dio con el inicio claro de la ruta.
En sus inicios y durante unos centenares de metros la ruta alternaba una orilla con la otra del río, que por cierto se llama "Río del Carbo", y que por la propia crecida del agua que llevaba hubimos de pasar quitándonos las botas, polainas, calcetines y remangándonos los pantalones hasta la rodilla. Fueron hasta cinco veces las que hubimos de pasar de orilla a orilla, aunque solo una vez fue necesaria de darse el baño de pies y piernas. Las demás nos bastó con guardar el equilibrio piedra tras piedra.
El sendero es claro y se hace bastante bien. Durante los primeros tramos del recorrido vamos encontrando marcas desdibujadas "blancas y rojas" que nos confirman la buena dirección de caminar por una senda "GR". No nos exige esfuerzo porque va subiendo de forma suave. Alrededor del km 3,5 pasamos la primera masía,
"Masia de Roncales", unas pocas casas cercanas al propio rio. Todavía a esta distancia la nieve en la senda es escasa y fácilmente progresable.
En el km 5,6 nos encontramos con una fuente que aprovechamos para degustar el agua de la serranía del Maestrazgo. Es en este punto cuando volvemos a pasar de orilla del río. Subíamos teniendo el río a nuestra derecha y ahora mediante un bonito puente de madera pasamos a la orilla contraria, dejando el río a nuestra izquierda.
El puente es el inicio de la desviación para coger la pista forestal indicada por la mañana en el hostal. También el paso por el puente nos alejó de poder contemplar la cascada que forma el cauce del río, unos 120m lineales más arriba de dicho lugar y que estaba mencionada en el track que había diseñado el coordinador inicial de esta actividad, "Juanbe".
Hasta bifurcación el desnivel acometido era poco más de 100 m, por lo que todavía nos quedaba la friolera de 1.300 m de ascensión y casi 20 km de recorrido hasta el objetivo del día.
Al alcanzar la "Masía de Perico", dimos con la pista forestal (Camino de Marcén), que aquí ya si hubo que emplear raquetas que no nos las quitaríamos en toda la travesía, haciendo huella para los que no las llevaban. Los espesores de la nieve iban ralentizando aún más, ya, la progresión.
La pista forestal, es un camino arbolado cuyo paisaje nevado da un tono bucólico a la propia marcha, nieve blanda y en polvo recientemente caída. A medida que avanzamos por la pista vamos observando la cantidad de nieve que tienen los propios árboles.
Esta pista nos condujo hasta el collado de Penyagolosa, pista que en sus 5 km aproximados de distancia nos hizo salvar un desnivel de 500 m.
En el km 4 de la pista se encuentra una bifurcación que se ha de tomar por la izquierda, dado que ésta nos acerca más al objetivo del día.
Ya sólo quedaban 300 m de desnivel para alcanzar la cima del Penyagolosa. Pero en este punto ya era muy tarde, aproximadamente las 14:15h y el Grupo de once debatió la conveniencia de darse la vuelta, dado el recorrido que todavía nos faltaba y las pocas horas de luz que el día tiene en esta época del año. Las cifras eran poco alentadoras, en alrededor de 12 km de recorrido hasta el momento habíamos tardado 6 h en hacerlo.
Solo seis participantes decidieron seguir adelante y los otros cinco iniciaron la vuelta. Se puso como límite temporal para darse la vuelta en el lugar donde se estuviera, las 15:30 h. Se esperaba que en esa hora y cuarto que quedaba se pudiese alcanzar la cumbre.
Hemos alcanzado la cota de 1.520 m y encontramos una planicie amplia denominada "La Cambreta". Nos toca un descanso en recorrido plano por la llamada "Pista de Penyagolosa a Sant Joan", coincidente con los que quieren hacer la ascensión por la vía normal desde la Ermita de Sant Joan de Penyagolosa, en el municipio de Vistabella, y que alrededor del km 13,25 de nuestro inicio la senda toma un giro agudo a la derecha iniciando la subida en pequeñas zetas hacia la cumbre del Penyagolosa. Ya nos vamos encontrando a más montañeros/as que haciendo la vía normal llegan a la última pala de subida. Algunos ya han culminado y vuelven de bajada. La mayoría vemos que van con raquetas y no hay quien falta que van con tablas de esquí y hasta con perros.
Esta subida de alrededor de 290 m de desnivel a salvar en poco más de 750 m de recorrido se hace ya muy fatigosa y lenta, dado las horas que llevamos caminando y lo resbaladizo que está la subida. Huella hay y eso nos ayuda a ir subiendo poco a poco. El día se mantiene claro y luminoso, aunque a medida que nos vamos aproximando a la cumbre el viento se va incrementando y ello dificulta aún más la ascensión. En el transcurso de la subida me encuentro con los compañeros del Grupo que han subido por la Canal y que ya realizan la bajada. Nos saludamos y nos despedimos hasta el final de la jornada.
Soy el último de la cordada de seis en alcanzar la cumbre cuando son las 15:29 h, dentro del límite que nos habíamos propuesto. En la cumbre están mis otros cinco compañeros y aprovechamos para hacernos la foto de rigor, aunque sin la bandera del Club, y pido a Arturo que me haga a mi una foto subido en el punto geodésico de la cima del Penyagolosa con sus 1.813 msnm.
Breves momentos son los que estamos en la cumbre, que por cierto no estamos solos porque van subiendo y bajando nuevos montañeros. No hemos sido los últimos del día. Ofrecemos unos dátiles y galletas reconstituyentes para iniciar la bajada de inmediato.
Poco es el disfrute que podemos contemplar de tanta maravilla que hay a nuestro alrededor en 360º, dado que el tiempo apremia e intuimos una vuelta larga y tortuosa.
La bajada se hace rápida en la primera parte, hasta la cota de los 1.520 m, dado que el deslizamiento por la nieve nos acelera el ritmo. En seguida conseguimos llegar al final de la loma, para ahora iniciar el giro a la izquierda y dirigirnos al collado de "La Cambreta". Vamos avanzando con mayor facilidad que a la subida porque a la pendiente favorable ahora, se añade la de la propia huella que hicimos de subida.
Sufro un fuerte pinchazo en la ingle derecha que me deja por unos minutos sin poder avanzar y lo hago a duras penas, producto tal vez por la rapidez en el descenso. Juanjo se interesa por mí y poco a poco se va eliminando el dolor, que en principio me preocupó mucho. Ya no me volverá a repetir en todo el resto de la vuelta.
Al llegar al collado de la Cambreta, dejamos a nuestra derecha la ruta de subida y seguimos de frente hacia abajo para buscar el sendero que han tomado los componentes del Grupo que previamente se dieron la vuelta. Sendero que es denominado como "Cordel de Villahermosa a Penyagolosa".
La marcha aunque a buen ritmo se va haciendo lenta y las bajadas son empinadas: El recorrido a cubrir son bastantes kilómetros e intuimos que la noche se nos va a echar encima.
En el km 17.5 dejamos a nuestra izquierda el camino que condujo a los once participantes que iniciaron la ruta para subir por la Canal.
Tomamos el camino de la derecha y aproximadamente un km. después nos encontramos con la "Fuente de las Mozas". Fuente canalizada y que aprovechamos para echar un buen trago de agua fresca y otros para llenar las cantimploras ya vacías.
Todavía nos quedaban 6 km y un desnivel de bajada de alrededor de 570 m. El Sol se va oscureciendo por el Oeste y ya son pocos los rayos que nos alumbran el sendero, por lo que decidimos sacar los frontales para hacer mas fácil la visibilidad por donde debíamos de pisar. El GPS nos ayuda a no desviarnos del track, aunque también vamos observando las huellas de los que nos han precedido. A medida que vamos bajando de altitud la nieve en cantidad va desapareciendo y el avance se hace más rápido aunque la noche ya nos ha cogido.
En este momento y por comunicación con el Grupo que habían ascendido por la canal, nos enteramos que intentando hacer la vuelta río abajo por donde habíamos subido nosotros, y analizando la distancia que les quedaba decidieron modificar la bajada y hacerla por el mismo lugar de subida, en concreto por la bajada que estábamos haciendo nosotros. Por la comunicación confirmamos que ellos iban como 3/4 de hora por detrás nuestro. Así que sobre la marcha decidimos proponer el retraso de la cena media hora, en vez de a las 20:30 h, realizarla a las 21:00 h, para que diera lugar a que todos los participantes llegasen al Hostal. Comunicamos la decisión al Grupo de Antonio P y lo intentamos con el Grupo que presumíamos que ya habían llegado al Hostal.
Dejamos la senda arbolada de bajada que traíamos y entramos en la pista forestal. Nos quedaba el tramo final de bajada hasta volver a encontrar el río y cruzarlo por el puente de la propia pista.
Ya tenemos la luces de Villahermosa de frente nuestra y solo nos resta realizar el último esfuerzo, la subida desde el puente al casco de Villahermosa y al propio hostal. Es el remate a una jornada larga y completa de montaña en el Maestrazgo español. Son las 20:00h cuando hacemos entrada en el Hostal y nos ha costado casi 12 horas la ruta planificada.
Sólo me resta agradecer a todos los participantes la magnífica colaboración en el desarrollo de la misma para que todo saliera sin ninguna incidencia y en general, a satisfacción de todos los que amamos la montaña.
Una cena en camaradería daría por finalizado el día.
Domingo 29 de enero Ascensión a Peñarroya
Partimos desde el alojamiento, tras el desayuno en Villahermosa del Río, en dirección a nuestra nueva aventura hacia Alcalá de la Selva, por una carretera sinuosa y estrecha. Después de una hora y media de viaje, encontrándonos con dos camiones quitanieves que despejaban los posibles cortes de tráfico, dejando paso a la próxima estación de esquí de Valdelinares. El paisaje estaba totalmente nevado de película del Doctor Zhivago.
Una vez aparcamos, decidimos quienes hacían la marcha. Algunos prefirieron regresar a casa y llegar pronto, pues se encontraban cargados tras la paliza del día anterior. Otros pararon en Teruel a comer. Un pequeño grupo tomamos la opción de hacer una pequeña excursión sin afán de llegar a la cumbre programada de Peñarroya ( 2028 msnm ), marcando como objetivo 2:30 horas de subida, comer algo ligero y regresar.
Comenzamos por el GR, con nieve desde la salida del pueblo, hasta el punto donde se desvía el track y hace un recorrido circular. Decidimos cambiar el sentido de la marcha, en dirección contraria a las agujas del reloj, pues parecía más cómodo el camino de regreso e íbamos a volver por el mismo lugar. Era una pista ancha, totalmente nevada y con pendientes uniformes en casi todo el recorrido. Al llegar a un falso llano paramos a comer algunos dulces navideños, embutido y sacar la foto de grupo. La mayoría juzgaron que habían cumplido con la jornada.
Los más dispuestos a aprovechar el día encantador de montaña, nos decidimos a llegar al collado de la Imagen ( 1888 m ), alargando algo más la excursión. Una vez allí, por qué no hacer cumbre a un kilómetro, había tiempo sobrado para regresar a Madrid a una hora prudencial. La cumbre estaba concurrida de personas y perros siberianos. Nos hicieron la foto de rigor a los cinco del grupo unas voluntarias. El frío era el esperado subidos al geodésico revestido de piedra, las vistas con más nieve y amenazando nubarrones en el horizonte, fin de semana blanco.
Comimos algo rápido a quienes les apeteció y la idea era regresar por el mismo camino de ida ya que estaba marcada la huella. Otra vez engañamos al duende de Pegaso, un grupo numeroso iba a volver abriendo huella por el montañeros con perros, dando relevos en la labor de marcar camino en la nieve, más cansado que la subida, y poniendo buen ritmo para que no se nos hiciera tarde como en el día anterior. Nos encontramos la nieve polvo, ideal para los esquiadores, y buenas pendientes mirando continuamente el GPS, ya que se perdía la senda y no estaba pintada con marcas, algunos momentos de meter el pie hasta la ingle. ¡ Menos mal que cambiamos el sentido ! la subida por aquí hubiera sido de darse la vuelta.
Una vez que llegamos al punto del desvío de la mañana, era camino conocido de algo más un kilómetro y cómodo, llegando al pueblo a las 17:10h. Cambio rápido de calzado y sin tiempo ni para rehidratar en el bar, nos pusimos de viaje esperando no coger atasco de entrada, como así fue. Poco tráfico y niebla a partir de Molina.
Relato de la ascensión al Peñarroya, gentileza inestimable de Manu C, al que agradezco su colaboración
Coordinador: Pedro Cristobal
Fotos: Pedro C, Manu C