Volvimos a coger la M-611 en dirección a Miraflores de la Sierra, para recorrer los cientos de metros que nos separaban del albergue de la CAM, en el cual aparcamos el bus en el barrizal que se había convertido su parking. Una vez abajo cogimos las mochilas y nos preparamos en medio de las inclemencias, unos fuera y otros dentro de la sala lateral del albergue que tenía la puerta abierta.
Decidimos dirigirnos hacia Rascafría, pasando por el Monasterio de El Paular, el cual fue desde su fundación hace 450 años un monasterio cartujo, pero en la actualidad son los benedictinos sus habitantes, por lo que todos juntos empezamos a recorrer el GR 10.1, que en ese tramo consistía en una pista forestal en continua bajada, la cual nos dispusimos a recorrer pacientemente.
La lluvia, aun sin ser fuerte, no nos dio tregua en ningún momento, y ya en un desvío hacia la izquierda de la pista, nos dirigimos hacia las Cascadas del Purgatorio, formadas en el río Aguilón, afluente del Lozoya. Los más aventureros cruzaron el río más arriba por un tronco que unía ambas orillas, pero otro grupo retrocedimos para buscar el puente de paso hacia la senda marcada que nos llevaría hasta el mirador de la cascada baja, la cual, con un salto de unos 10m. está situada a una altitud de 1350m.
La cascada superior, de unos 15m. de altura, no llegamos a visitarla, pues el tiempo y el horario lo desaconsejaban. Después de las fotos de rigor, y una vez todos los integrantes de vuelta, nos reunimos en el puente. La mayoría decidimos dirigirnos por el GR 10.4 hacia El Paular, pero tres compañeros quisieron hacer un extra y dirigirse hacia el Puerto de Cotos.
Recorrido el tramo del GR, llegamos casi al final del trayecto encontrándonos con el puente del perdón, que una vez atravesado nos situamos en la carretera que se dirige a Rascafría, la cual recorremos por una pista peatonal habilitada también para bicicletas que circula paralela. Llegamos a Rascafría y nos cambiamos de ropa y calzado para después tomarnos unas cervezas en el bar más cercano. Cuando estuvimos todos listos subimos con el bus a Cotos a esperar a nuestros compañeros, los cuales llegaron mojados por la fuerte lluvia y el viento que les acompañó.
Realizamos la excursión 47 personas, de las cuales 6 no contaban con licencia federativa, por lo que se les proporcionó el seguro correspondiente que el club tiene contratado para estos casos.