G, M. Pegaso. Cordales
Circular. El Berrueco, Las Pirámides, El Yelmo
Sábado, 24 de abril de 2021
Esta actividad de Cordales fue propuesta como relleno comodín, por culpa de la pandemia, dentro de las actividades programadas. Fuimos a conocer algunas veredas poco frecuentadas de la zona sur de La Pedriza.
A las 9:00 de la mañana ya estaban preparados los treinta y pocos pegasianos federados dispuestos a partir, sólo faltando el coordinador despistado.
El día amanece cubierto, pero sin pronóstico de lluvia durante la actividad y con una temperatura muy agradable para andar. Empezamos la actividad cerca de la antigua mina denominada La Raja, donde algunos compañeros descienden con cuidado para contemplar la grieta desde abajo. Continuando la marcha, poco apoco el grupo se va disgregando entre miles de jaras apunto de florecer, en pequeños grupúsculos.
La senda se hace entretenida entre canchos y jarales y el pequeño arroyo del Recuenco. Subiendo hasta la zona de la Torre Inclinada se alcanza el primer hito de nuestra salida: las pirámides de la Pedriza. Estas tres curiosas pirámides son últimamente una de las atracciones de la zona. No está muy claro si las ha hecho una secta seguidora del libro de los muertos egipcios, unos extraterrestres o se trata de una broma del cantero de Manzanares o de Soto. Lo que sí está claro es su fecha de creación: alrededor del año 2017 DC, durante la XXIII dinastía de gobierno madrileño.
Una vez realizadas las fotos de rigor nos dirigimos hacia la zona del Yelmo por una senda muy hitada hasta salir a la Senda Maeso, la Cara, el Acebo y el arco de Cuchilleros hasta llegar a la base del Yelmo. Desde hace un rato la niebla nos limita la visibilidad, por lo que exceptuando tres valient@s, el resto del grupo prefiere omitir la cumbre del Yelmo.
Tras la subida al Yelmo, un grupito selecto decide dar una extraña vuelta por la zona sur para más tarde volver a su cara norte y descender por la zona prevista del Hueco de las Hoces.
Fuera ya de las nubes, el descenso del Hueco de la Hoces se realiza con gran pericia en la búsqueda de hitos y marcas de colores, para más tarde, rodeando el risco de los Principiantes, remontar, tras una breve subida, hasta la Gran Cañada.
Desde aquí se sube sin problemas hasta el Elefantito, fácilmente reconocible por su estilizado parecido con un elefantito.
Un poco después, de vuelta en la Gran Cañada, un grupo se dirige tranquilamente de vuelta por la GR-10, por debajo de Peña Cagás, por el hueco del Recuenco hasta el aún lejano punto de partida.
La separación entre grupos hace que se genere en el último y tardío grupo una cierta preocupación por la presencia de dos helicópteros de rescate que merodeaban por la zona. Afortunadamente no era ninguno de los nuestros pero supimos posteriormente del fallecimiento por infarto de un montañero (DEP)
El resto de los grupos toma la Senda Maeso para, pasando por el Caracol e incluso algunos acercándose a la cueva del Ave maría, descender por la Rinconada. Tras un pequeño esfuerzo más y pasada la Peña El Gato, llegamos hasta Manzanares.
Desde aquí emprendemos la vuelta a los coches que se antojaba llevadera y bucólica entre Boulders y matorrales, pero que debido al cansancio acumulado del rompepiernas pedricero, se va convirtiendo en una cierta hartura que hace que al coordinador le piten los oídos a menudo. No les faltaba razón porque, escaso de fuerzas tras tanta pandemia, decidió pasarse a la ruta corta sin avisar.
Para finalizar, tras este agradable paseo, todos llegaron a sus respectivos vehículos oliendo a jara para varios días. Aprovecho para dar las gracias a todos los participantes en la ruta por su ayuda y por hacer que disfrutáramos de un día estupendo de montaña. Huy! Y a María, Jesús y Manuel (casi los del portal de Belén) por las fotos.
Coordinador: Javier-Javiti