Sábado Día 29
La previsión era excelente, así que la mayoría decidió encontrarse con el Pico San Vicente. Las fuertes rampas y más tarde un terreno de lapiaz, de andar complicado, fueron templando las fuerzas de cada grupo.
En la cima el viento soplaba con intensidad pero las vistas hacia el mar con Santander, Lareo y Santoña en lontananza recompensaban con creces el esfuerzo.
Unos pocos afrontaron gran parte del cresterío teniendo que hacer uso de las manos y poniendo los cinco sentidos en cada pisada ya que cualquier resbalón entre tanta caliza afilada no era recomendable. Otros integrantes de la marcha corta se mantuvieron faldeando hasta subir a la última cima de la Sierra del Hornijo y el resto afrontó el recorrido circular de nuevo hacia Ramales.
A la vuelta el calor apretaba y había prisa por llegar pronto al pueblo para hidratarse en alguna de sus numerosas terrazas.
Unos pocos realizaron una asequible ferrata del Cáliz para poner la guinda a un día redondo.
Domingo Día 30
Había previsión de lluvia y se cumplió con fuertes descargas a partir del mediodía, sin embargo permitió a algunos realizar la ruta de las cuevas, a otros el barranco de Calera y a muchos realizar 'turisteo' por Santoña y Laredo.
A la tarde el primer grupo de la actividad de espeleología entraba en la Cueva de Coventosa.
En general, la actividad no defraudó por las dimensiones de la cueva y dejó a muchos con ganas de acometer empresas mayores.
Lunes Día 1
El tiempo nos dio tregua y decidimos realizar la marcha del día anterior que correspondía a la ascensión al Porracolina por ser la más escénica de todas las programadas.
Se recomendó a los participantes en la actividad de cueva que se ajustasen al horario para llegar a buena hora al restaurante Coventosa donde esperaría el guía.
De ese modo se fraccionaron diferentes grupos que fueron acometiendo según llegaban a Asón, el barranco de Rolacias.
Cruzamos hayedos que despertaban ya a la primavera antes de alcanzar los pastos de montaña, donde la nieve todavía teñía la abundante hierba .La mayoría hizo una breve parada en unas casonas de piedra antes de alcanzar sin dificultad la cima del Porracolina.
El escenario y el día eran únicos por lo que cada uno tomó su tiempo en las alturas.
El descenso sólo requería prestar atención a algunos pasos donde la nieve fundida dejaba resbaladizo el suelo así que para los de la marcha larga pronto se alcanzó el río Asón y la pista que nos devolvía al pueblo del mismo nombre.
Los integrantes de la marcha corta deshicieron el camino de subida por el mismo sitio ya que la bajada por la otra opción se tornaba peligrosa debido a la nieve caída en la jornada anterior y que se derretía según avanzaba el día.
Alrededor de las 17:30 el segundo grupo de espeleología se adentraba en la cueva y algunos de sus integrantes aprovecharon a la salida para acometer la ferrata del Risco.
Martes Día 2.
La previsión meteorológica volvía a ser incierta por lo que de nuevo hubo pegasianos que optaron por realizar la marcha programada y otros que se inclinaron por hacer actividades alternativas como la ferrata del Risco y el barranco de Calera.
No ha sido fácil proponer ni organizar una actividad con tantas opciones para 40 personas pero al final gracias a la flexibilidad de todos se ha podido solventar con éxito.
Se tuvo que esperar a dos personas que hicieron noche en San Sebastián. Mis disculpas a aquellos que por su demora tuvieron que improvisar la actividad del día, en particular a Javier Santos.
Lo bueno ha sido contar con el apoyo de un gran equipo de gestión (Pedro, Marcial, Antonio, Arturo, etc.) que permiten disfrutar de esta y otras actividades sin tener que preocuparse de muchas cosas grandes y pequeñas.
También agradecer la ayuda de Paco Grande por aportar tantas y buenas ideas y de todas las personas que con su experiencia han colaborado en la seguridad del Grupo. (Pedro, Fer, Boni, “Javieres”, Mario, etc., etc.)
Ya estoy deseando preparar una nueva Cantábrica 2018 con más y mejores actividades.
El Mortillano nos espera…
Abrazos JA.
Coordinador: José Antonio H
