La actividad fue diseñada para realizarla en el puente de San José del 19 al 22 de marzo, con ascensiones a distintas cimas del entorno de Riaño.
19 de marzo
Después de desayunar a las 7:30 de la mañana, el grupo de asistentes a la actividad de dicho día se dividió en dos: un grupo de cuatro personas emprendió un recorrido por los valles de los alrededores de Riaño, mientras que el resto se trasladó por carretera al Puerto de San Glorio (20 minutos aproximadamente de trayecto). Este último grupo, después de aparcar los vehículos en dicho punto, comenzó un recorrido que se inició en los prados del puerto hasta ascender a la base del pico Campanarios, para alcanzar el portillo de las Yeguas y bordear el pico de Robadoiro hasta alcanzar el collado del mismo nombre.
Desde el mismo puerto el recorrido se realizó con nieve, aunque al no existir pendientes pronunciadas hasta dicho punto no requirió la utilización de crampones. En ese punto se inicia la subida a la cumbre del pico Altares, con caídas pronunciadas, tanto hacia el valle de Lechada como hacía la vertiente Norte, por lo que los participantes se calzaron crampones. A partir de ese momento, el recorrido transcurrió por lo alto de una línea de cumbres con cornisas de nieve pronunciadas en la vertiente Norte. Se alcanzó el mojón Tres Provincias (2.497 m) a la 14:15 y el pico Peña Prieta (2.536 m) a las 15:00, desde donde se inició en regreso, llegando aproximadamente a las 19:00 al Puerto de San Glorio donde se encontraban estacionados los coches. Todo el recorrido se realizó sin novedad ni percance alguno para los participantes.
20 de marzo
Al igual que el día anterior, el desayuno se sirvió a las 07:30 de la mañana.
Cuatro participantes en la actividad se dirigieron a realizar un recorrido por las zonas bajas de los alrededores de Riaño, mientras que los restantes se encaminaron por carretera al pueblo de Maraña para ascender al macizo del Mampodre.
Desde el mismo pueblo (1.250 m), el grupo se dirigió a la base del pico Mampodre (o pico de la Cruz) donde tres participantes se separaron del grupo principal para ascender directamente a la cumbre principal, mientras que el resto se dirigió al collado de Mampodre. Antes de alcanzarlo el grupo se desvió a la izquierda para transponer el cordal en dirección a la vertiente Oeste, desde donde se ascendió al pico de Mediodía (2.175 m) por la vía “normal”.
Después de un descanso en la cumbre, se inició el descenso por el cordal que comunica el pico del Mediodía con el pico Valjarto. Desde un collado situado poco antes de dicho pico, el grupo descendió al circo del macizo por una empinada pendiente de nieve de aproximadamente 30-40º.
En este descenso uno de los participantes tuvo una caída y, como consecuencia de ella, se clavó una de las puntas de los crampones en una pierna, produciéndose un corte de aproximadamente 2 cm. La herida fue vendada en el mismo lugar y el grupo continuó su camino hasta regresar al pueblo de Maraña tal como estaba previsto. Las tres personas que subieron al pico Mampodre por la vertiente este, alcanzaron posteriormente el pico Valdecerrado, para posteriormente descender al collado que había primeramente alcanzado el resto del grupo y a continuación continuó la ascensión al pico Mediodía, regresando al pueblo de Maraña por el mismo trayecto que el resto del grupo.
Posteriormente la persona afectada fue conducida al pueblo de Riaño donde se le trató la herida en el ambulatorio del pueblo.
21 de marzo
Por fin estamos todos. Los 27 participantes inscritos a la actividad de Riaño 2009. Quedamos con Paco (guarda del refugio de Riaño) para el desayuno a las 7:30. La noche ha sido fresquita para los que durmieron en el barracón anexo a la casa de Paco y Natacha. Pero todos nos levantamos con muchas ganas de montaña.
Esta vez, el grupo va a realizar la subida al pico Yordas. Para esta actividad debemos partir de Liegos, a unos 15 km. del refugio, por tanto, nos dirigimos con los coches hasta dicho pueblo, lo atravesamos y aparcamos junto a una pista que sale de él. Allí somos recibidos por un cachorro de mastín, juguetón y bruto como pocos, mientras nos pertrechamos de todo el material necesario. Desde el mismo pueblo podemos contemplar la cara N del pico Yordas o Burín.
Son las 9:00 cuando nos ponemos a caminar por dicha pista. Dejamos algunos desvíos a nuestra izquierda y llaneamos unos cuantos Km. encontrándonos ya nieve en este punto del trayecto. Pasados cerca de 30 min. el grupo se plantea si no nos hemos dejado el desvío que debemos tomar, atrás. Tras una corta deliberación, cuatro personas deciden continuar por el camino hacia delante, sabedores que por ahí también se puede acceder al Yordas. El resto, damos marcha atrás y a 10 min. del lugar donde nos separamos, cruzamos el río que se encuentra a nuestra derecha, para tomar una pista que se interna en un bosque.
Para acceder a esta pista el grupo debe atravesar una alambrada, ya que la puerta que se encuentra, está atorada por la nieve acumulada en el suelo.
La pista se interna por un espectacular hayedo y va ganando metros paulatinamente. Siguiendo la senda llegamos hasta la fuente La Tejal, perdiendo la senda por un momento y subiendo por fuerte pendiente por el bosque. Finalmente, salimos al collado de Baguyoso (1650 m), con unas excelentes vistas del embalse de Riaño. En dicho punto, hacemos una parada para reponernos, comer algo y sacar fotos.
Retomamos la marcha moviéndonos a media ladera, y ganando cada vez altura siguiendo los hitos que vamos encontrando. Finalmente llegamos a cima (1948 m), donde encontramos un par de cruces y varios buzones.
Permanecemos en la cima cerca de tres cuartos de hora. Comemos, descansamos y hacemos la foto de grupo. Mientras, el grupo de cuatro que se separó del principal en el camino de acceso al Yordas, nos informa por emisora que da vuelta y se dirige de regreso a Liegos por el mismo camino que han realizado.
Se evalúa el descenso por la cara Sur como indican los tracks de la ruta circular prevista, pero se aprecia dificultad alta al encontrarse la canal de descenso con mucha nieve y posiblemente hielo. Procedemos al descenso por la ladera Norte, volviendo casi por nuestros pasos.
Volvemos por un collado totalmente nevado con una suave pendiente, que hace el descenso de lo más divertido. Al final del mismo, llegamos al comienzo del bosque de hayas por el que avanzamos en la subida. El descenso lo realizamos directamente por la falda de la montaña, entre las hayas y robles nevados. En algún momento encontramos pendientes con nieve dura que algunos integrantes del grupo sortean con menos gracia.
Este descenso a través del bosque, nos coloca en el valle donde encontramos la pista de vuelta al pueblo de Liegos. Tras unos kilómetros por la pista, llegamos al pueblo y al punto donde dejamos los coches. Son aproximadamente las 16:30. Nos aseamos, cambiamos de ropa y vamos a tomar unas merecidas cervezas.
22 de marzo
Este último día de actividad, el grupo de divide. Dos miembros del grupo han pasado la noche mal, por lo que deciden junto con los que les acompañaban en sus vehículos, regresar a Madrid sin realizar actividad. A estos hay que añadir las personas que deciden, por miedo al atasco de entrada, partir con tiempo.
Quedamos 10 participantes, tomando el resto camino de vuelta a Madrid.
Para este día había propuestas dos posibles actividades. Seis participantes realizaron la ascensión al Gilbo, y los cuatro restantes a Peñas Pintas desde Salas.
Peñas Pintas
El grupo que ha elegido la ascensión a Peñas Pintas, parte de Salas a las 9,30 h. en dirección a las Peñas Pintas (1985 m). Frente al restaurante del mismo nombre, parte un camino ancho, visible desde la carretera en dirección Este, que tras atravesar un bosque de robles, pasa cerca de una fuente con pilón a la derecha del camino, hasta llegar a un collado, con un peñasco a la derecha y una alambrada, desde la que se divisa el pantano de Riaño, el Espigüete al fondo, y el Gilbo, más a la derecha y más cerca. A partir de aquí, tenemos 2 opciones, o bien enfilar hacia arriba ascendiendo por los peñascos en dirección al tramo oriental del macizo, o bien ganar altura poco a poco siguiendo una senda con puntos amarillos, en dirección Oeste.
Elegimos esta última opción y tras atravesar praderas y alguna caseta, nos encontramos ante la mole, que recuerda algo a la vertiente Sur del Espigüete y parece accesible por distintas brechas que se abren entre sus paredes. Seguimos ganando altura por las praderas en dirección Oeste hacia un collado en el extremo occidental del macizo. Antes de llegar a dicho collado el camino gira bruscamente en dirección Este, ganando altura entre las paredes del macizo, por pendiente fácil, aunque en algún punto es necesario echar las manos. Predomina la piedra firme, con tramos de ésta suelta y hierba seca. Seguimos los puntos amarillos y los hitos, pero en caso de perderlos, hay distintas opciones por entre las brechas que se van abriendo. Alcanzamos la arista a mitad de distancia entre las dos peñas que delimitan el macizo. La cumbre principal es la de la izquierda por lo que, tras asomarnos a las impresionantes vistas del Norte, ganamos altura en dirección Oeste en fácil trepada por la arista. Las vistas son impresionantes, empezando por el Este la arista del Gilbo, Espigüete, Curavacas, Murcia, Tres Provincias, Peña Prieta, Coriscao, Peña Labra, Macizo Oriental de Picos, Central y Occidental, destacándose la Peña Bermeja y Peña Santa, Peña Ten, Mampodre, al Oeste los picos son más lejanos y no los conocemos, suponemos que un cordal más nevado es el del puerto de San Isidro, al Sur, la carretera que va a Cistierna y la Sierra de los Villares que parece muy agreste. Las pendientes alrededor son muy abruptas, por lo que desandamos la arista y volvemos por el mismo sitio.
Nos dirigimos por las praderas en dirección Este hasta el collado del comienzo del ascenso, y tomamos la pista hacia el Oeste que nos conduce al pueblo. Finalizamos a las 17 h.
Gilbo
El grupo que eligió la ascensión al Gilbo, llega al pueblo de Horcadas a las 9:15, dejando los coches en la tapia del cementerio, junto a la iglesia del pueblo. Se comienza la actividad tomando la senda que sale entre el cementerio y la iglesia. Es una senda clara y marcada por las ruedas de los todo terreno que no vadearemos hasta que vemos el Gilbo a nuestra izquierda, dejándola entonces para continuar monte a través hasta la encontrar un abrevadero.
Desde aquí llegamos a la base Sur del Gilbo donde localizamos los primeros hitos que nos llevan de forma clara hacia la izquierda siguiendo una brecha y ascendiendo poco a poco hasta alcanzar el comienzo de la cresta a la derecha de unas sabinas que hay en la misma. Las vistas del embalse de Riaño y de los montes del contorno son espectaculares. El día acompaña.
Una vez en la cresta uno de los integrantes del grupo decide no continuar, siguiendo el resto hasta donde comienza la zona aérea de la cresta. Unos treinta metros que cada uno de los cinco miembros restantes del grupo sortean con más o menos soltura.
Una vez en cima del Gilbo, contemplamos las vistas, descansamos un pequeño rato, sacamos fotos y decidimos comer algo rápido junto a la persona que quedó al comienzo de la cresta, por lo que deshacemos el camino por la zona aérea y llegamos al comienzo de la cresta.
Tras una nueva parada de reposo y manutención, procedemos a descender siguiendo de nuevo los hitos, los cuales nos llevan de nuevo hasta la base del Gilbo. Desde aquí vamos monte a través hasta alcanzar la senda que nos vuelve a llevar la tapia del cementerio, junto a la iglesia del pueblo. Finalizamos a las 13:30.
La participación a esta actividad fue de 27 socios de los cuales solo uno no tenía licencia federativa y al que se le hizo el correspondiente seguro de accidentes.