Para este año (2009) la tradicional salida a Picos de Europa se programó para realizarla en el Macizo Occidental (El Cornión). Elegimos el bello paraje de Vegabaño, con su refugio, como punto de partida para realizar las marchas previstas. El viernes, día 11, fuimos llegando al refugio a lo largo de todo el día un total de 22 participantes de los cuales 13 eran hombres y 9 mujeres, todos con licencia federativa excepto 2 que estaban cubiertos por el seguro obligatorio que el club tramita a los no federados. Los últimos llegaron al refugio en plena oscuridad cuando la noche ya estaba bien entrada. Después de la cena, charlamos con Julián, guarda del refugio, de la marcha que íbamos a realizar al día siguiente y éste se prestó a darnos información sobre el recorrido y las dificultades que nos íbamos a encontrar y nos dibujó un croquis que podría ser de gran utilidad.
El sábado teníamos previsto ascender a la Torre Bermeja (2.392 m). Iniciamos la marcha a una hora temprana (8:30), cruzando el río Dobra y atravesando un bosquemuy frondoso de hayas y robles. La primera parada la hicimos junto al viejo roble conocido como “el Roblón”, que destaca por las dimensiones de su tronco, donde nos reagrupamos e hicimos las primeras fotografías.
En continuo ascenso llegamos al final del bosque y un poco mas arriba alcanzamos el Collado del Cueto, donde realizamos la segunda parada y desde donde divisábamos el trazado del camino hasta la Canal del Perro que teníamos enfrente. Unos metros más arriba el amigo Benito, que se encontraba mermado físicamente por un accidente, decidió no continuar. Ascendiendo por la Canal del Perro el grupo se estiró y quedó dividido en dos, uno lo componían 12 personas y el otro 9. El grupo mayor se salió del camino por la derecha, haciendo la ascensión hasta Los Moledizos (2.295 m) “a trocha”, mientras tanto el grupo menos numeroso siguió el camino hasta el Collado del Burro donde realizó una breve parada y a continuación prosiguió con el ascenso, siguiendo en todo momento el camino marcado con hitos. Cuando ya el grupo mayor se encontraban en la cima de Los Moledizos, ambos grupos tuvieron contacto visual, pero no volvieron a reagruparse hasta encontrarse en la cima de la Torre Bermeja. Ambos grupos seguimos por la amplia arista en dirección a nuestro objetivo hasta llegar a la zona donde se encontraba la máxima dificultad del recorrido. En este tramo del recorrido cada uno de los grupos salvamos dicha dificultad de forma diferente. Mientras que el más numeroso optó por continuar por la arista salvando los destrepes y trepadas de dificultad (II/III), el grupo menos numeroso lo hizo siguiendo las indicaciones del guarda del refugio, dando un rodeo y accediendo de nuevo a la arista cimera a través de una canal por terreno terroso, fuerte pendiente y roca quebradiza.
Pasada esta dificultad ambos grupos llegamos fácilmente siguiendo la arista hasta la cima de la Torre Bermeja donde disfrutamos de un prolongado descanso antes de iniciar la bajada.
Los dos grupos, de nuevo, volvieron a coincidir por encima del Collado del Frade, donde efectuaron una parada para comer. Desde aquí la bajada se hizo siguiendo el mismo itinerario que habíamos hecho por la mañana en el ascenso.
Ya en el refugio, después de una refrescante cerveza y un baño reconfortante, algunos plantearon la modificación del plan para el día siguiente. Este plan contemplaba el no realizar la ascensión al Pico Jario y desplazarnos a la zona de Riaño donde podríamos concluir el fin de semana degustando el cocido de Loli en Horcadas. La propuesta fue aceptada por la mayoría, pero incluyendo una actividad montañera previa a la actividad culinaria que se concretó en realizar la ascensión al bonito pico del Gilbo.
El domingo hubo 7 participantes que no tenían previsto realizar actividad montañera y regresaron pronto a Madrid. Mientras tanto los otros 15 participantes se desplazaban a la zona de Riaño para realizar la actividad que se había acordado el día anterior.
En la ascensión al Pico Gilbo participaron 13 personas de las que 6 eran chicas y 7 chicos. El ascenso se inició desde Horcadas, 10 lo hicieron siguiendo el itinerario más tradicional mientras que los otros 3 lo hicieron siguiendo un itinerario menos frecuente, pero más directo y sin recorrer la arista para alcanzar la cima.
Para el final de la actividad dimos buena cuenta del cocido que previamente habíamos reservado.