Solo pudimos ir ocho, por problemas con el alojamiento, al caer la nieve, Sierra Nevada se llenó.
Pide y se os dará, así que tuvimos un tiempo excelente, como solo puede hacerlo en Sierra Nevada, en algunos momentos del día fuimos en manga corta... una gozada.
A continuación la crónica de los dos días de actividad.
Sábado 12: El Tozal del Cartujo
Empezamos la ruta llenos de ganas, ilusión y nervios por parte de alguna que era su primera ruta de esquí de travesía. Nos esperaba un auténtico rutón, de lo mejor que se puede hacer por la zona.
Empezamos agrupados, con disciplina espartana, los más experimentados explicando el arte de la travesía a los más noveles, el buen tiempo permite que nos tomemos la ascensión con calma.
Pasado un tiempo, vemos que es mejor dividir el grupo, los más fuertes intentarán hacer cima, y un grupo de tres nos quedamos en la retaguardia, disfrutando del buen tiempo, y realizando una ruta más corta; eso sí, comunicados por radio, dispuestos a ayudar a los maquinotes en caso de que lo necesiten.
El grupo de cabeza logra llegar a la cima del Tozal del Cartujo, necesitando de piolet y crampones dado el hielo que se encuentran en su ascenso, rápidamente emprenden la bajada, ya que la ruta es larga, y tendrán que hacer varias transiciones quitando y poniendo pieles.
Domingo 13: El Veleta
Volvemos a salir agrupados camino del Veleta, el tiempo es excelente y vamos avanzando tranquilamente.
Decidimos hacer dos grupos, el grupo que tiene más ritmo irá a la cima, y evaluará si hay tiempo para realizar bajada alternativa, que dará la vuelta al Veleta. Mientras que el grupo más lento, irá a la cima y realizará la bajada más corta la mayor parte por las pistas de la estación.
Las condiciones de la subida son perfectas, exceptuando los últimos doscientos metros de desnivel, ya que la cumbre del Veleta se ve reluciente y espectacular, cubierta a tramos por una capa de hielo azul, muy duro que hace que nos tengamos que quitar los esquís y terminar la ascensión con crampones y piolet.
El primer grupo que llegó al Veleta disfrutando de las espectaculares vistas desde la cima. El segundo grupo, aunque mucho más tarde también llegó a la cima, y contentos empezamos la bajada, con tranquilidad para disfrutar de los últimos minutos de un gran fin de semana.
Me gustaría dar las gracias a todos los componentes del grupo por su gran comportamiento, y a los maquinotes por su ayuda y consejo.
Dar las gracias a David, por todo lo que nos está aportando estos años y por creer en nosotros.
Agradecer su ayuda a Asun “la mujer de la paciencia infinita”, no se puede dar más el coñazo de lo que lo hice yo con esta salida, si existe el cielo de los Traveseros, ella lo tiene ganado.
Coordinador: Antonio Pajares