A.D. Grupo de Montaña PEGASO
Montañismo
Vivac Sierra de Gredos
25-27 de agosto de 2023
Descripción de la actividad:
Travesía - Vivac de fin de semana en la sierra de Gredos, desde el puerto de Tornavacas a Nava del Barco, pasando por el collado Cardiel, el alto de Castifrío, la Covacha, la laguna de los Caballeros, y la laguna de la Nava.
Viernes 25 de agosto. Puerto de Tornavacas – Collado Cardiel
Ocho montañeros, de los cuáles, casi la mitad, es su primera salida con el club, nos reunimos para comenzar, en principio, un apacible y fresco fin de semana en la sierra de Gredos. Somos, tres marías (María N, María D, María M), Andrea, Antonio, Juan, Jorge y, un servidor, David.
Como la travesía no es circular, desde el puerto de Tornavacas, una avanzadilla inicia la aproximación y exploración al lugar previsto de pernocta (Maria N, Andrea y Jorge), collado de Cardiel; el resto (María D, María M, Antonio, Juan y yo), ajustamos la logística de transporte, dejando vehículos en Nava del Barco para la finalización de la travesía. Volvemos al puerto e iniciamos también la ruta que, tras un par de horas aproximadamente de subida amigable, nos llevará a nuestro primer alojamiento nocturno. Zona del collado Cardiel, por la parte de Ávila (valla de separación) que, con buen criterio, la avanzadilla eligió, evitando la cercanía del ganado a escasos metros, y la poca hospitalidad recibida por la finca Garganta de San Martín (Cáceres) para ocupar sus propiedades durante unas horas.
Aunque vamos con reservas de agua, tranquiliza saber que a escasos minutos en el regajo del Guarro existe un manantial de agua escondido entre piedras (gracias a la exploración previa de María N, Jorge y Andrea, confirmando que emana agua).
Tras una cena que reúne a todos los integrantes, regada con buen vino (Juan/Jorge), algún que otro invitado (escorpión), disponemos nuestros aposentos para enfrentarnos a la primera noche, con cierta desconfianza e intranquilidad, pues alguna gota de agua sobre nuestros rostros nos avisa que las nubes van cargadas.
Sábado 26 de agosto. Collado Cardiel – Laguna de la Nava
En efecto, nuestras sospechas tenían fundamento. De forma intermitente, la lluvia y el viento, con descenso de temperatura incluido, se cuelan en nuestros sueños, varias rachas, alguna con gran potencia de fuego (buenos goterones con cadencia rápida), están a punto de estropearnos la primera noche, pero la intermitencia entre unas y otras es suficiente para ir reponiéndonos, entre susto y susto. Como si la noche hubiera sido plácida, el espíritu montañero rápidamente olvida pormenores y se dispone a afrontar el nuevo día. Nos levantamos, y tras un ligero desayuno, iniciamos rumbo a la Covacha. Previsión meteorológica, posible lluvia escasa por la mañana, que no se confirma. Viento muy incómodo, pero buena temperatura. Pasamos por el manantial localizado el día anterior, para rellenar nuestras reservas de agua.
Y continuamos disfrutando del paisaje desde el mojón Alto, tomando la dirección al alto de Castifrío.
Descendemos a la Portilla Honda, para ascender a las Azagayas y llegar a la Covacha, cumbre más alta del fin de semana.
Después de un tiempo de comida y descanso merecido, comenzamos el descenso hasta la laguna de los Caballeros, donde parte del personal da cuenta de un refrescante chapuzón.
Después del descanso y chapuzón, ascendemos el interminable barrerón de las Hoyuelas Bajas, para descender posteriormente hasta la laguna de la Nava donde será nuestra segunda noche de pernocta.
Mientras vamos realizando el asentamiento, un grupo de avituallamiento femenino se encarga, voluntaria y decididamente, de reponer al grupo las reservas de agua que se encontraban bajo mínimos en la fuente Micaela. Detalle de agradecer, pues después del largo día, las fuerzas escasean.
Una cena rápida, y nos recluimos inmediatamente en los sacos, pues el frío es considerable.
Domingo 27 de agosto. Laguna de la Nava – Nava del Barco.
Tras una noche y mañana muy fría (M D, puede atestiguarlo), cielo totalmente encapotado, una reflexión general nos lleva a la conclusión, sin mucho debate, que un buen material de vivac siempre es de agradecer. Sin perder un momento, decidimos que buscaremos tierras más cálidas, pues con este frío es difícil encontrar un poco de confort para desayunar. A medida que descendemos por la garganta en dirección a Nava del Barco, se aprecia, en modo cinemascope, que nuestro destino disfruta de mejor tiempo.
Vamos lamentando que la temperatura no sea la idónea para darnos un chapuzón en las estupendas pozas que vamos sorteando mientras descendemos.
Saludamos al refugio Navacasera, que nos indica que estamos cerca de nuestro destino.
Finalmente llegamos a Nava del Barco, donde realmente comprendemos lo que significa “La España vaciada”. ¡Nava no tiene bar desde hace varios años! En apoyo de Nava, a escasos kilómetros, Navatejares, nos ofrece un grato aperitivo con el que despedirnos e ir comentando nuestra siguiente aventura. Agradecer la buena sintonía y colaboración entre todos los participantes que nos ha hecho disfrutar de un fin de semana integrados en la naturaleza. Nos vemos en la próxima.
Lectura opcional. El espíritu montañero por Darío Bracali https://montanismo.org/2005/el_espiritu/
Coordinador; David Poza Ucelay