Montamos el vivac en una praderita muy aparente unos 100m antes de llegar al Chozo de la Barranca (1600m), sacamos los infiernillos y nos preparamos algo caliente pues las temperaturas han bajado bastante ya y al saco a dormir a la luz de una luna esplendida a un día de hacerse llena.
Sábado día 12: Me levanto tempranito, me tomo un café caliente y salgo acompañada de Fran a deshacer el camino de ayer a ver si encontramos mis gafas y después de casi llegar al pueblo las encontramos a la vuelta muy cerca del vivac (vaya potra y vaya caminata) recogemos el campamento y salimos todos camino a las cinco Lagunas, es tan bonito el camino lleno de pozas y chorreras que no podemos resistirnos a darnos un chapuzón refrescante.
Cuando llegamos a las cinco lagunas nos damos cuenta de que tenemos un nevero que debemos sortear pues la mayoría no ha traído piolet por lo que nos dividimos: Cesar y Fran que llevan piolet y son duchos en terreno invernal suben por la pala de nieve hacia el Risco del Gutre y el resto con tres piolet más en el grupo por si acaso decidimos subir cresteando a la portilla de las Cinco Lagunas para evitar los neveros.
Nos agrupamos de nuevo en el Venteadero y ascendemos a la Galana, hacemos dos grupos a la bajada y unos tiran para Almanzor con todos los piolet pues el cuchillar está lleno de neveros y otros nos quedamos encargados de buscar zona de vivac y fuente de agua cercana y ya de paso nos relajamos con sesión de yoga y cálido solete.
Encontramos agua y zona de vivaqueo a los pies del Ameal de Pablo y para cuando llegan los que subieron el Almanzor les tenemos la pasta calentita hecha y lista para comer…
Después de cenar y en medio de tan espectacular entorno ya relajados por el duro día de pateo hacemos un pequeño ritual celta con piedras para entretenernos y homenajear a estas imponentes montañas de roca y a su majestad la dama blanca que en breve lo inundará todo con su luz plateada.
Después de las batallitas propias de fuego de campamento y risas para desternillarse nos retiramos a nuestros huecos con una luna llena impresionante que deslumbra más que alumbra…y el imponente Ameal de Pablo iluminado custodiándonos el sueño.
Domingo día 13
Nos levantamos, recogemos el campamento y dejamos las mochilas camufladas para atacar al Ameal de Pablo ligeritos y con dos arnés una cuerda y los achiperres correspondientes montamos reunión y subimos a casi todos el último pasito para la cima que es algo más técnico y expuesto.
Ya con todo recogido nos asomamos al Gargantón para comprobar si hay o no neveros y se ve libre de nieve…pero “sorpresa” cuando pasamos un saliente nos encontramos con un nevero que no se podía evitar y que quedaba tapado a la vista desde arriba.
¡Empieza la función! En este punto además de nosotros (19) se encuentran enmarronadas más personas así que para empezar los colaboradores de actividad se ponen en acción Cesar empieza a tallar peldaños, Dani monta una reunión y tira una cuerda para que bajen agarrados y Fran ayuda a los que van bajando, a pesar de todo hay gente que resbala en los tramos finales y aunque no había metros para matarse los que iban descubiertos se hicieron quemaduras que fueron curadas por Raquel y Alex que además de enfermeros venían armados hasta los dientes de material de urgencia.
Bajamos a nuestro grupo y a otros.
Después Dani quedó arriba sin piolet ni seguros y para colmo un montañero ruso sin equipo pidiendo ayuda…puffff, Pajares acerco a mitad de camino un piolet a Dani que iba custodiando la bajada del ruso que sacó un machete a modo de piolet y pensábamos que entre resbalón y revolcón le amputaba los pies a Dani, que emocionesss!!!
Por fin pasado el trago que nos hizo perder tres horas encontramos otra poza paradisiaca y decidimos desquitarnos y diluir el estrés con un bañito y un piscolabis.
A partir de aquí ruta interminable por la solana y el retraso que acabó en Navalperal de Tormes con unas cervezas en el kiosquillo que hay junto al rio y con la llegada a Madrid bien entrada la noche pero con la satisfacción de una actividad disfrutona en la que salvamos las dificultades y ayudamos a otros compañeros en apuros, cuidando la seguridad del grupo y gestionando correctamente los riesgos. Dani, Cesar y Fran que estuvieron de colaboradores echándome una mano, de sobresaliente!!!!