A.D. Grupo de Montaña PEGASO
Montañismo
Parque Natural de Ponga
28 de octubre - 1 de noviembre de 2022
Viernes 28 de octubre
Durante el transcurso de la tarde comienzan a llegar los inscritos, 52, que finalmente fueron 51 porque una compañera enfermó y no se pudo unir al grupo el sábado 29, tal como era su deseo, a estos cuatros días de actividad programada en el Concejo de Ponga (Asturias).
Dado los problemas de infraestructura hotelera en la zona, y debido a la alta demanda por parte de los “pegasos”, tuvimos que separar a los 51 participantes en tres diferentes alojamientos: el Hotel Alto Sella (28 personas), Apartamentos Buxil (6 personas), a 1km del hotel, y Apartamentos Les Vegues (17 personas), en la población de Sames, a 4 km.
Apuntar que una compañera “pegasa” llevó al miembro más joven del grupo: a su hijo de 9 meses que se comportó extraordinariamente bien y que fue el foco de atención. Hay que comenzar a captar a las nuevas generaciones. Bien hecho Lidia.
Todos los desayunos y cenas fueron servidas en el Hotel Alto Sella, que dirigido por Jesús y su familia nos trataron magníficamente, con generosas cantidades de comida en cada una de ellas.
Este primer día, algunos decidieron cenar en Cangas de Onís, en sus habitaciones, o bien utilizar el servicio de comedor del Hotel Alto Sella.
Sábado 29 de octubre: La Llambria, Taranes, Tiatordos
Primer día de actividad montañera donde hay varias opciones a elegir por todos los miembros del GM Pegaso allí presentes. Pero antes de comenzar la aproximación al parking de Taranes, nuestra obligación es cuidar la alimentación, y por esa razón Jesús nos tiene preparadas las mesas con pan tostado, zumo de naranja, bollería y, por supuesto, la bebida elegida por cada uno donde predomina el café.
Una vez finalizado el mismo, salimos del hotel en dirección a Taranes para trasladarnos al pequeño parking del inicio de la ruta. Mi miedo como coordinador era que no tuviéramos suficiente sitio para todos los vehículos, ya que podríamos encontrarnos con otros montañeros utilizando el mismo. Hubo suerte y pudimos aparcar todos excepto José Aguilar, que lo hizo en el pueblo donde había una plaza con capacidad para más coches.
Comenzamos la(s) ruta(s) sobre las 9:15, y desde el inicio “to llano, to p’arriba”. Todo “pindio” hasta la Llambria.
A la salida de la Foz de la Escalada se bifurcan las rutas: quienes optan por subir al Tiatordos toman la senda de la izquierda y quien decide seguir hacia la Llambria el de la derecha.
El cielo amenaza con descargar lluvia, que afortunadamente no llega a producirse, y sólo lo hace en forma de “orbayu” durante algún momento de la jornada. Lo que sí se produjo durante el día, y particularmente en la cima de la Llambria, fue un gran viento (en las noticias del tiempo en Asturias indicaron que en ese punto hizo, durante algún momento, del día 100km/h). En la cima coincidimos María José Bascuñana, Pedro Cristóbal, Manuel Crespo y el que escribe esta memoria.
La mayoría de los compañeros que hicieron la cima de La Llambria se dirigieron hacia el Tiatordos, lo que les llevó toda la jornada. Les supuso andar casi 23km y 2000 metros de desnivel, pero la satisfacción que recibieron como recompensa del esfuerzo realizado se plasmaba en sus caras durante el “tiempo muerto” en el bar del hotel, donde la cerveza alivió las “penalidades” del día.
Domingo 30 de octubre: Pierzu, La Huerfana
Cambio de hora en la madrugada del domingo. Este día y los siguientes, el desayuno se sirvió a las 8 de la mañana.
El inicio de ruta estaba planteado desde dos puntos diferentes: collada Llomena para el inicio de la opción más larga y desde la capital del Concejo de Ponga, San Juan de Beleño, la opción corta, aunque todos los participantes optan por la primera.
A diferencia del día anterior, el domingo amanece con un cielo despejado y azul. Después del abundante desayuno, tomamos los coches para coger la carretera en dirección sur (hacia Riaño), atravesando los caseríos de Pervis, Camporriondi y Ceneya hasta llegar a Puente Vidosa, donde tomamos el desvío a la derecha por una estrecha carretera de montaña de fuerte pendiente excavada en la ladera vertical de la montaña y con numerosas piedras caídas en el firme, lo que obligaba a ir despacio y muy atento. La carretera conduce en primer lugar al pequeño pueblo de Viego y cinco minutos después se alcanza el collado.
La marcha se inicia desde el collado siguiendo una pista que transcurre rodeada de robles, prácticamente horizontal, hasta la collada Argañada (1.018m) donde gira a la izquierda para llegar a una antigua mina. En ese punto, tomamos un camino muy marcado que asciende de manera pronunciada hasta alcanzar el collado de Cerboes, donde confluye el camino de vuelta desde el pico de la Huerfana. Desde este collado continuamos en dirección norte, dejando a nuestra izquierda el Cantu de las Fuentes (1.386m). Después, el camino pasa a la vertiente opuesta y, progresivamente, nos conduce, sin ninguna dificultad, hasta el Pico Pierzu (1.582m) que aprovechamos para descansar, disfrutar de las vistas y reagruparnos.
Desde el pico, unos cuantos optan por regresar por el camino de subida hasta el collado de Cerboes para subir por la cuerda hasta el pico La Huerfana, mientras que otros decidimos emprender la bajada hasta el fondo del valle y luego subir al pico, tal como proponía el track del Club.
La bajada no tiene camino claro, la pendiente es fuerte y en gran parte recubierta de altos tojos. Nuestro grupo empieza siguiendo una trocha hecha posiblemente por jabalíes o vacas hasta que nos damos cuenta de que se aleja cada vez más del track, por lo que no tenemos más remedio que abandonarla para dirigirnos, como buenamente pudimos, hasta una cabaña de pastores a mitad de la ladera que contaba con un pequeño prado y donde recuperamos de nuevo el track. A partir de ese punto, continuamos la bajada siguiendo lo más posible el track y conseguimos llegar al fondo del valle evitando cortados y zonas de tojos.
El fondo del valle (900m) está recorrido por un pequeño arroyo que en esas fechas no tenía apenas agua pero que estaba rodeado de árboles tupidos que nos dificultaron atravesarlo. Una vez conseguimos cruzar, empezamos la ascensión por la ladera opuesta del valle. En un primer momento ganamos unos 100m hasta alcanzar unos prados, dejando a nuestra izquierda el cerro de Las Palombinos (1.115m), más tarde continuamos faldeando y atravesamos un segundo arroyo desde donde sólo queda ascender un último repecho, de otros 100m, para llegar al collado Sorbeyo (1.173m).
En este punto nos encontramos con los participantes que no habían bajado al valle y, en su lugar, ascendieron por el cordal. Ellos nos cuentan que el cordal se encuentra cubierto completamente de tojos y que la progresión es muy dificultosa.
Después de un pequeño descanso, continuamos el ascenso por la ladera bordeando primero el cerro La Collada (1.254m) hasta llegar al collado que antecede al pico La Huerfana. Desde el collado ya sólo quedaba un ascenso de cincuenta metros a la cumbre (1.254m) entre bloques de piedra.
Una vez que hubimos descansado, regresamos por el mismo camino de la subida hasta el collado Sorbeyo. En este punto, conociendo ya la dificultad del camino de la cuerda, unos optan por tomar un sendero que faldea por la ladera de brezos y tojos pero que se encuentra muy bien marcado y que no plantea ninguna dificultad. El camino deja a la derecha el pico Cruz de Valdore (1.349m) y nos lleva hasta el collado Foyón (1.203m), desde donde retomamos la cuerda, aunque en esta parte no hay tojos sino prados. Desde este punto podemos alcanzar la pista de la mañana que nos conduce de nuevo a la collada Llomena, donde estaban aparcados los coches. A la vuelta, aprovechamos para tomarnos unas merecidas cervezas y quesos en el pequeño pueblo de Viego.
Algunos optamos este día por hacer turismo en la zona, entre los que se encuentra el coordinador, que acompañó a otro compañero para profundizar en las raíces familiares en esta parte oriental de Asturias. Otr@s compañer@s también decidieron tomar el día de descanso.
Lunes 31 de octubre: Recuencu, Zorru, Bosque de Peloño
Bosque de Peloño
Desayuno servido a las 8 de la mañana y, una vez finalizado el mismo, nos dirigimos en los vehículos hacia Les Bedules, desde donde comenzarían las actividades programadas. Llegamos paulatinamente al parking una vez que nos desviamos de la carretera y tomamos una pista, inicialmente de tierra, que se transforma en hormigón hasta el final.
Día muy cargado de nubes y sobre todo rachas de viento. De hecho, Jesús, el propietario del Hotel Alto Sella, nos advirtió el primer día que estaba haciendo mucho viento en el Concejo de Ponga desde hacía diez días.
Una vez que llegaron todos los compañer@s “pegasos”, se inició la marcha en dirección al primer objetivo del día: Recuencu. En mi caso, me quedo a la espera de mis acompañantes durante toda la subida: María José, José y Rafa, que vamos ascendiendo paulatinamente por un buen sendero en un entorno totalmente otoñal.
Proseguimos los cuatro en dirección a la collada Caldes para acometer, los que así lo decidan, la subida al Recuencu. Llovizna, viento y barro nos acompañaron durante toda la jornada. A falta de, aproximadamente, seiscientos metros para llegar a dicha collada nos encontramos bajando a varios compañeros que nos comentaron lo incómodo que resultaba el viento en la parte más alta y que había habido caso de caídas por la fuerza del viento. María José y yo decidimos unirnos a los compañer@s que realizaban la vuelta, y José y Rafa continuaron su andadura hacia la collada. No los volvimos a ver hasta el hotel.
Seguimos el track que teníamos en nuestros gps y, en nuestro itinerario, nos pasamos del punto que debíamos tomar para llegar a la Biforcadera y dirigirnos al parking de Les Bedules, siguiendo por un camino con bastante barro, hasta un punto en el que decidimos desandar lo hecho hasta ese momento y buscar el camino que nos condujera hacia la Biforcadera. Encontramos el camino correcto y no hubo ningún problema hasta nuestra llegada a donde habíamos dejado los coches.
Subida al Zorru (relato de José A.)
Tras el desayuno, como cada día, salimos del hotel en nuestros coches. Hoy nos dirigimos hacia el pequeño aparcamiento de Les Bedules, en pleno corazón del parque de Ponga.
Cuando llegamos a Les Bedules todavía no hay muchos coches y podemos aparcar sin demasiados problemas.
El viento es espantoso, y eso que estamos en la zona más baja del recorrido y protegidos por el bosque.
Tengo, tenemos, muchas dudas de que hoy podamos hacer la ruta prevista. Lo más sensato sería subirnos de nuevo a los coches y hacer turismo por los encantadores pueblos del entorno. Pero no, los Pegaso tienen que salir a “luchar” contra los elementos.
Mientras nos calzamos las botas y nos preparamos para iniciar la caminata, van llegando otros montañeros, algunos son viejos conocidos con los que cambiamos impresiones que están haciendo las mismas rutas, o similares, que nosotros.
Finalmente, y no sin dudas, salimos. ¡Como siempre, los últimos! Esta vez somos cinco los que formamos el grupo de cola.
Iniciamos la ruta por una cómoda pista que pasa por la Biforcadera.
El viento, aunque incómodo, es soportable salvo por algunas fuertes ráfagas que, de vez en cuando, nos golpean inesperadamente, pero nada “es imposible” para nosotros.
La pista nos lleva hasta Les Campes desde donde contemplamos, en toda su majestuosidad, el Recuencu. Hacia él vamos.
Avanzamos por sendero bien marcado. La fina lluvia que nos acompaña desde el inicio empieza a arreciar según nos vamos acercando al collado de Les Caldes. En la distancia observamos como un número importante de los compañeros que nos preceden regresan hacia nosotros.
Podemos ver cómo en el collado las nubes pasan a una velocidad endiablada y varias fundas de mochila vuelan hacia el fondo del valle.
Los compañeros que regresan nos comentan que es imposible seguir en esas condiciones. El grupo de cinco que somos se separa: tres regresan y los otros dos decidimos llegar hasta el collado y valorar allí las opciones que tenemos.
En el collado el viento es insoportable. Pasamos rápidamente sin subir al Recuencu y buscamos la protección del bosque. En este pequeño trayecto se nos une Lola.
Seguimos por un sendero “encantado” abrazados por el bosque otoñal. En el bosque nos encontramos con más compañeros, ahora somos ocho, llegamos hasta el collado Pumerin e iniciamos la subida al Zorru por su cara norte.
No es una subida fácil en las condiciones que hay. Según subimos pienso que si la bajada por la otra ladera es igual lo pasaremos mal. Tendremos que extremar las precauciones.
Finalmente alcanzamos la cima del Zorru. El viento, del que ahora no estamos protegidos, nos da de cara y nos impide parar más de unos segundos para contemplar las magníficas vistas del Maciedome, Tiatordos, La Llambria, Pierzu, Carria, Peña Salón, Peña Subes, Sen de los Mulos, Pileñes, Ten, Mampodres y hacia Palencia el Espigüete y Curavacas.
Iniciamos la bajada. Poco a poco las condiciones van mejorando. El terreno y, sobre todo, la pendiente son bastante más favorables que en la subida. Incluso nos permitimos hacer pequeñas paradas para fotografiar el paisaje.
Llegamos a un cruce de senderos. A la derecha, y en bajada, la ruta larga. Cinco compañeros deciden ir por este camino. Los otros tres vamos hacia la collada Pumerin, donde un par de horas antes iniciamos la subida al Zorru. En este punto nos volvemos a dividir, dos regresaremos por el camino conocido hacia Les Bedules, donde llegamos poco antes de las tres.
Mientras nos cambiamos de calzado, van llegando el resto de los compañeros que habían ido por los otros recorridos.
El frío y la lluvia nos han acompañado toda la jornada. Aun así, no ha sido un día demasiado “desapacible”. Regresamos al hotel no sin antes parar, en un pequeño pueblo del camino, a tomar la sidra y queso típico del valle.
Martes 1 de noviembre: Peña Salón Roblón de Bustiellu
Este día algunos optaron por regresar a Madrid directamente pero la mayoría de los participantes en estos cuatro días de montaña por tierras asturianas hicieron lo previsto para este último día. Hubo quienes decidieron repetir la opción del Recuencu, ya que el día amaneció soleado y así se mantuvo durante todo el día, pudiendo todos realizar los recorridos que eligieron para el primero de noviembre.
Subida al Recuencu (relato José A.)
Repetimos los horarios y costumbres del día anterior. ¡Volvemos a Les Bedules!
El día no tiene nada que ver con el de ayer. La temperatura ideal para andar, no sopla nada de viento y el sol es radiante. Hoy tenemos que regresar a Madrid, por lo que cualquiera de las dos rutas preparadas por Javier no debería llevarnos más de cinco horas.
Varios compañeros nos quedamos ayer con ganas de subir al Recuencu por lo que hoy, en pequeños grupos, decidimos ir hacia él.
Nosotros somos cuatro. Repetimos el camino de la jornada anterior hasta el Collado de Les Caldes donde llegamos en menos de hora y media. Una vez alcanzada la collada, iniciamos el ascenso al Recuencu.
Al principio, unas fáciles rampas con vegetación hasta llegar a una corta trepada que da paso a otra zona de vegetación y después un tramo con roca suelta.
En poco más de veinte minutos, llegamos a la cumbre donde ya hay varios compañeros. Permanecemos un largo rato, hoy sí, contemplando el entorno. Ahora toca bajar hacia el collado, allí nos espera Maria José que no ha subido al pico.
Los cuatro desandamos nuestros pasos, por un ya más que conocido camino que nos lleva hasta el coche, a Les Bedules.
Es pronto y decidimos aprovechar el ofrecimiento del hotel (¡muchas gracias!) para usar la habitación, poder ducharnos y cambiarnos antes de emprender el viaje de regreso a casa donde, a falta de dos minutos para que el reloj marque las diez, finalmente damos por concluido este magnífico puente.
Subida a la Peña Salón (relato Arturo A.)
Los que optamos por la Peña Salón, tomamos de nuevo el coche en dirección sur hasta la collada Llomena desde donde sale una pista de tierra, con buen firme y prácticamente sin desnivel, que nos lleva al área recreativa de Les Bedules que cuenta con un amplio parking y un mirador al que se accede por una pasarela de madera accesible a sillas de ruedas.
Desde este punto, se toma una pista de tierra que se ha de abandonar por otra que, a los 2 kilómetros, sale a la izquierda y que nos lleva a La Cruz (1.094m). Aquí el track abandona la pista y nos obliga a atravesar diversos prados hasta alcanzar la collada Baxeñu (1.034m), desde donde se toma un camino muy marcado, el Camín del Llaciu, que, con suaves zetas, nos lleva a un primer collado y, después, a la cumbre del Peña Salón (1.245m). El regreso lo hacemos por el mismo camino de subida hasta llegar a la collada Baxeñu. En este punto el track bordea por la ladera opuesta los cerros que habíamos bordeado por la izquierda en la subida, hasta llegar a la cabaña de la Cruz, desde donde se repite el mismo camino de la subida hasta llegar al parking del área recreativa de Les Bedules, desde donde tomamos los coches para dirigirnos de vuelta a Madrid.
Agradecer a todos los participantes su colaboración durante los días que estuvimos en Asturias. Destacar que no tuvimos ningún incidente durante la realización de las distintas actividades. Recalcar la excelente atención que recibimos en el Hotel Alto Sella por Jesús y su familia.
Agradecimiento especial a José A. y a Arturo A., por sus aportaciones a esta memoria con la descripción de dos jornadas montañeras. Muchas gracias José y Arturo.
Deseando volver a Asturias.
Coordinador: Javier Artime