A.D. Grupo de Montaña PEGASO
Montañismo
Sierra de Alcaraz y Calares del Río Mundo (Albacete)
17-19 de febrero de 2023
Quedaba un hueco sin cubrir en el calendario de Pegaso para febrero. No eran las fechas ideales para tirar para “mi tierra”, así que pensando en alternativas de clima más moderado, se me ocurrió la del Río Mundo. Solo había estado una vez por allí de “turista convencional” y me pareció que la zona tenía posibilidades, así que ¿¡por qué no!?
Elegidas las rutas, otra tarea aún más difícil.. completar el rompecabezas de distribuir a un grupo tan nutrido (32 en total) y diverso en unas cabañas diminutas, a prueba de convivencia de las familias mejor avenidas…Menudo tetris!
Último ingrediente…que nos haga buen tiempo! Los días anteriores había caído bastante nieve por allí y, ante la duda preferí recomendar echar a la mochila los crampones y el piolet...Creo que no se había visto tanto equipamiento invernal por las montañas albaceteñas desde la última vez que estuvo Pegaso por la zona. En esta ocasión, por suerte, no hicieron ninguna falta.
Viernes 17 de febrero.
Tras instalarnos, unos en las cabañas, y otros en un hostal de Riópar Nuevo, fuimos a dar una vuelta por el pueblo y a probar alguna de las múltiples especialidades manchegas antes de irnos a dormir.
Sábado 18 de febrero. Almenarilla y Almenara
Nos reunimos a las 07.45 para desayunar en el restaurante la Cuesta y una vez confirmado que todo el grupo íbamos a hacer la opción larga, nos dirigimos en los coches a Riópar Viejo, pueblo abandonado que solo cuenta con unas pocas casas reconvertidas en alojamientos rurales, y que a mí me pareció muy pintoresco y en un emplazamiento envidiable.
Para el sábado había elegido la ruta de las Almenaras, aunque evitando por la parte norte el tramo supuestamente más complicado de la cresta, que algunos en wikiloc calificaban de difícil o muy difícil.
La subida a la Almenarilla transcurrió a buen ritmo y sin complicaciones, con el grupo bastante disperso y el viento presente todo el camino, como no podía ser menos en la tierra de los molinos. Tras llegar al pico, el track descendía unos metros por la cuerda hasta el Portillo de los Perros, para luego girar hacia el norte y rodear la cuerda por una pista muy fácil.
Pero como sospechaba, una cresta es mucha tentación para un Pegaso, y viendo que estaba hitada y que no parecía en absoluto complicada, muchos se fueron animando a progresar por allí saltándose la ruta oficial. Hasta la coordinadora tiró la toalla en su empeño de hacer la actividad programada.
Tengo que reconocer que fue todo un acierto, ya que salvo el tramo final de la cuerda (ya cerca de la Almenara), que se puede salvar perfectamente descendiendo de cota unos metros, toda la crestería se recorría sin ninguna dificultad.
Aunque el día no estaba muy claro y nos cayeron algunas gotas, las vistas desde la Almenara merecieron la pena, aunque fuimos tan disgregados que fue misión imposible hacer una foto de grupo.
La cresta nos ahorró unos 4 o 5 kilómetros de ruta (que algunos compensaron haciendo otra variante adicional… que no se diga!) y enseguida nos plantamos en el collado de la Buitrera, donde empezaba un cómodo descenso, por sendero primero y por pista después, hasta Riópar Viejo. Allí aterrizamos los primeros pasadas las 15h, bastante más pronto de lo previsto.
Dio tiempo a aperitivos, cervezas, cafés y a visitar las ruinas del castillo y el curioso cementerio, mientras esperábamos a los de la ruta oficial y sus otras múltiples variantes.
De vuelta a las cabañas, dio tiempo a ducha, descanso, un poco de cháchara, paseo por el pueblo (que estaba de lo más animado en carnavales) y un futbolín, antes de la cena.
Domingo 19 de febrero. Los Chorros, El calar y el Mirador.
Ese día la ruta salía del puerto del Arenal, a 7 km de Riópar, y discurría íntegramente por el parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima. De nuevo, todos los participantes optaron por la opción larga, que no era excesivamente exigente.
El frío nos hizo empezar a buen ritmo, y enseguida recorrimos los 4 kilómetros iniciales hasta llegar a Los Chorros, el plato fuerte del día. Hubiera tenido su encanto hacer la ruta en sentido contrario y dejar la cascada para el final, pero hacerlo así nos permitió evitar la hora punta y tener el espectáculo casi para nosotros solos. Photocall obligado en la cascada y desde aquí, ligero descenso de un kilómetro hacia el parking del Rio Mundo, que se empezaba a llenar con los primeros turistas. Cruzamos el cauce del río, totalmente seco en estas fechas, y emprendimos con paciencia la subida continuada, de unos 2,5 km, hasta enlazar con el GR66.
Desde aquí, llaneo por un bonito paraje adehesado y luego por la inhóspita y atractiva zona del Calar, donde aún quedaban restos de la nevada. Primero por el GR y luego ya por sendero llegamos al Mirador del río Mundo, desde donde se veían como hormiguitas a los turistas visitando la cascada en la que habíamos estado hace un rato.
Sin planearlo, nos pareció a todos un sitio estupendo para parar un rato, almorzar y hacer la ansiada foto de grupo para la memoria.
Desde el mirador, descendimos parte del grupo por un sendero y parte por un barranco, acabando cada grupo a un lado de una valla con carteles que indicaban la presencia de reses bravas. No llegamos a tener muy claro cuál de los dos grupos iba por el buen camino..
Después del laberinto de vallas, puertas y más vallas, acabamos saliendo de nuevo al GR para recorrer los últimos tres kilómetros de llaneo y bajada hasta llegar a los coches, aún a una hora razonable para darnos otro pequeño homenaje gastronómico en Riópar o en algún pueblo del camino.
Y aquí se acaba la escapada manchega. Muchas gracias a todos los participantes por su buena disposición y sus inagotables ganas de disfrutar de la montaña.
Coordinadora: Sara Díaz