BTT. Románico Palentino y las Tuerces
A.D. Grupo de Montaña Pegaso
15 y 16 de Mayo de 2021
Ilusión, energía, sonrisas y mucha emoción. Con estos ingredientes como plato principal comenzamos esta excursión de fin de semana, tras semanas y semanas, ¡¡meses!! sin poder movernos con algo más de libertad. Rumbo hacia la vecina Comunidad Autónoma de Castilla y León, contra viento y marea, arrastramos ilusiones ante cualquier impedimento para verlas rodar.
Así emprendimos los 22 pegasianos nuestra ruta para visitar el románico palentino y su maravilloso paisaje, donde nos entretendrá especialmente, el Geoparque de las Tuerces, por el que realizamos ruta el segundo de los días, y que gratamente nos sorprendió con su amarillento color primaveral entre ramos en flor y siembras de colza.
Es viernes y vamos llegando escalonadamente a orillas del río Pisuerga, siendo recibidos con una amabilidad exquisita por el anfitrión del hotel Molino de Salinas.
Ese día la cena la hacemos en un acogedor lugar bar la Casa de las Campanas, regentado por Viti y un anónimo cocinero con buena mano, que nos agrada con la decoración y sabor de sus platos.
Aproximadamente sobre las nueve y media de la mañana y tras un buen desayuno, emprendemos ruta hacia nuestro románico palentino 20 de los 22 que hemos hecho este viaje. Una disfrutará de esta estancia relajada y de los alrededores, y otro, Raúl, supervisor y vocal de la sección BTT del Club, nos hará el honor de servir de coche escoba.
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Sin embargo, queda a buen recaudo este grupo de bikers, ya que Jorge, siempre dispuesto a ayudar, cerrará el grupo, quedando integrados y encargados de otras emisoras Jon, Elenita, Mikel y la presente entre otros.
Y ¡venga os contaré otra cosa! Somos mayoría de mujeres en esta primera salida de bici que se puede realizar fuera de la capital desde septiembre, que volvieron los cierres perimetrales con toda esta historia del virus.
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El día amanece nublado y con llovizna amenazante, pero ¡qué importa ante las ganas de dar pedales!
Cruzamos el puente del río de Salinas de Pisuerga hacia Barcenilla, y surgen las primeras paraditas, emocionados ante los primeros símbolos del románico de altura en la comarca de la Montaña.
Es la Ermita de Santa Eulalia, reducido templo de exquisita realización y cuidadas proporciones, especialmente en su ábside, que culmina esta ermita de nave única, y que se rodea de unos capiteles de muy sencilla hechura, con una decoración geométrica y vegetal.
Continuamos para ver la Iglesia de Santa Cecilia en Vallespinoso de Aguilar, evitando bajar al municipio de Aguilar de Campoo, quedándonos contemplando su embalse repletito de aguas de abril y mayo. Será aquí donde dos de los integrantes del grupo acortan unos kilómetros los 56 y pico de la ruta, pero después volveremos a coincidir..jpg)
El buen rollo se refleja en las fotos y en nuestras caras.
¡Vamos, seguimos! En el pueblo de Villavega de Aguilar existe otra joya románica, la Iglesia de San Juan Bautista, donde el grupo se parte en dos subgrupos, de nueve y nueve participantes, separados por una parada de avituallamiento. En poco tiempo en la iglesia de San Andrés en Matalbuena nos volvemos a reagrupar.
Es la iglesia de Santa Marina con un enclave acogedor en lo alto, arco abocinado y una sobria puerta de madera, un buen marco de fotos donde descansar un rato e intercambiar opiniones. Decidimos que tubelizar las ruedas es mejor que pinchar dos veces en una misma ruta, jajaja, ¡ánimo con ello!
Parece que la “ruta Calleja” ha gustado, incluso hablamos con la señora que con él subió en su helicóptero, hazaña que recuerda la señora a con sus 91 años como algo inolvidable.
Cena concertada en el hotel con postre casero de cuajada. Momento para comentar las jugadas. Buen grupo, amable y divertido.
Segundo día de ruta por el Geoparque de las Tuerces, y parecía que el día iba a ser meteorológicamente más fresco y lluvioso. Bruma y niebla nos acompañan al salir del hotel, pero el tiempo también estaba contratado, así que nos dirigimos hacia Santa María de Mave.
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Nuestra primera subida para calentar piernas desde Olleros de Pisuerga apunta hacia el Castillo del Monte Cildá a 988 m., donde unas vistas nos sorprenden frente a un hermoso cañón.
Y si de cañones se trata, el de la Horadada no lo es menos. Para acceder a su punto más alto, tenemos que hacer un poco de bicipata, pero encantados y avanzamos por la ribera más alta del Pisuerga, atravesando un imponente agujero en las paredes de este cañón.
Llegamos a Las Tuerces, a través de una cómoda pista de arena, que nos hace apretar más las piernas en su parte final. Antes de adentrarnos en el Geoparque, parada de reagrupación y avituallamiento.
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Entre ramos y geométricas formas pétreas, la que escribe y su medio limón esperamos al cuidado de algunas bicis para que puedan disfrutar del terreno en algunos sitios donde no es lo propio hacerlo con nuestras bicis.
Continuamos hacia el Castillo de Gama (1078 m.). Y ahí está ella, una de las nuevas incorporaciones al grupo, bajando por el pedregoso terreno alardeando humildemente de su control con la bicicleta en los descensos.
Como último punto destacable de la ruta, estaba esperándonos la Ermita rupestre de San Pelayo, excavada por la mano del hombre en una roca arenisca y donada por doña Urraca en el año 1155 a favor de un ermitaño, y que incluye una pequeña ermita-cueva con una capilla y dos hornacinas en su interior..JPG)
Ya queda poquito para finalizar esta ruta, disfrutamos los últimos kilómetros de cuestas abajo por buenos caminos y pistas, y aunque volvemos al punto de inicio, y cada uno marchará a su destino en un fin de semana, donde se ha movido mucha gente para disfrutar de su libertad, el buen rollo del grupo hace que aún queramos comer juntos y comentar esta experiencia.
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Un placer organizar salidas así, que desde hace un año llevaba esperando.
Agradecérselo al Club y al responsable de la sección por permitírmelo, pero sobre todo a la gente que con una sonrisa hace que la vida sea más amable.
Paloma Jiménez
Coordinadora de la actividad
