En el camino de subida vimos como una mujer sufría un accidente mientras esquiaba de bajada y el contratiempo nos retuvo un poco hasta que conseguimos que llegase un equipo de asistencia. Después de esto, continuamos nuestra ascensión.
Al llegar las cotas más altas, pudimos comprobar que el suelo estaba repleto de “plumas de hielo” y decidimos hacer el último tramo de subida con crampones. Cuando llegamos arriba y pudimos observar las impresionantes palas de la vertiente sur, comenzamos ha hacer cábalas sobre cuales eran los mejores lugares para deslizarnos por esa nieve virgen. Unos decidieron bajar directamente por esas suculentas palas, devorándolas cual niño frente a un pastel, otros se acercaron al Pico del Lobo conteniéndose para hacer lo propio más tarde. Algunos las bajaron por lugares distintos y no falto de quien se hubiera quedado allí más tiempo de no ser porque el sol nos iba anunciando que el día tocaba a su fin. Así que con una amplia sonrisa por la satisfacción del disfrute remontamos de nuevo el desnivel para iniciar la bajada por la vertiente norte, deslizándonos por las plumas de hielo que se pudieron esquiar mejor de lo que parecía inicialmente.
Cuando llegamos a la altura de la estación de esquí, nos encontramos con las pistas cerradas y esto nos permitió disfrutar de las ellas para nosotros solos hasta quitarnos los esquís a escasos metros del bar donde pudimos regocijarnos charlando sobre las impresiones que el día nos había deparado y cual sera nuestra próxima aventura travesera.
Seguiremos haciendo actividades todos los fines de semana que la meteorología lo permita y hasta que se derrita la última pala de nieve. Si te quieres unir al grupo, escribe a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
http://montanapegaso.com/kunena/actividades-de-pegaso/54-grupo-de-esqui-de-montana