El día 2 de enero, alquilan equipo las personas que lo necesitan y nos dirigimos impacientes a realizar las primeras bajadas, nos encontramos con un tiempo fantástico, ni una nube, y con una calidad de nieve muy aceptable, y con la estación prácticamente abierta.
En el grupo tenemos dos debutantes que son Elvi y Pilar, que deciden contratar clases, David y Esther están pendientes de ellas, aconsejando y realizando las primeras bajadas con ellas.
Durante toda la semana se mantienen el anticiclón, y las perfectas condiciones climatológicas, ni viento, ni una nube, ni niebla…. Y la estación prácticamente vacía, por lo que no hay esperas en los remontes….llegar y volver a subir…..
La estación esta en un valle espectacular, rodeada de montañas.
La mayor parte esquiamos en grupo, y Esther se encarga la mayor parte del tiempo de guiarnos y darnos consejos técnicos, dado su gran nivel de esquí, y su paciencia y generosidad con todos, siempre dando explicaciones y ayudando, igual que David, que nos da algún truquillo e indicación, para llevar una buena posición, y técnicas para pasar por algún sitio complicado como la pluma, que practicamos interesados.
La semana va pasando entre risas, bromas a nuestra surfera sobre todo que nos hace bañeras en la pista, alguna caída sin consecuencias, o algún marrón en una pista negra llena de bañeras, donde Esther tiene que ayudar a alguno que se bloquea y se pega una buena talegada afortunadamente sin consecuencias (bueno fui yo, tengo que reconocerlo solo se me daño el ego de esquiador).
Disfrutamos de ver esquiar a Iker, el participante más joven, que además de un estilazo envidiable, da unos saltos espectaculares acrobáticos que nos dejan impresionados, además de acompañarnos siempre de buen humor y guiarnos en alguna bajada, siempre se aprende al ir detrás de alguien tan bueno.
Por las noches nos reunimos a charlar, y a bailar, Iker no es solo un gran esquiador, sino que afortunadamente es DJ, así que las tardes y noches, nos reunimos a bailar, y a comentar las anécdotas de la jornada. Raúl nos da una clase de rueda cubana, y comprueba que para alguno eso es más difícil que bajar una negra esquiando de espaldas, aunque sí que hay alguna que se defiende a la perfección, nuestra rubia da la cara y demuestra en la pista de baile tanta coordinación y buen humor, como en las pistas de esquí.
Sorprende la rápida evolución de nuestras compañeras debutantes, Elvi y Pilar, están entusiasmadas y enganchadas al esquí, y con planes de volver a esquiar en un futuro, hemos ganado a dos esquiadoras más.
Las noches de Piau tenían una belleza impresionante, la ausencia de nubes y una luna casi llena, bañaban la estación y las montañas que la rodean de una luz especial, se notaba una energía que te envolvía, salir a pasear compensaba, pese al frío nocturno.
Los días pasan, y nos tenemos que volver a Madrid y Guadalajara, ha sido una semana de reencuentros con amigos, y de hacer nuevas amistades, de compartir buenos momentos.
Quiero agradecer a todos la colaboración y el buen ambiente que hemos vivido, es un lujo ir con personas así.