A.D. Grupo de Montaña PEGASO
Cordales
Marcha de los Inocentes.
Lunes, 26 de diciembre de 2022
Después de recoger a los participantes en las distintas paradas, nos hemos juntado 49 personas. De las cuales somos 34 hombres y 15 mujeres.
Nos dirigimos en esta ocasión al embalse de La Jarosa, lugar donde queda estacionado el bus por si fuese necesario, por parte de algún participante en caso de emergencia.
El comienzo transcurre a la vera del arroyo de La Jarosa. Tratamos de escapar indemnes de las zarzas que prosperan en sus márgenes, en muchos casos debido al escaso paso por ellas de personas y ganado, lo que hace que se desdibujen los antaño existentes senderos.
El grupo progresa adecuadamente y no mucho más tarde empieza a llegar a Cabeza Lijar la avanzadilla. Sin embargo, el grupo de la escoba acumula algo de retraso y tenemos que encaminarnos al Collado de la Cierva para recuperar algo de terreno.
Camino al Cerro de la Salamanca, varios grupúsculos procedentes de Cabeza lijar, nos van alcanzando. Llegamos juntos al Cerro y compartimos algunos frutos secos disfrutando del sol de diciembre al pie del ruinoso refugio.
No nos entretenemos en demasía y emprendemos el descenso al Collado del Hornillo. En este punto, el terreno vibra a nuestros pies y si darnos cuenta nos encontramos en medio de una estampida de vacas arreadas por un grupo de vaqueros entre los que se encuentra John Wayne que de forma cómplice me guiña un ojo, hace una mueca con la boca al tiempo que levanta ligeramente la cabeza, con la mano derecha el sombrero. La otra mano sujeta las riendas de un lustroso caballo.
Después de la ensoñación, sin remisión emprendemos la subida a Cerro Valiente. En el tramo final la pendiente se acentúa y obliga a tensar los músculos de las piernacas, acumulando cierto cansancio que se hace patente, a modo de protesta, por parte de alguno de los componentes del grupo. Por contra, el objetivo de este día especial “Cueva Valiente”, está ya muy cerca.
El momento de compartir viandas está próximo y atenúa ciertamente la aspereza en la garganta a base de salivación (me viene a la mente la campanilla y el perro de Pavlov).
Llegando a Cueva Valiente, apreciamos que el grupo se ha refugiado a sotavento del punto geodésico y como ya hemos llegado los últimos, empieza oficialmente esta comida-montañera-grupal que estos últimos años venimos celebrando en esta, la última salida del año de la Sección de Cordales.
Ha habido un poco de todo: tortilla, croquetas, empanada, embutidos, buen caldo, vinos, etc. De postre: turrones, polvorones, … variados dulces artesanos y alguna que otra tarta horneada para la ocasión. Todo se riega con sidra, hay que brindar y desear que nos veamos, en las mismas, el próximo año 2023.
Miro alrededor y empiezo a notar la acumulación de miradas en mi persona, y aunque no pocas personas me dicen que parezco el doble de “Brad Pitt”, no creo que ese sea el motivo de esta inquietante atención.
Ha llegado pues, el momento de comenzar con el sorteo de material que de nuevo, Juan José, nos ha donado en nombre de Soloclimb.
Se trata de diverso material: bidones para purificar agua, porta bidón, saco de compresión, magneseras y bragas de cuello para protegerlo del frío. En un comienzo la palabra más coreada es la de “tongo”, cosa que se va atenuando a medida que se van sacando las papeletas con el nombre de los agraciados. Para terminar, realizamos el sorteo del versátil y sabroso jamón que hemos podido conseguir de acuerdo al presupuesto disponible.
Hacemos la pertinente foto de las personas agraciadas con los diversos presentes y reanudamos el último tramo de caminata hacia San Rafael, donde nos espera el autobús para iniciar el regreso a Madrid.
Caminamos ahora por bosque, por terreno blando, sin pisar el erosionado camino que normalmente escoge la gente para acceder al pico de Cueva Valiente desde San Rafael. Descendemos sin dificultad, eso sí, comprobando el GPS de vez en cuando para mantener el rumbo adecuado de marcha.
Casi al final, tenemos que descender un pequeño cortafuegos que pone a prueba nuestras rodillas y la adherencia de nuestro calzado.
A su término, un camino pistero primero y una pista asfaltada después, nos deja, pasando por al lado de una urbanización de vistosas casas, a la entrada de San Rafael, donde se encuentra la Ermita del Carmen y el bús.
Para terminar con esta memoria, me gustaría agradecer el buen talante y la cooperación de todos los participantes, que hizo que nuevamente esta fuese una jornada de buena hermandad, en la que pudimos compartir un buen rato, alimentos y buen humor.
Mis mejores deseos a todos para el 2023 y salud para disfrutar muchas veces de la montaña en compañía.
Coordinador: Jesús E. García Bermúdez