Salimos a las 7:00 h desde Canillejas con 22ºC, y tras las habituales paradas de Plaza de Castilla y Montepríncipe tomamos por la M-501 hasta Casavieja, no sin antes recoger en Santa María del Tietar a nuestra compañera Beatriz, que viene desde Valladolid para realizar con nosotros esta ruta.
Subimos en autobús desde Casavieja por la larguísima Avenida de la Constitución, hasta el punto de Inicio de la Ruta del Puerto del Alacrán (670 m), desde donde comenzamos a caminar. Una roca al pie del camino nos facilita los datos de distancia, desnivel, dificultad y tiempo de esta primera parte de nuestra ruta hasta el Puerto del Alacrán (1776 m).
Comenzamos sobre las 9:30 horas, dispuestos a afrontar un caluroso día, que no lo fue tanto como se preveía, e incluso cayeron algunas gotas cuando ya estábamos en el Puerto del Alacrán. Al principio amplia pista entre frondoso bosque que pasaba a ser senda a medida que ganábamos altura.
Larguísima subida, aunque tendida, de las que no dan tregua. Gracias a que todavía caminamos bajo la agradable sombra de los pinos, de los que vimos algún enorme ejemplar.
Haciendo algún descanso para recuperar el aliento, en una de las dos fuentes que encontramos junto a la senda.
En la foto, Cesar bebiendo a la antigua usanza con el “tiesto”, recipiente receptor de la resina de los pinos y fácil de encontrar aún en manantiales y fuentes de estos montes para usar como vaso.
Sobre la cota 1.500 abandonamos el bosque que hasta aquí nos había protegido del Sol, para continuar por la senda bien marcada y de fácil caminar, entre alto piorno hasta alcanzar el Puerto del Alacrán, donde aprovechamos para reponer fuerzas y hacer un breve descanso.
En el Puerto del Alacrán, ponemos rumbo Oeste dejándonos llevar por las varias sendas hitadas que por el cordal discurren. En nuestro caminar por la cuerda, vamos alternando las vistas en unas ocasiones al sur sobre el valle del Tiétar y la sierra de San Vicente, en otras al norte sobre el valle del Alberche y la sierra de la Paramera, en continuos pero cortos tramos de subidas y bajadas sobre las formaciones graníticas típicas de la Sierra de Gredos, hasta alcanzar el Risco del Remolino (1768m). Desde aquí ya tenemos vistas frente a nosotros del Púlpito (1915m) que alcanzamos en unos 15 minutos por terreno ascendente.
Parada para comer, disfrutar de las vistas sobre ambos valles y cumbres cercanas, algunas fotos del grupo y comienzo de la larga bajada.
Desde la cumbre del Púlpito, bajamos por la senda de fuerte pendiente hasta las proximidades del Puerto de Mijares, donde tomamos rumbo sur junto a la alambrada de espino, en busca del antiguo camino que en siglos pasados era de enorme importancia para la trashumancia entre Ávila y Extremadura y para las relaciones de complementariedad entre el Valle del Tiétar y el Valle del Alberche.
Este antiguo camino discurre paralelo a la Garganta de las Tejadillas teniendo que cruzarla en varias ocasiones, aunque en esta época del año, estos pasos no ofrecen ninguna dificultad. Según vamos perdiendo altura, la senda se hace más tendida y el calor se acrecienta notablemente, sobre todo hasta alcanzar la parte final de la bajada donde de nuevo aparece el bajo bosque protegiéndonos de los rayos solares hasta salir a la carretera ya muy cerca del pueblo de Mijares, donde terminamos la ruta.
La gran mayoría del grupo, como colofón, tuvo tiempo de disfrutar del entorno de las piscinas naturales del pueblo, antes de emprender regreso a Madrid sin ningún tipo de incidencia.
Organizador: Antonio Z.
