Asun y yo aprovechamos el trayecto para informarnos sobre el estado de forma de las 5 personas que se estrenaban con esta actividad en el Club. Llegamos al Santuario de Chilla a las 10:00h.
Javier Santos actuaría como coordinador de seguridad en la cabeza, Asun en los medios y yo en la cola. El último participante comenzó a andar hacia las 10:15h.
Después nos enteraríamos de que el encargado del restaurante aledaño al parking donde el autobús obligó a Samuel, su conductor, a estacionarlo en otro área, con lo que las 9 horas de paralización empezaron a computar a partir de las 10:20h.
La primera parte de la ruta se hizo especialmente dura, salió un día caluroso, con vientos flojos, y además, nos encontramos con que los tramos por los que discurría la primera parte del track estaban invadidos por helechos y piornos.
Todo ello nos obligó a un sobresfuerzo que de una manera u otra nos pasó factura a casi todos, de hecho, en diferentes puntos de la ruta 16 compañeros se dieron la vuelta.
Yo mismo me planteé también hacerlo cuando me quedé solo en la subida al Sillao de la peña de Chilla. Al final, opté por seguir, y pude enlazar con la retaguardia del grupo. Al cabo de un ratito nos quedamos Juanjo y yo solos, y ya subimos juntos hasta la portilla Bermeja, donde nos reagrupamos con el grueso de la gente que había decidido hacer la ruta entera. El último tramo de la subida me costó horrores. Muchísimas gracias a Juanjo, buen montañero y mejor compañero, que me hizo de “globo”.
Ya bajando hacía el refugio Elola, algunos compañeros me comentaron que habían subido al Almanzor por las Canales Oscuras, y bajado por la Portilla del Crampón. Otros habían subido y bajado a la cima por la portilla Bermeja. Ninguna de las 2 variantes estaba incluida en el programa de la actividad.
Como teníamos un pequeño margen de tiempo, algunos optamos por parar a descansar en el Elola. Fue una buena decisión: Me tomé una Mahou fría que me supo a gloria, y conseguí recuperar las fuerzas, aún no sé cómo, para subir los Barrerones cómodamente. Después, una corta parada en la fuente de los Barrerones para rehidrarnos, y ya toda la bajada de un tirón.
Todo el mundo llego a la Plataforma de Gredos antes de las 20:00h, según el horario previsto. Dado lo ajustados que estaban los tiempos, y la exigencia de la ruta, este hecho muestra a las claras la responsabilidad y seriedad de todos los participantes, tanto de los que decidieron hacer la ruta completa, como de los hicieron una parte.
Hasta que llego el autobús, hacía las 21:10h, nos dedicamos a tomar 1, 2, ó 3, ó 4 más que merecidas cerves. Llegamos a Madrid con un retraso significativo sobre el horario previsto. La desviación se produjo porque Samuel, el conductor se vio obligado a salir del santuario a las 19:20 h, como indicábamos, y sobre todo, porque el viaje entre el santuario y la Plataforma se demoró 1:50 h, frente a la 1:20 h que había estimado.
Como los tiempos de conducción eran muy ajustados, estos 30 minutos de diferencia nos llevaron automáticamente a tener que hacer el descanso de 45 minutos que marca la reglamentación.
En fin, sólo me resta dar las gracias a todos los participantes por la buena disposición que tuvieron en todo momento, y su indulgencia con los fallos de planificación que la ruta tuvo.
Coordinador: Alfonso Martínez