Llegados al puerto del Peón, un breve tentempié para recuperar fuerzas y unas fotos con el espadar de los Galayos como fondo. Visto desde aquí parece imposible que se pueda pasar a pie por allí, pero recordamos alguna ocasión en la que lo hemos hecho. Tras este breve descanso, nos ponemos en marcha de nuevo dirección a La Mira, uno de los objetivos del día de hoy.
Seguimos caminando, alternando bajada y subidas, pedregales y praderas de montaña, fuentes y la triste vista del refugio de los Pelaos completamente en ruinas. Una lástima. El día acompaña, la temperatura es agradable, el viento, que era una de nuestras mayores preocupaciones no es nada fuerte, y las nubes son pasajeras, de momento no amenaza lluvia. Y llegamos al torreón de La Mira, donde nos deleitamos con la vista de los Galayos y una buena vista del valle del Tietar. Alli coincidimos varios grupos, unos llegamos, otros ya se van y a algunos ya habían salido hace rato. El grupo de cola aprovechamos y comemos, es un lugar y un momento perfecto para ello.
Estamos a algo más de la mitad de la ruta, echamos a andar siguiendo el cordal. Pasamos por el Risco Pelucas, y disfrutando de nuestra marcha llegamos a Los Campanarios, desde donde como habíamos previsto para nuestro grupo nos desviamos buscando la zona media de la garganta de Parado Puerto que finalmente nos llevará a la Plataforma.
Los diferentes grupos que nos preceden continuaran siguiendo el track hasta el puerto de Candeleda, el refugio del Rey y ascender hasta el Morezón, el segundo de los grandes objetivos de hoy.
Poco a poco nos vamos acercando a nuestro destino, mirando esas nubes que nos amenazan y a veces parece que nos persiguen, aunque no nos llegaron a mojar realmente, salvo algunas gotas sin más. Parte final y agradable de la ruta que nos permitió caminar y charlar mientras disfrutábamos de los montañosos paisajes gredienses, solamente interrumpida por el inesperado traspié del más veterano de nuestros compañeros. Poca cosa, unos rasguños, una pequeña cura y a seguir. Este hombre es envidiable.
Y finalmente la Plataforma, donde nos espera el bus. Mientras vamos llegando unos y otros, tiempo para cambiarse de calzado, estiramientos, comentar la marcha, por supuesto tomar una merecida cerveza, charlar con amigos con los que no hemos coincidido en la ruta, vaya, buen ambiente.
Con adelanto sobre el horario previsto salimos para Madrid, con tiempo para descansar de la larga jornada desde que salimos por la mañana.
Agradeceros a todos vuestra participación, colaboración y ayuda, nos vemos en la próxima.
César Gil.