VIII Edición Cordales Pegaso 2016
La Pedriza Insólita
Domingo, 13 de noviembre de 2016
Después de la expectación levantada por lo insólito de esta actividad, en el cordal anterior ya preguntaron muchos participantes con interés, lista de espera desde el primer día que se abrió la inscripción y lleno el bus. No se pudo ampliar por los permisos de entrada al Parque.
El viaje breve, casi sin poder hacer comentarios de última hora y recordatorios, tras pasar lista y ver que faltaba el Fundador, Benito. Un problema familiar durante la madrugada le había impedido venir, esperamos una pronta solución.
La semana anterior había sido lluviosa y hasta el día anterior no estábamos seguros de poder hacer la ruta principal, causa del interés. El domingo amaneció despejado y con algo de humedad ambiente, tres grados centígrados en Canto Cochino. El sol calentaba poco por la escasa elevación en esta época del año y además caminábamos por el hondo de los valles. Al llegar al desvío del puente de Llano Peluca nos separamos los de la opción larga y corta, viendo posible atacar la subida por las buitreras. La marcha corta se hizo con comodidad sin ningún tipo de problema.
Los de la larga, en la que algunos no estaban seguros de poder acometerla, se fraccionaron en grupos más pequeños; los hábiles ayudaron los menos y todos pudieron continuar el recorrido, no sin incidentes,
varios fueron los que se desviaron hacia los Riscos del Laberinto y eso que se había advertido en la información adicional y en el bus de que tuvieran cuidado. No dejó de ser un susto y una emoción al salir del despiste.
Varios resbalones sin consecuencias y satisfacción por salir de ésta. Desde el mirador pudieron contemplar la fauna de buitres, cabras montesas y otras aves. Se había programado en esta época del año por la proximidad a Madrid y la duración del día. La hojarasca caída de los robles estaba poniendo en peligro la estabilidad de los caminantes, la roca fría por la que había que trepar no ayudaba, pudiendo pasar todos con más o menos dificultad.
Pocos participantes de la larga llegaron al collado de la Ventana antes que los de la corta, momento que los más apresurados quisieron comer para llegar pronto al pueblo. Otros nos quedamos esperando hasta que pasaran los últimos, la mayoría continuaron hacia las Torres, opcional de la larga que no quiso hacer ninguno de la corta Pregunté qué tal les había ido y las risas eran lo más frecuente, pocos fueron los que no se perdieron.
El recorrido hacia las Torres estaba bien, salvo la cara Norte de éstas en las que había algo de hielo por encontrarse en umbría. No hubo problemas para pasar y muchos subieron a alguno de los picos o a todos. La trepada es entretenida. La bajada se recomendó hacerla por el mismo recorrido. Aun así, algunos quisieron buscar una alternativa, aunque se dijo en el autobús que no se hiciera por lo empinado del terreno y resbaladizo del pasto. La consecuencia es que tuvieron que regresar al comprobar la dificultad y les demoró, haciendo un plus de desnivel que no estaba previsto. En este grupo iba una menor de edad con su padre, profirió algunas quejas por el cansancio. Cosas de críos.
Hacía una mañana extraordinaria para disfrutar de la montaña, quienes no quisieron seguir a las Torres y el coordinador, obligado por las normas de seguridad del Club a hacer de escoba de la corta, tomamos el sol placenteramente. Al llegar los últimos y asegurarnos que sólo faltaba un pequeño grupo de expertos montañeros que habían optado por una variante, bajamos hacia Soto del Real por el Lomo, parando a comer en un risco soleado. Por el pinar no se veía ninguna seta, aunque hubo quien se tiró a cogerlas. Vimos algunos seteros caminando pero con la cesta vacía, las lluvias habían sido unos días antes y no habían crecido todavía.
Al llegar al Hueco de San Blas, los últimos de la marcha larga comunicaron por radio que estaban en el collado de la Ventana, les sacábamos unas dos horas. La preocupación era que a nadie se le hiciera de noche por el camino. Al menos, sabíamos que llegarían con luz a la pista forestal.
El último tramo por la pista es pesado pero no queda más remedio que transitarlo o meterse por las dehesas cercadas. Los alrededores de Madrid es lo que tienen. Al llegar a las inmediaciones de Soto surgió la duda, seguir el track por el GR o atajar. Había impaciencia por terminar la caminata. Llegaron más tarde los que atajaron. Al llegar al parque de la Dehesa Boyal terminamos, la última pega fue encontrar el bus, estaba aparcado en las inmediaciones, junto al colegio. Tras cambiarnos de calzado fuimos a visitar los bares próximos de la plaza. Nos fuimos agrupando hasta ocupar media terraza de la pastelería. Al sol se estaba francamente bien. Los últimos tuvieron que colocarse en otro establecimiento, disfrutando de la ansiada cerveza. LeoVegas Casino En Chile: https://casinoschile.info/leovegas/ La menor bebió un batido con un bollo recuperador, estaba cansada y no era para menos, hizo la ruta larga como una intrépida montañera. Felicitaciones.
Cuando llegaron los últimos, aun de día, se refrescaron ya dentro del bar al bajar las temperaturas y rápidamente regresamos a la urbe, satisfechos con el día de montaña.
Coordinador: ManuC
Fotos: AntonioZ, VicenteS