TOUR DEL MACIZO DEL VIGNEMALE - 2017
12 al 15 de agosto de 2017
Ha llegado el día..... Después del tiempo de preparación que ha llevado la actividad, de la promoción singular que se ha hecho de la misma, de las expectativas creadas para poder inscribirse y lamentablemente del número tan grande de socios que se han quedado en lista de espera sin poder obtener una plaza; la caravana de participantes se pone en marcha el viernes 11 de agosto desde diversos orígenes de la geografía española hasta el lugar de concentración en el entorno del maravilloso Valle de Bujaruelo, concretamente en San Nicolás de Bujaruelo y en el albergue del mismo nombre.
En la tarde y noche van llegando los participantes, hasta los 30 inscritos, a los que ya se les había previamente asignado la habitación donde debían pernoctar. Es un albergue coqueto que induce a un sueño reparador para afrontar las jornadas sucesivas.
1ª etapa: Sábado día 12.
Se había previsto que el desayuno fuera a las 7:30h, y los 30 participantes van degustando el desayuno que el albergue ha preparado. Casi con puntualidad espartana, la primer etapa de este circuito se pone en marcha a las 8:00h desde el Albergue de Bujaruelo hasta el refugio de Oulettes de Gaube.
Antes de iniciar la ruta, uno de los participantes argumenta que ha pasado una mala noche, que se siente acatarrado y que en previsión de no forzar su salud decide abandonar la actividad y regresar a Madrid. Contratiempo que se añade a que esa persona era uno de los que había puesto el coche a disposición de otros tres participantes. Solventado el asunto de los tres componentes que se quedaban sin coche de regreso, se comienza el inicio de la ruta, de este primer día, a las 8:11h.
Estamos a 1338m.s.n.m, como nos indica la placa que existe en el frontispicio del propio albergue. Cruzamos el puente romano, situado sobre el Río Ara y que da paso a la orilla derecha del propio río, donde inmediatamente observamos una indicación en piedra de la dirección a tomar para ir hacia el Collado de los Mulos con un tiempo estimado de 5h.
Al comienzo la senda es arbolada y a esta hora de la mañana es muy agradable su tránsito por ella. El día es soleado y luminoso y la temperatura es buena y al poco tiempo la mayoría de los participantes deciden irse desprendiendo del pequeño forro con que salieron del albergue.
La pendiente de la senda será suave durante todo el recorrido hasta llegar al circo final que da paso al Col de los Mulos y va corriendo paralela al propio rio Ara. No hay pérdida de identificación, porque la senda es muy evidente y solo en algunas amplias explanadas es necesarios visualizar los hitos que confirmen el camino.
Un kilómetro adelante desde el inicio, dejamos a la izquierda el desvío que nos conduciría al valle de Otal y en cuyo circo final están las cumbres del macizo de Tendeñera.
A la altura de esta desviación que cruza el Ara, se encuentra el Puente de Oncins, zona de pozas con aguas cristalinas.
Al transitar por el km 2 del itinerario dejamos la pista más ancha, momentáneamente, para hacer un atroche por una senda que no da tanta vuelta, pero que nos exige, en su tramo final para coger de nuevo la senda ancha, que tengamos que recurrir a poner las manos a fin de alcanzar de nuevo la pista.
Son solo un pequeño tramo que se realiza sin ningún tipo de dificultad, pero que nos incentiva el propio caminar de la mañana.
Volvemos a la senda y a pocos metros e esa peripecia, nos encontramos a la vera del camino, un monumento de plancha de hierro, dedicado a la memoria de un soldado que dejó su vida en el año 2016 en la función de rescate de un montañero sepultado por un alud de nieve.
El recorrido se hace muy llevadero, aunque siempre con pendiente suave de ascenso y discurriendo la senda entre pinos y abetos. La expedición de los 29 participantes se ha ido alargando y en cola solo quedamos ocho personas, entre ellas los dos que hacemos de escoba, Arturo y yo mismo. En todo momento comprobamos que todos los participantes que van en cola estén visualizados.
Cuando llevamos unos 5 km recorridos, dejamos a nuestra izquierda el puente metálico de Ordiso que lleva al Valle del propio nombre.
Así mismo, nos encontramos con a la vera de la senda con la cabaña de Ordiso. Construcción en magnificas condiciones y que sirve de refugio a montañeros en tránsito por el Valle del Ara.
Se prosigue en suave ascenso por la misma orilla del río recorriendo las praderas de la ladera oriental del Valle del Ara, que forma parte del trazado del GR11, dejando a la derecha los barrancos, de Cardal, de Abé, Labaza y Muxares y Planobé. Ya llevamos la mitad del recorrido del día (8,85 km - altitud de 1800 m) cuando aparece el Refugio del Cerbillonar. Refugio No guardado con capacidad para 5 personas. Construcción hecha en piedra y que mantiene una estructura original, con un nivel de conservación muy bueno.
El entorno hace justicia y se encuentra en una explanada amplia a las faldas de la cara sur del macizo del Vignemale y ya en las cercanías del collado de los Mulos, frontera entre España y Francia..
Se continúa por la misma margen del río, dejando a la izquierda el Valle de Ordiso (con pista) y los dos barrancos de Batane, que convergen en el río Ara en las cercanías de la Mallatta Batanes (11km - 2.000 m - 3h 30´), pista que nos llevaría al Puerto de los Brazatos, a los embalses de Batanes y finalmente a Panticosa.
Nuestro camino sigue de frente en dirección N, dirección que seguiremos hasta el circo final del Ara (13,5km – 2350 m) donde tuerce a la derecha, E, para remontar el collado de los Mulos (14,5km - 2.587m - 6h.), previamente hemos pasado un pluviómetro a la vera de la senda, con una estructura metálica de enorme altura que queda a nuestra izquierda.
Son aproximadamente las 14:00h cuando alcanzamos el Col de los Mulos (2587m), aunque previamente lo ha hecho la mayoría de los componentes de nuestros participantes. En la subida al col nos hemos encontrado con algunos participantes un poco retrasado del grupo cabecero. Hasta este punto hemos recorrido 15,3 km desde el inicio. En el Col hacemos una parada para comer y disfrutar de las hermosas vistas que esta altura nos ofrece y que el tiempo extraordinario nos permite. Las que hemos dejado atrás, el valle del Ara y las que vemos del frente el Valle de Oulettes de Gaube. Se ha llegado al punto culminante de la jornada y ya solo nos queda comenzar el descenso pronunciado que nos llevará al fondo del Valle de Gaube.
Dejamos España por el Col de los Mulos y entramos en Francia. Empieza el descenso de 400 m que, en 2 km, nos llevará al Ref. de Oulettes de Gaube (16,5km - 2.151m - 1h.), desde la que visualiza la impresionante cara N del Vignemale. La bajada se hace bien, aunque la inclinación es bastante pronunciada, pero por las zetas trazadas se hace asequible.
A la derecha de nuestra bajada ya se ven las rocosas paredes del Macizo del Vignemale, verdaderas murallas que circundan todo el fondo Valle de Gaube y con los glaciares de Gaube a la derecha y el del Petit Vignemale a la izquierda. Bajamos por una pedrera que requiere atención pero sin dificultad alguna.
Al llegar al fondo del valle contemplamos la majestuosidad del circo de Gaube y su entrañable Refugio des Oulettes.
Son las 15:15 h. cuando terminamos la ruta, aunque todavía tardarán unos minutos más los que vienen en cola con las escobas.
Tras aposentarnos en el alojamiento que el refugio ha destinado para el Grupo Pegaso, dedicamos la tarde al descanso y preparación para la jornada siguiente.
DATOS:
Distancia recorrida: 17,27 km.
Desnivel: + 1391m / -570m
Altitud mín/máx: 1338m / 2595m
Tiempo: 7:11h.
En la cena aprovechando que era la primera noche en que todos los participantes estábamos alrededor de una mesa, me dirigí a todos para dar la bienvenida, agradecer su presencia en esta travesía y desear que la misma transcurriese de forma satisfactoria para todos y al mismo tiempo impartir algunas recomendaciones para el día siguiente. Esto se iría repitiendo noche tras noche.
2ª etapa: Domingo día 13.
Esta mañana de domingo el desayuno en el Ref. de Oulettes lo tenemos previsto a las 7:30h. Buena hora porque la jornada en su itinerario general es bastante dura y larga, si bien hay una alternativa corta que solo cinco participantes de los veintinueve que somos optamos por ella.
Es por ello que este relato hará la descripción de la ruta corta por la que yo mismo transité.
Amanece el día claro y enfrente del Ref. de Oulettes observamos las paredes rocosas del macizo del Vignemale, clareándolas el sol del amanece en sus alturas, dando una imagen bucólica del entorno que contemplamos. No puede ser más espectacular el circo que que nos saluda en la mañana.
Desayunamos en el tiempo previsto e iniciamos la ruta a las 8:13h. La senda sale a la izquierda del refugio y discurre por el GR 10, cuyas marcas señalizan la totalidad de la ruta descrita. Comienza en ascenso progresivo a través de unas zetas que están bien perfiladas y que se ven desde lo lejos.
Es una suave pendiente que sin solución de continuidad y por espacio de alrededor de 3,5 km nos llevará a la Horqueta d´Ossoue (2734m).
Por esta senda se abandona el llano de Oulettes de Gaube, ganando altura por su ladera este. Una larga diagonal, primero, y un marcado zigzag, después, permiten ganar metros a la pendiente de forma sostenida. Se pasa junto a la Fontaine du Centenaire y, cerca del final de las lazadas, se deja a la izquierda el sendero que conduce hacia el Col d’Arraillé, donde la mayoría de la expedición del Grupo Pegaso tomará para realizar la travesía larga de la jornada por el Valle y lacs. de Estom.
Por nuestra parte y una vez alcanzado la Horqueta D´Ossoue (Collado), verdadero cruce entre dos hermosos valles, el de Gaube que acabamos de dejar y que vemos al fondo el Refugio y Lac de Gaube y el Valle d´Ossoue que nos encontramos de frente y que en jornadas sucesivas nos llevará al circo del Vignemale y de vuelta al valle de Bujaruelo,nos preparamos para la ascensión del día, a la cima del Petit Vignemale. Dejamos los macutos en la Horqueta y nos disponemos a recorrer un kilómetro en pendiente ya un poco más exigente que nos separa de la cima (3033m).
Las vistas que vamos teniendo, a medida que vamos ascendiendo hacía la cumbre, son extraordinarias, pues el día es lo suficientemente claro para ver en la lejanía los macizos pirenaicos de esta parte de la cordillera, toda la cuerda del Perdido y Marboré, con los Astazus al fondo y el Taillón y los Gabietos en primera línea. Visión espectacular de la puerta de Pirineo entre España y Francia por la "Brecha de Roland"
En el collado (Horqueta) abandonamos la senda del GR, que se dirige hacia el cercano y visible refugio Bayssellance para, por la derecha (Sur), continuar por una traza indicada con mojones que remonta la amplia ladera norte por una loma herbosa-pedregosa. La senda se bifurca en varios puntos, pero todas las opciones se dirigen finalmente al mismo lugar: la cumbre del Petit Vignemale, la cual alcanzamos hacía las 11:00h.
Hechas las fotos de rigor, volvemos los pasos y nos encaminamos de nuevo a la Horqueta para recoger los macutos y proseguir la marcha al refugio de Bayssellance que vemos a poca distancia.
Recorremos el aproximadamente un kilómetro que nos separa desde la Horqueta, tomando la bifurcación que sale a la derecha (dirección Este) y llegamos al Refugio de Bayssellance (2.651m), hacía las 12:00, dando por terminada la jornada de marcha del domingo. Todavía tendríamos que esperar varias horas y en algún caso hasta casi la hora de la cena, a las 19:00h, para que llegarán los últimos componentes provenientes del recorrido por el valle de Estom
DATOS RUTA PETIT VIGNEMALE:
Distancia recorrida: 6,1 km.
Desnivel: + 868m / -394m
Altitud mín/máx: 2187m / 3033m
Tiempo: 4:01h.
DATOS RUTA CIRCULAR VALLE DE ESTOM:
Distancia recorrida: 14,0 km.
Desnivel: + 1683m / -1200m
Altitud mín/máx: 2114m / 2760m
Tiempo: De 7 a 11 h.
Se echa la tarde y noche en el alojamiento más alto del Pirineo y aprovechamos después de cenar para relajarnos, algunos con el juego ya famoso entre los participantes de las travesías "el pumba" entre féminas y hombres, que siempre suelen ganar las mujeres y otros a comentar las incidencias de la jornada a la puerta del refugio contemplando la hermosura de la noche pirenaica.
Como es costumbre el retiro al descanso se hace rápido porque nos espera una nueva jornada montañera y los participantes van retirándose a descansar a sus literas correspondientes.
3ª etapa: Lunes día 14.
Amanece el día con buenas sensaciones, el tiempo acompaña una vez más, es el día central de nuestra travesía, es el "asalto" a lo más grande del macizo francés del Pirineo, es la culminación de unos de los grandes picos de la Cordillera, es en definitiva el objetivo para lo cual se ha programado la travesía por parte del Club "la ascensión a la Pique Longue".
El desayuno por condicionantes del refugio se hace en dos turnos, los primeros a las 6:30h y los segundos medía hora después o sea a las 7:00h, con lo cual la previsión de salida se establece a todo el grupo hacía las 7:30h.
Con puntualidad meridiana a las 7:33h comienza la marcha, no sin antes conocer por parte de algunos miembros de la expedición que se tomarían el día con cierta relajación y otras dos parejas del Grupo que han decidido dar por terminada la travesía y adelantar el regreso a Bujaruelo en un día.
La ruta comienza saliendo desde el refugio de Bayssellance con una bajada pronunciada en dirección a Gavarnie a fin de bordear el contrafuerte oriental del petit Vignemale. Se pierde una altura de alrededor de 220m en aproximadamente un km de recorrido, hasta tomar una desviación hacia la derecha, perfectamente identificable, en dirección W y por tanto dejando el camino que transita por el valle D´Ossoue.
La bajada tiene una senda muy bien marcada que en zetas sucesivas se va realizando tranquilamente. Divisamos en la lontananza el propio valle d´Ossoue y el macizo del Perdido y Marboré.
Una vez que hemos tomado la desviación a la derecha, se avanza por una ladera en senda cuya ascensión se va haciendo sin dificultad y que está muy bien marcada con hitos. Nos permite progresar sin entrar en la lengua del Glaciar que queda a nuestra derecha. La pedrera se transforma en una morrena rocosa que debemos de ascender poniendo las manos mejor que progresar con bastones. Se vadean sucesivos cursos de agua, para ir a dar con la cresta E de Montferrat.
Pasamos una primera zona de glaciar que por estar la nieve en buenas condiciones y ser bastante horizontal no nos es necesario colocarnos los crampones.
Estamos en el propio circo del Vignemale, aunque todavía no hemos alcanzado la altura del Glaciar y, por tanto, no tenemos la visión de las propias cimas que los circundan. Es momento de colocarse los crampones y poder progresar con seguridad. La mayoría optamos por seguir llevando los bastones porque no vemos necesario utilizar el piolet.
Vamos cruzando el glaciar en diagonal de izquierda a derecha hasta acercarnos a la pared de subida a la cima del Vignemale, que en la fotografía siguiente se ve al fondo y a la derecha con un color de tono más rojizo.
Conviene avanzar por la traza que cruza el glaciar en diagonal hasta la base de la Punta de Chausenque, pasando después junto al Pitón Carré. Una vez al pie de la cumbre ó Plateau (plataforma superior del Glaciar) (3.168m) se deja el glaciar para emprender la trepada final. El tramo inferior está pulido por el hielo, mas no constituye un obstáculo serio.
Nos quitamos los crampones, dejamos los macutos y bastones a un lado de la pared final e iniciamos la trepada de alrededor de 130m que tenemos por delante para coronar la cima del "Comachibosa" o Pique Longue. Trepada que es bastante vertical en sus primeros 70m (hasta los 3240m), nivel donde se sitúa la "Gruta Paradis", mandada excavar por el conde Russel.
En la trepada abundan las presas, pero la roca está muy descompuesta, de modo que existe riesgo de caída de piedras, por lo que se recomienda llevar casco en esta última parte de la ascensión. Como no hay una vía perfectamente definida, en caso de afluencia es mejor optar por las variantes menos frecuentadas.
La pendiente se suaviza a partir de los 3240 m de altitud y ya sin necesidad de poner las manos la trepada se convierte en suave pendiente que se progresa sin dificultad, y alcanzamos la cima del gran Vignemale (3298m) hacia las 10:30h.
Tengo que hacer en este momento una mención especial a la persona que hizo de "primero" conmigo en esta ascensión-trepada y que no fue otro que Fernando Díaz y por lo mucho que he aprendido con él durante estos días de convivencia montañera.
Las correspondientes fotos de la cima constatan el momento que disfrutamos algunos componentes del grupo. Unos lo habían alcanzado previamente y otros lo harían más tarde.
Nos dio tiempo porque el día acompañaba, a disfrutar un largo rato de la visión que nos rodeaba en los 360º alrededor. Una imagen indescriptible del Pirineo.
Tocaba empezar a bajar hasta la base de la pared, donde habíamos, dejado los macutos, bastones, crampones y piolet. Paso a paso y guiados (en nuestro grupo) de Fernando, fuimos descendiendo sin mayor contratiempo y teniendo precaución de que ninguna piedra que pisábamos o nos agarrábamos estuviesen sueltas o se movieran, para que de esta forma los pasos siguientes fueran seguros y por otra parte no provocásemos rodamientos de piedras que pudieran crear problemas a los que iban más abajo.
Llegamos a la linde del Glaciar y teníamos enfrente la segunda cima de la Jornada. Tras unos momentos de indecisión optamos por ir a ella y en consecuencia volvimos a colocarnos los crampones para traspasar la poca distancia que había del pie del Vignemale al collado de Cerbillona (collado de Miss Anne Lyster, por ser la primera persona que el 7 de agosto de 1838 alcanzo dicho collado ascendiendo desde el valle del Ara para ascender al Vignemale, por la vía que luego se llamaría "del Principe de la Moskowa”). Cargamos con las mochilas y nos encaminamos a pasar los escasos 100m que nos distaban del collado.
En dicho punto tomamos dirección oeste y en plano horizontal, pasando la cueva Villa Rusell (que vemos en una fotografía anterior, abierta en la cota 3205m y que en su construcción en 1882 estuvo cerrada por una puerta de color rojo), alcanzamos el collado de Cerbillona (3.200m), previamente hubimos de volver a quitarnos los crampones para ascender los últimos metros hasta el propio collado.
La subida al collado se hace por una pedrera de piedra pequeña en una pendiente moderada y que se suaviza a partir del collado y a partir de este punto en senda muy identificable se alcanza la cima del Cerbillona (3249m) cuando aproximadamente son las 11:15h.
Iniciamos la bajada, de nuevo hasta el collado de Cerbillona, donde al abrigo de un resguardo de piedras, aprovechamos para hacer una parada y reponer fuerzas. En este momento se une a nuestro grupo, otro de los grupos que haciendo el circo de cimas al revés (Naty y Antonio, Merche y Arturo, Chinto) empezando por el Montferrat (3219m), el pico Central (3235m), el Cerbillona (3247m) y que quieren seguir al Pic du Clot de la Hount (3289m) y al propio Vignemale.
La vuelta se realiza por el mismo itinerario, con lo cual hay que volverse a poner los crampones para cruzar el glaciar y después bajar por la morrena rocosa dejando la lengua del glaciar ahora a la izquierda. El vadeo de los cursos de agua ahora se hacen de bajada.
Alrededor del km. 8 del recorrido, optamos por un bifurcación a la izquierda, dejando a la derecha la senda que hicimos de subida, senda por la que habían transitado de subida Merche y Arturo, indicándonos que con ella nos ahorraríamos unos 200m de subida final. Aunque también se nos advirtió que durante un trecho bastante largo la senda se difuminaba e iba por la propia pendiente de la loma, lo cual comportaba ir con cierta atención para asegurar los pasos. Pasado este tramo el atroche vuelve a enlazar con la senda clara (GR) de subida, que hicimos de bajada por la mañana.
Nos queda por realizar el último esfuerzo de subida al alcanzar la senda GR de unos 130m para volver a llegar al Ref. de Bayssellance, cosa que hacemos alrededor de las 14:00h.
Hemos dado por terminada la jornada Grande de la Travesía y todos los componentes del Grupo Pegaso se sienten satisfechos del día de montaña realizado.
Toca descansar y ordenar cosas para mañana e iniciar el último día de la travesía.
DATOS:
Distancia recorrida: 9,1 km.
Desnivel: + 1130m / -1130m
Altitud mín/máx: 2429m / 3298m
Tiempo: 7:34h.
En los albores del Pirineísmo se ha cantado al Macizo del Vignemale en imnumerables ocasiones y así un tal doctor Fabas compuso una <Oda sobre el viaje de la reina de Holanda Eugenie-Hortense de Beauharnais> que el 25 de julio1807 atravesando el glaciar del Vignemale, se dirigía hasta Garvanie:
¡Es un hecho! En los Pirineos
los montes reconocen a su Rey;
a sus rivales predestinados
Vignemale impone su ley;
siempre desencadenado sobre su testa
los vientos, la nieve, la tempestad [...]
Alrededor de las 19:00h nos disponen la última cena en Refugio Bayssellance y como en aquella legendaria cena en las que nos sentamos todos a una mesa, menos los que en el día de hoy han adelantado su regreso, aprovecho en los postres para agradecer a todos los participantes los días de travesía compartidos, desear un feliz regreso y esperar una nueva y pronta oportunidad para poder volvernos a encontrar pos estas tierras pirenaicas en otra actividad que organice el Club.
4ª etapa: Martes día 15.
La mañana del martes se presenta con la misma calma climatológica que días pasados. El desayuno está dispuesto hoy a las 07:00h y todos juntos, no es necesario hacer varios turnos.
Tras el desayuno y con la misma puntualidad de días pasados, nos ponemos en marcha en esta última etapa de la travesía a las 07:31h. La temperatura es muy agradable, aunque a esta hora de la mañana y al inicio de la marcha apetece ponerse algo sobre la camiseta de manga corta.
La senda en sus primeros inicios desde el refugio Bayssellance toma dirección SE mirando hacia el macizo de Monte Perdido, Gavarnie y la Brecha de Roland. Se toma el GR10 (HRP) que venía del refugio de Oulettes. Es la misma senda ya conocida pues la hicimos ayer en el recorrido al circo del Vignemale Las zetas son largas haciendo la pendiente suave.
Llevamos un kilómetro desde el comienzo de la ruta y nos encontramos las "Grottes de Bellevue" (2.426m), perfectamente excavadas en roca (unas de tantas de las que el conde Russell mandó construir.
La ruta es un descenso continuado de alrededor de 5 km y está perfectamente perfilada por la loma derecha del Valle D´Ossoue, dejando a la izquierda el propio río que forma el glaciar del Vignemale y sus diversas y espectaculares cascadas que forman los desniveles del terreno .
En un tramo no relativamente largo la senda discurre por un tallado, suficientemente amplio, realizado en la propia roca de la loma que se transita sin ningún tipo de dificultad.
En el descenso nos encontramos con los barrancos de Montferrat (2,45km - 2.100m) y de Tapou (3,45km - 1.920m). Entre ambos se encuentra "Le Pont de Niege", un nevero perenne formado por las avalanchas y situado en el entronque de varias torrenteras.
Al llegar al fondo del valle cruzamos el río a la otra orilla por un puente de madera, bien conservado y que en unos centenares de metros nos llevará a la cabecera del "Barrage d´Ossue", verdadera presa sobre el río que vierte sus aguas hacía la localidad de Gavarnie. Hemos recorrido hasta dicha presa 5,24km y estamos a una altura de 1830m.
A la altura del muro de la presa la senda se bifurca realizando un giro a nuestra derecha en dirección S, que nos lleva a cruzar el muro por su base, pasando por un puente de hierro e informándonos en un cartel con la dirección a tomar para la "Cabane de Lourdes" y el "Lac de la Bernatoire". La senda comienza en ascenso suave y prolongado que recorre el inmerso, amplio y herboso valle de CANAU, con la Cabane de Lourdes al fondo. Este valle se extenderá hasta el propio Col de Bernatoire, que alcanzamos en el km 10 del recorrido y a una altura de 2329m. Identificado por un hito de gran dimensión. En el propio Col encontramos una placa pegada a la roca, donde se indica el "Lieu de passaje historique franco-Espagnol" (Lugar de paso histórico franco-Español .
El Collado de Bernatuara (en castellano), nos da paso al ibón del mismo nombre, enclavado en un circo cerrado completamente por farallones rocosos, como si fuera un cráter de un volcán inundado de agua. Para que los días de travesía fueran completos, en el momento de alcanzar el collado se desata una lluvia con granizo que dura escasos segundos pero que nos obliga a sacar el chubasquero y colocar el cubre mochilas.
Para realizar la entrada ya en la parte española, tenemos que descender al nivel del agua del Ibón y subir la loma que tenemos de frente, realizándolo por la derecha del propio ibón en nuestra dirección.
Rebasado el ibón de Bernatuara comienza el largo descenso hacia Bujaruelo siguiendo el Barranco de Sandaruelo. El descenso se hace rápido porque la senda pedregosa en sus primera parte tiene una pendiente considerable hasta llegar a la Plana de Sandaruelo (km. 12,8 - 1680m altitud). Continuamos el descenso y nos encontramos con las torres eléctricas que dan servicio entre España y Francia. Desde allí por el valle de Piñarroya llegamos a San Nicolás de Bujaruelo, punto final de nuestro circuito.
Son las 13:15h del martes día 15 de agosto.
DATOS:
Distancia recorrida: 15,6 km.
Desnivel: + 723m / -2029m
Altitud mín/máx: 1338m / 2650m
Tiempo: 5:45h.
Un epílogo final que se celebra con unas buenas cervezas en el propio albergue de Bujaruelo, esperando a que todos los participantes lleguen a esta meta, cosas que los últimos lo hacen alrededor de las 14:30h, para iniciar el regreso a los puntos de origen.
Un poético adiós
"Clausurar este viaje entre los rescoldos del Vignemale irá por cuenta de un poema de los declarados amantes de sus cimas...., como el bardo de Bagneres-de-Bigorre, Frederic Soutras, desde su obra póstuma Lac de Gaube (1889)":
"Del lago puro donde los montes se miran su cara oscura,
cuando la vista ha recorrido la superficie móvil,
cuando ha flotado largo tiempo
sobre esta onda azúrea donde, persigue la brisa,
el rayo siembra a lo lejos unas perlas que irradian
reflejos resplandecientes;
cuando se ha subido desde las bases hasta las nubes,
al Vignemale, rey de las montañas canosas, tus barrancos desolados;
cuando se ha quedado deslumbrado
por los esplendores de tus brechas,
y cuando están en el azul contadas todas tus flechas
de tus picos dentellados;
sí, cansado de seguir en vano al resplandor prestigioso,
que, cambiante y ligero, como un diablillo revoloteador
sobre los reflejos del agua;
sí, cansado de romper esquinas de la cresta,
busca el césped que reposa, se detiene
sobre una triste tumba!"
Coordinador: Don Pedro Cristóbal