A.D. Grupo Montaña Pegaso
Travesía por los Puertos de Beceite (Estels del Sud)
8 al 12 de noviembre de 2023
Hay ocasiones en que los astros se alinean para que todo salga bien. En esta ocasión, una conjunción de cinco estrellas: La primera, el grupo. Un grupo que se ha portado de maravilla, ninguna queja y colaborando en todo, compañeros aguantando la ruta a pesar de las rozaduras que harían abandonar a cualquiera, compañeros ofreciendo lo que disponían (analgésicos, bastones,…) para ayudar a otro compañero, colaborando y adaptándose a las exigencias de la ruta e incluso resignándose a subir a una cumbre si por las circunstancias podía suponer algún riesgo innecesario. La segunda, los alojamientos y sus gestores, excelente acogida, atención y servicios dentro de las posibilidades del lugar. Da gusto alojarse en sitios donde te reciben así. En tercer lugar, la meteorología, a pesar que daban previsiones de lluvia, la meteo ha acompañado y nos ha permitido hacer la ruta sin ninguna demora. Es verdad, ha hecho viento, pero como nos decía Inma en Paüls, “es que aquí siempre hace viento”, y estos días no eran de los malos, que hay veces que en carreras de ultra-trail la gente se tiene que echar al suelo para que no la tire el viento, en esta ocasión no nos ha impedido progresar. Una cuarta estrella, el paisaje y la naturaleza que estaba en su mejor momento, con el otoño en todo su esplendor, arces, serbales, hayas, cornicabras daban los toques de color en el bosque de pinos y encinas con ejemplares de tejos y acebos cargados de bayas rojas. Y por último, la quinta estrella, la ruta. Buenos caminos bien marcados y en general cómodos de andar, una ruta señalizada precisamente con estrellas azules de cinco puntas que representan los cinco puntos de final de etapa, ruta variada que recorre lo más representativo del sector norte de Els Ports. Con esta conjunción de elementos, el éxito estaba prácticamente asegurado.
Miércoles 8 de Noviembre
El día previo al comienzo de la actividad, dos compañeros iniciamos la travesía en las inmediaciones de Arnes. Habiéndonos reunido el día anterior (martes 7 de noviembre), y tras hacer noche en Beceite dejando allí parte del equipaje, nos desplazamos en coche hasta el aparcamiento de los Estrechos de Arnes y comenzamos a caminar hacia el alojamiento reservado para la primera noche donde nos encontraríamos con el resto del grupo.
El día acompaña, soleado y sin apenas viento, vamos tomando los senderos donde ya empezamos a ver marcas de estrellas azules. Madroños, nogales y almendros nos ofrecen suplemento al frugal desayuno que habíamos tomado en una cafetería de Valderrobres. La ruta tras salvar varios collados menores entra en el valle del río Algars, con escaso caudal, pero como todos los ríos de la zona con una sucesión de pozas de agua cristalina muy pintorescas. Tras unos kilómetros junto al río, se abandona el cauce y tras salvar otro collado, comienza la ascensión a Peñagalera, la cumbre del día. Allí paramos a comer algo disfrutando de las vistas 360º, divisando toda la comarca del Bajo Aragón y el macizo de Los Puertos, intentamos identificar las cumbres a las que ascenderemos los siguientes días.
La bajada a Beceite se hace rápida, pronto llegamos al Río Uldemó que vadeamos y tomamos la pista que nos lleva al pueblo. Llegamos poco después de las 4 de la tarde, tiempo para descansar un poco y esperar al resto del grupo. Los primeros no tardan en llegar, y vamos al único bar del pueblo que ese día está abierto, no hay cocinero y no tienen nada para cenar. Recorremos el pueblo de noche buscando otros posibles bares o restaurantes pero nada, Finalmente hay recursos para todo y comprando en una pequeña tienda de alimentación podemos cenar en el bar acompañando las viandas adquiridas con cerveza y vino.
Jueves 9 de Noviembre
Ya todo el grupo, algunos llegaron tarde la noche anterior, vamos reuniéndonos para el desayuno, muy completo y abundante, no pudimos acabar todo lo que nos ponen, y Fabio, el gestor del albergue nos invita a que cojamos lo que ha sobrado y lo llevemos de provisiones para el día.
Sobre las 8:30 iniciamos la marcha caminando por la pista del Parrisal. A los pocos kilómetros todos nos desviamos por el camino del Mas de San Miguel para así evitar algunos kilómetros de pista asfaltada. Nos volvemos a agrupar todos a la entrada del Parrisal donde tenemos que enseñar el ticket del peaje de paso por las pasarelas. Es lo que tienen las rutas que se hacen tan famosas, tienen mucha demanda, excesiva afluencia, y de alguna forma tienen que regular el número de visitantes. Aunque este día, un jueves de noviembre, festivo solo en Madrid capital, no hay apenas gente. Las pocas personas con las que nos encontramos en las pasarelas serían prácticamente los únicos con los que nos vamos a cruzar en los 4 días de travesía.
Pasadas las pinturas rupestres de La Fenellosa, el grupo se divide. Unos pocos queremos alargar la ruta subiendo a la Mola de Araní, un extra de ida y vuelta en el que hay que superar 500m de desnivel añadiendo unos 5kms. Mientras ascendemos parece que la niebla nos va a ocultar las vistas pero al llegar al vértice geodésico, ha levantado lo suficiente para poder contemplar el paisaje escarpado de los barrancos que se abren a nuestros pies.
De vuelta al Río Matarraña continuamos la ruta planeada, recorriendo las pasarelas hasta salir de los estrechos de las Gúbies del Parrisal donde hacemos una pausa para comer algo y proseguir a continuación, pues aún quedan casi 10kms que recorremos disfrutando del camino con los tonos otoñales que presentan los arces, avellanos y mostajos contrastando con el verde oscuro del pinar.
A las 5 de la tarde vamos llegando todos al refugio. Somos el único grupo alojado.
Viernes 10 de noviembre
Desayuno a las 7:30, unos pocos habíamos madrugado algo más para subir previamente al Tosal de Cervera con la esperanza que se pudiese ver la isla de Mallorca antes de la salida del sol, pero, la nubosidad de esa mañana al amanecer, impedía distinguir si los perfiles que se apreciaban a lo lejos sobre el mar, eran tierra o nubes.
Sobre las 8:30 arrancamos. Todos vamos a hacer la ruta larga, que se separa del recorrido de Estels del Sud para subir a la cumbre del Pico Negrell, y más tarde, a poco de finalizar la etapa, a la cumbre del Pico Caro.
Aunque como suele pasar en las rutas de Pegaso, el grupo se alarga adaptándose a los diferentes ritmos de cada uno, en esta ocasión, nos vamos agrupando en varias paradas, en el pico Negrell, luego en el Mas de Frare y más tarde junto a la bocamina del Camí de la Solana. Nos puede la curiosidad y casi todos entramos a la mina recorriendo casi un centenar de metros con los frontales hasta que la estrechez del túnel hacía ya la progresión demasiado incómoda.
Pasada la Fuente de la Llangosta, el único punto intermedio de agua que encontraríamos ese día abandonamos la pista por la que habíamos caminado los últimos kilómetros, y tomamos el Camí del Avellanar. Camino muy panorámico pero con una sucesión de subidas y bajadas que acaba resultando bastante fatigoso y cuando por fin llegamos al Col dels Pallers, donde volvemos a abandonar Estels del Sud para afrontar la subida al Monte Caro, tenemos que recorrer aún más de 2kms por un cordal azotado por viento fuerte hasta finalmente alcanzar la Cima de Caro, techo de la provincia de Tarragona.
Las vistas compensan el esfuerzo: al sur la Plana de Castellón y Sierra Espada, al oeste, todo el macizo de Els Ports y detrás el Bajo Aragón, al norte la Sierras de Prades y Cardó, y al este el delta del Ebro, Tortosa, Amposta y por encima, sobre la línea del mar, algunos queremos adivinar asomando las cumbres de la Sierra Tramuntana.
Tras un buen rato disfrutando de las vistas, consideramos que ya hemos soportado bastante viento y vamos bajando por el camino que recorta las curvas de la carretera hasta llegar al Refugio Caro UEC, donde Josep nos recibe con las habitaciones dispuestas y ofreciendo una estupenda cena más propia de restaurante que de refugio de montaña tras la que poco a poco, más pronto o más tarde, nos vamos acomodando en las literas para descansar.
Sábado 11 de noviembre
De nuevo el desayuno a las 7:30´, y a una hora escasa después ya estamos todos en marcha en una mañana húmeda que amenaza precipitaciones pese a que las previsiones meteorológicas apenas pronosticaban unas décimas de litro por metro cuadrado. Solo cae una sutil llovizna, pero el boj y los pinos están mojados de lo caído durante la noche y el roce de las ramas hace que te mojes más que de la propia lluvia.
La ruta va alternando caminos y pistas, subidas y bajadas, zonas de bosque frondoso y zonas abiertas azotadas por viento fuerte. Vamos avanzando hasta un collado pasadas ya las ruinas del Mas del Maraco donde nos volvemos a agrupar. Unos pocos decidimos acercarnos a un vértice geodésico muy próximo, el Pico Espina, pero la niebla nos impide ver más allá de unas decenas de metros. De vuelta a la ruta y apenas un kilómetro después, justo antes del Col de Pujol, nos dividimos. El día perece estar muy desapacible con niebla en las cumbres y la mayoría opta por seguir el camino más corto hasta Paüls, pero unos pocos decidimos probar una opción intermedia entre la ruta larga y corta, y tomamos un camino en bajada que nos sacaría a una pista por la que enlazaríamos con otro camino que nos llevaría hasta el Coll de les Canals encontrando allí el track de la ruta larga y acortando así casi 3kms.
Sin camino definido, pero orientados ya por el track y algunos hitos, alcanzamos la cumbre de la Moleta de Canals. La niebla ha levantado algo y nos permite contemplar las vistas aunque las cumbres más elevadas siguen ocultas por nubes. Se ven los pueblos del Bajo Aragón y Els Ports, muy abajo hacia el este Paüls, nuestro destino del día, pero aún habrá que bajar y volver a subir a otra cumbre, la Vacarisssal, antes de, ya sí y por buen camino, descender hacia el pueblo pasando por la Cueva del Llop.
Inma nos recibe en el Albergue del El Ports, con unas estupendas habitaciones con radiador, ducha caliente, toalla seca, camas individuales con sábanas y mantas y una cena bufete insuperable con vino, café y chupitos que pone la guinda final a la última noche de la travesía.
Domingo 12 de noviembre
Esta vez madrugamos un poco más y desayunamos a las 7:00, queremos acabar pronto pues luego, al acabar la ruta, quedaría recuperar los coches y todo el viaje de vuelta a casa. Comenzamos a caminar subiendo las empinadas calles de Paüls para tomar el Camino al Collado de Gilalberta. Una subida cómoda al principio pero que se va haciendo cada vez más pronunciada hasta casi superar un 50% de pendiente los últimos metros antes de alcanzar el collado. Allí los primeros en llegar dejamos las mochilas para ascender al Pico Punta del Aigua. Bonita cumbre pero muy venteada, por lo que no nos demoramos apenas arriba y enseguida bajamos a recuperar los macutos y seguir la ruta.
Ruta aun larga pero que se hace cómoda y rápida. Hay que superar un par de collados, El Coll de la Terra y el Coll Blanco pero nada que ver con la subida del collado inicial y pronto estamos llegando a los Estrechos de Arnes y alrededor de las 12:30’ alcanzamos el lugar donde habíamos dejado aparcado el coche durante estos 5 días.
Hay que recuperar el resto de vehículos en Beceite y volver a recoger a todo el grupo. Nos volvemos a reunir en la terraza de un bar de Valderrobres para tomar unas cervezas de despedida pensando en la próxima actividad donde nos podremos volver a juntar, pues con un grupo así, es insignificante todo lo demás para otra conjunción de estrellas y que una actividad pueda salir tan bien.
Gracias a todos.
Luis Cano.
