Cordales entre semana
Cercedilla - Siete Picos - Cercedilla
Miércoles, 26 de junio de 2024
Ascensión a Siete Picos desde Cercedilla por itinerarios poco frecuentados, organizada por el club Pegaso y realizada por cuatro socios del club el día 26-06-2024; con tiempo cubierto y sin incidentes; tardamos unas 6h20’ con varias paradas de observación y avituallamiento que supusieron alrededor de 1h.
La marcha es muy variada y agradable transcurriendo casi en su totalidad por bosque: los magníficos pinares de pino silvestre que rodean Siete Picos y el robledal del arroyo del Pradillo. Recomendable en cualquier época del año, pero especialmente en los días más calurosos del verano.
Comenzamos en la parada de autobús de la calle Glez. Amezua de Cercedilla (1189 m) dirigiéndonos a la portilla de entrada de la dehesa del Pradillo. Pasada ésta y el puente sobre el arroyo del Pradillo (1197 m), comenzamos la ascensión por la loma que lleva a los Siete Picos. No hay un único camino que recorra la loma, por lo que la subida se hace encadenando distintas sendas. El terreno es sobre todo bosque, con un tramo de matorral denso (1800 m) que, en contra de lo que parece, tiene camino. Cuando se sale del matorral comienza una zona rocosa en la que hay que utilizar las manos en varios puntos. Pasado el cruce con la senda Herrero (1940 m), la traza de camino desaparece y hay que guiarse por los hitos para atravesar un bosque en el que abundan espectaculares árboles centenarios, deformados por la nieve y el viento. Tras unos 5 km y 1000 m de desnivel llegamos al pie de la cúpula rocosa de la cima más alta de los Siete Picos (2138 m). Subimos hasta el vértice geodésico trepando y destrepando por la vía normal.
Continuamos por la cuerda en dirección N.O. unos 500 m para tomar una senda balizada con hitos que baja por la ladera N. de Siete Picos, atravesando otro bosque lleno de ejemplares centenarios por un terreno rocoso y de fuerte pendiente. La senda desemboca (1880 m) en el camino Schmidt casi en el Collado Ventoso (1896 m)
En Collado Ventoso tomamos la senda de los Alevines, con varios pasos donde hay que usar las manos, hasta la pradera de Majalasna (1917 m). Allí comienza una fuerte bajada, 750 m de desnivel en menos de 7 km, que siguiendo la orilla del arroyo del Pradillo lleva hasta el puente que pasamos por la mañana (hay que cruzar el arroyo en varias ocasiones, normalmente sin problemas salvo en época de deshielo o fuertes lluvias). La bajada se hace por un denso bosque de pino que más abajo se transforma en robledal. La frescura del bosque y el rumor del arroyo ayudan a olvidar los rigores del verano madrileño que ese día, por suerte, no tuvimos que sufrir.
En el puente retomamos el trayecto que seguimos por la mañana hasta la misma parada de autobús donde comenzamos.
Coordinador: Pedro Bravo