Puerto de Somosierra a Puerto de Navafría
15 de Marzo 2015
El último fin de semana del invierno, salimos a recorrer la sierra de Guadarrama.
Fue como siempre, una pulsión de vida, porque todos los que amamos la montaña, sabemos que no importa, si llueve, hace sol, o el frío nos cala los huesos, porque existe en el espíritu, la profunda y estrecha sensación de que la montaña da mucho más.
Decidir una ruta, preparar el macuto, la alegría del reencuentro con los compañeros. Esa sincera pasión por la naturaleza, que nos une de un modo único, un vinculo, que va más allá de los convencionalismos sociales, un espacio donde somos genuinos, lejos de etiquetas y poses. Donde nuestra savia se renueva, y nos recuerda donde empieza todo...
Que buena sensación comprobar que hasta el último asiento del autocar se completo con un espontaneo, jejeje, desde aquí le doy la enhorabuena, ya sabes: si no vas no llegas, jajaja.
El día nos hizo reverencia, sujetando las lluvias, y permitiéndonos un agradable día. Seguramente el anuncio de la primavera le hizo un guiño al invierno. La ruta era larga, y solo era viable cumplirla en tiempos, si las condiciones eran favorables, y así fue. Los tiempos incluso se acortaron, la buena forma del grupo y las ganas de montaña, nos dieron buen resultado.
El grupo de los intrépidos, desafiaron relojes y meteorología, haciendo el total de la ruta, en tiempo record, y nos dieron una muy grata sorpresa. Se merendaron las previsiones, oleeeeé!!!! Es fantástico contar con abanderados que son nuestro orgullo.
Otros fuimos en agradable tertulia, percibiendo el entorno y sus sutilezas, escuchando el coqueteo de las aves que anuncian la primavera, el aromas de la vegetación, desprendiéndose con timidez. Así llegamos a Braojos.
Donde nos esperaba esa refrescante cervecilla, que todo montañero se ha ganado tras la ruta, y quitarnos las botas. En mi caso especialmente, pues las botas nuevas me hicieron ampollas. Aun así, estuve encantada con esta salida.
Ya en el autocar, fuimos a recoger a los valientes, que para nuestra sorpresa y orgullo, habían llegado tan pronto destino, que iban a nuestro encuentro.
Ya todos juntos en el autocar, satisfechos y compartiendo vivencias, nos dirigimos a Madrid, con las pilas cargadas, para enfrentarnos de nuevo, a una civilización devoradora de almas.
Aunque con las nuestras no podrán nunca...
Gracias a todos por aportar ese entusiasmo y compañerismo, y fotos jejeje.
Ha sido un placer coordinar esta ruta !!!
Coordinadora Actividad: Susana Olmedo Del Toro.