Marcha del Turrón y Comida 2014
14ª Actividad del Trofeo Cordales
Domingo 14 de Diciembre
Sábado: ¡Quién demonios me habrá mandado a mi apuntarme a esta salida!. Hace un día de perros. Vuelvo a mirar la previsión para el domingo y… no logra animarme. Más me valdría quedarme en casa poniendo el árbol de Navidad, pero tenía que ir a recoger mi regalo. Había quedado clasificada 2ª en el “Trofeo cordales 2014”.
El domingo, tal y como estaba previsto sigue lloviendo. Llegamos a Plaza Castilla, con todo el equipo invernal a cuestas. Es de noche. Que no se mojen los catálogos a toda prisa elaborados para su entrega en la ya clásica Marcha del Turrón. Una bien dispuesta marquesina pone a nuestros compañeros a buen abrigo quienes los recogen junto con los dulces bien pensados para la sobremesa. No somos muchos. El tiempo no acompaña y las cenas de empresa dejan en la cama a más de uno. Por fin aparecen los buses. El 1 y detrás, más pequeño, el 2. No se respira muy buen ánimo. Cada vez más nublado y la lluvia, aunque débil, no cesa. Algunos ya nos adelantan que no saldrán. Y todos los que optamos por mojarnos elegimos la Ruta general. Ninguno sube a Peñalara.
En el Puerto de Cotos nevaba. Qué alivio! Si era nieve a 1830m. esta nos acompañaría al menos en toda la subida. Y así fue. La temperatura era benévola y no hacia viento. Qué buen día teníamos por delante!. Tal como lo haría en tiempos el Batallón alpino, con sus correspondientes controles muy bien dispuestos, subimos la senda hasta el collado de Peña Citores. La planicie blanca y nubosa nos hacía imaginar las más exigentes expediciones invernales. Aparecían grupos de 6-8 montañeros.
La nieve no permitía recorrer una única senda. Formaciones más o menos estables. Las tan repetidas advertencias sobre seguridad parecen ir calando en los indómitos Pegaseros. Ya sabíamos que el descenso por la Majada Hambrienta podría necesitar de crampones y piolet. La nieve estaba blanda por lo que la mayoría prescindimos de ellos. Aun así, los más precavidos, se los pusieron. Ya entrados en el bosque, fuimos más fieles al camino. La amenaza de lluvia, en el descenso no nos permitió hacer muchas paradas. Sólo una muy bien aprovechada. Próximos al Chozo Aranguez, los cinco compañeros que coincidimos pudimos tomar un vaso de vino caliente que el día anterior yo había elaborado siguiendo una receta de internet. Estaba buenísimo. Y no lo digo sólo yo! Terminamos con él. Reconfortados una foto. Un entrañable “selfy” improvisado por P. L. que no tardó tiempo en aparecer en “face–book”. Ya de bajada, muy animados, hacia el arroyo de la Chorranca. Relax y bla, bla, bla. Tras de sortear varios cruces de camino, siempre tan bien guiados por los GPS’s y la experiencia de nuestros más veteranos compañeros que como bien hiciera el coordinador P. Cristobal días antes habían “probado” el recorrido para que todo saliese “a pedir de boca”. Y así fue. Sin problemas. Como nos gusta! Vamos aprendiendo!
Pasando la estación meteorológica, el moño de “la Tía Andrea” Quién sería esta señora, tan bien dispuesta! Ya se ve La Granja. La lluvia ha embarrado el sendero, pero no llueve. Vamos llegando. Siempre pendientes los unos de los otros, pues los Buses no están cerca ni visibles y el pueblo es grande y ofrece múltiples posibilidades.
Nos cambiamos de ropa, de calzado y haciendo lo que se puede (yo eché de menos una peluquería) ahora sí que nos mojamos. Empieza a llover y las ropas ya no son impermeables. Qué fallo! Los Canóinigos (restaurante donde nos esperan los tan deseados judiones) no están tan cerca.
A las 15.30 horas tras obligada cervecita en la barra vamos tomando asiento. Los judiones están buenos, aunque descubro que tienen menos chorizo que el año pasado. ¿Ande andarán?
La tarta, el cava, la sidra, y los ya clásicos turrones gentileza del Pegaso. Nos disponemos a la entrega de los trofeos. ¡Qué emoción!. Ya sabemos nuestra posición y el regalo que nos corresponde, pero a pesar de ello, no deja de emocionarme que detrás de cada premio hay muchas horas de esfuerzo, superación, adversidad, constancia, incertidumbre…Quisiera inmortalizar el momento. Estar otro año más. Con todos vosotros. Con los que vinieron y con los que se incorporarán. ¡Gracias por hacer posible este encuentro y Feliz Año Nuevo!
N.G.