Marcha Federada Patones
13ª Actividad del Trofeo Cordales
Sabado 22 de Septiembre
22 de Noviembre. Los autobuses llegaron sin novedad al aparcamiento del Pontón de la oliva, donde iniciamos la marcha alrededor de las 9h50m. El cielo despejado y la temperatura agradable invitaban a andar.
Nos dirigimos a la presa y cruzamos la pasarela sobre el barranco, disfrutando de las primeras vistas panorámicas de la excursión.
Dejamos atrás la presa y comenzamos el suave ascenso en dirección al Atazar, mientras conversamos sin perder el resuello y disfrutamos del verde paisaje propiciado por las lluvias que cayeron en la cuenca del Lozoya dos semanas antes de la fecha de la excursión.
Continuamos nuestra marcha siguiendo el curso del río,
hasta alcanzar el azud de Navarejos, pequeña presa que invita a tirar a unas fotos.
Seguimos nuestro camino hasta llegar a la senda de Jenaro y, en lugar de cogerla a hacia la izquierda para comenzar el ascenso hacia El Poblado del Atazar, la tomamos hacia la derecha con objeto de describir un círculo que nos permitirá cruzar al otro lado del rio, para más adelante volver a cruzarlo, retroceder y, entonces sí, coger la senda de Jenaro en dirección a El Poblado del Atazar.
Así pues, pasamos a la otra ladera del río por un puente hecho de bloques de granito.
Proseguimos río arriba hasta llegar a la presa de la Parra, que atravesamos por un estrecho puente que nos invita a recordar el respeto a las alturas.
Volvemos sobre nuestros pasos río abajo para tomar hacia la derecha la senda de Jenaro y comenzar, ahora sí, la ascensión hacia el Poblado del Atazar. Como el sol aprieta, es hora de quitarse alguna capa y tomar agua.
El suave ascenso anterior, siguiendo el curso del río, nos ha mal acostumbrado y esta subida parece más de lo que es. Por fin, alcanzamos El Poblado del Atazar, donde algunas personas aprovechan para tomar un piscolabis y, algunos, incluso para comer.
Atravesamos el poblado del Atazar y comenzamos la ascensión al Cancho de la Cabeza. El camino hacia la cima está perfectamente señalizado y, una vez en ella, nos hacemos la típica, pero indispensable, foto del club.
Aprovechamos para disfrutar de la impresionante vista panorámica del embalse del Atazar, que nos permite ver a todos sus “brazos”.
El resto, salvo pequeños repechos, es camino de bajada perfumado con un intenso olor a jara y con temperaturas muy agradables.
Alcanzamos Patones de Arriba y, tras recorrer con calma sus pintorescas calles,
descendemos a través del barranco por la llamada “ruta verde”, hasta llegar a Patones de Abajo, nuestro destino y fin de ruta,
donde tomamos relajadamente y con animada conversación la merecida “cervecita”.
Para concluir, comentar que asistieron 50 participantes y que el autobús llegó sin novedad a Madrid sobre las 19h30m.