Cordales. Castañar de El Tiemblo
Travesía desde Casillas a El Tiemblo
Domingo 26 de enero de 2020
Primera actividad de cordales del año que nos lleva a hacer la Travesía desde Casillas a El Tiemblo (Ávila), que discurre de sur a norte por lugares y paisajes muy variados y pintorescos. Tras su recorrido por las paradas habituales, el autobús se hace a la carretera con 52 participantes, federados casi la totalidad, y asegurados para la actividad el resto. Durante el trayecto damos los últimos apuntes para la coordinación y la bienvenida a Paloma, nueva en nuestro club.
Llegamos a Casillas (Ávila) a las 9:15. Después de varios días de lluvias y nevadas por el paso de la borrasca “Gloria”, el día había amanecido gris y con niebla, pero nuestra previsión para el resto de la jornada es de buen tiempo, y de hecho, ya a esta hora, a 1.050 metros de altura, nos hemos colocado por encima del mar de nubes que cubre el Valle del Tiétar y disfrutamos de un día soleado.
El primer tramo de la actividad es común para todos los participantes. El calor comienza a notarse con las primeras rampas de ascensión hacia la parte alta de Casillas y de camino al Puertos. Al abrigo de calles y pinares sobran capas de ropa, y los participantes tienen que parar cada poco para guardar prendas. Llegados a 1300 metros de altura, el manto de la nieve caída es continuo, y se va haciendo más profundo a medida que ganamos altura. Desde su emisora, Juan Gallego informa que ha encontrado un cortavientos caído, que en ese momento no es reclamado por ninguno de los participantes.
El grupo que encabeza la marcha y abre huella alcanza el Puerto de Casillas (1.467 m) en poco tiempo, y de seguido se adentra en el PR AV 21, en dirección al Pozo de la Nieve. Nos preocupaba el estado invernal de este interesante tramo que discurre a la umbría del Alto del Mirlo, pero desde su emisora, Javi Santos informa que la nieve cede y que la pisada es buena.
Mientras tanto, en el Puerto de Casillas algunos de los participantes calzan sus crampones para ganar en agarre, mas todos ellos se desplazan por la nieve con mucha soltura y demostrando conocer el medio.
A punto de reanudar la marcha los últimos del grupo, por allí aparece Mario, montañero de San Martín de Valdeiglesias, que bien equipado con raquetas, vuelve de haber disfrutado de una agradable mañana.
Gratamente sorprendido de ver un grupo tan numeroso de montañeros, avanzando de manera autónoma pero con alma de grupo, Mario nos pregunta por una chaqueta cortavientos que ha perdido, cuyas características coinciden con la encontrada por Juan.
Con la misma efectividad con la que habíamos recibido la noticia del hallazgo, Juan confirma por la emisora que la chaqueta de Mario se encuentra ya a medio camino del Pozo de la Nieve. Demasiado lejos, piensa Mario, que se dirige en dirección opuesta, para ir a recuperarla, pero afortunadamente podrá hacerlo por la tarde, en el punto de reunión que tenemos fijado en El Tiemblo.
En unas tres horas todos los participantes han pasado por el Pozo de la Nieve y han llegado al Portacho del mismo nombre (1.456 m). Desde aquí la actividad ofrece tres alternativas entre las que los participantes se distribuyen según preferencias.
Un grupo, encabezado por Juan Gallego, continuará uniendo todos los puntos altos de la cuerda, superando primero el Cerro de la Encinilla (1.597 m), y posteriormente Cabeza La Parra (1.639 m). Otro grupo, bajará al Castañar del Tiemblo, con Meritxell, Javi Santos y Manuel Pozuelo delante, y Azucena de Pedro y Vicente Sánchez cerrando, con el plan de hacer una pequeña ruta circular viendo dos de sus más famosos ejemplares, y volver a ganar la cuerda pasado ya el Cerro de la Encinilla y antes de remontar Cabeza la Parra.
Y un tercer grupo, es llevado por Pedro Bravo, con un track oportunamente preparado y difundido a los participantes el día anterior, que les permite finalizar la ruta luego de visitar el Castañar del Tiemblo, directamente al punto de encuentro, sin remontar la altura perdida, y sin volver a la nieve. El trazado de los dos tracks que recorren el Castañar del Tiemblo facilita amenos encuentros entre participantes que van y vuelven de los puntos de referencia.
De nuevo en la cuerda, nos reencontramos con la nieve, cada vez más castigada por los rayos de sol. En su mayor espesor llega a cubrir los tobillos, sin empapar demasiado. Durante unos centenares de metros, las rodadas de un vehículo nos han despejado la trayectoria. En Cabeza La Parra, punto más alto de la jornada, apetece detenerse unos minutos para reponer fuerzas, contemplando las magníficas vistas que se tienen en todas las direcciones. Rascacielos de Madrid, Puerto de Casillas, Macizo Oriental de Grados, Valle de Las Iruelas y Pantano de El Burguillo.
El descenso desde Cabeza La Parra a El Tiemblo, con abrupta pendiente en su tramo inicial, no difícil, pero sí incómoda en condiciones de terreno seco, ya presenta sin embargo al caer la tarde una capa de nieve en un estado de transformación óptimo que nos permite bajar sin complicación, hundiendo nuestras huellas con bastante comodidad y seguridad. Los últimos cuatro kilómetros discurren por pista y sendero en suave descenso hasta El Tiemblo, por otro agradable bosque.
Los últimos participantes llegan dentro del horario previsto al bar recomendado como punto de reunión por nuestro compañero y lugareño de El Tiemblo Antonio Zazo. Hasta aquí también se ha acercado Mario, que feliz y agradecido recupera su chaqueta. A las 18:30 ya no falta nadie en subir al autobús, y emprendemos la vuelta a Madrid, sin incidencias en la carretera.
Agradecimientos a Pedro Rodríguez, Pedro Bravo, Antonio Zazo y Raquel López por su implicación en la documentación, preparación y logística de la actividad. A Javi Santos, Juan Gallego y Azucena de Pedro por sus informaciones a través de las emisoras. A Maribel Olmos, Vicente Sánchez, Manu Crespo, Humberto Márquez y ruizepol por compartir sus fotografías para ilustrar esta memoria. Y a todos los participantes por su asistencia, colaboración y puntualidad.
Jorge García Ruiz.
Coordinador de la actividad