A.D. Grupo de Montaña PEGASO
Montañismo. Pirineos
La Munia. Valle de Pineta
22 al 25 de julio de 2022
El pasado mes de julio de 2022, el Grupo de Montaña Pegaso, me permitió realizar una reunión de “Pegasianos” para los que tenía preparado un evento singular, un “MENÚ DEGUSTACIÓN DE TRES TIEMPOS”. El más común de todos, que se compone de una entrada, un plato fuerte y un postre. Quería que fuese especial, por ello me esmeré en su diseño.
Para ello, les di cita a todos ellos en el refugio de Pineta, que se encuentra a 1.240 m, al fondo del valle que le da nombre. Rodeado de frondosos bosques y paredes escarpadas que han sido modeladas por la acción glaciar. El edificio se ubica junto al río Cinca. Un sitio idílico.
Viernes, 22 de julio de 2022
Junto con otros dos pegasianos, fuimos los primeros que llegamos al sitio del evento. Previamente habíamos pasado por Bielsa para tener localizada la máquina dispensadora de tickets para acceder al camino y aparcamiento Borda de Brunet. Se facilitó a los comensales la ubicación, para que al día siguiente no tuvieran duda de cómo llegar.
Una vez en el refugio tenía preparado a todos los comensales, que fueron llegando paulatinamente, un listado de ubicación, donde podían dejar sus pertenencias para que en los días sucesivos, se pudieran poner sus mejores galas deportivas.
Sábado, 23 de julio de 2022
Les hice madrugar un poquito, pero la verdad. Era de agradecer, después del calor que habíamos pasado durante la noche. Les cité a las 7h, muy puntuales todos y con nuestros coches fuimos en dirección Chisagüés, al aparcamiento a Borda Brunet, previo paso por Bielsa.
Ese día, era el del “entrante del menú degustación”. Les di a elegir entre 3 platos.
Comenzamos a caminar todos juntos por la pista forestal en dirección Petramula.
A unos 200 m antes de llegar al Collado de las Puertas, algunos ávidos (3 personas) , decidieron tomar el plato degustación llamado “Robiñera”. De los 3 platos era el más ligero (13km y +1352 m).
El resto decidió tomar el plato degustación llamado “La Munia”. Un poco más consistente y con alguna sorpresa decorativa en el mismo.
Para ello siguieron caminando y bordearon los lagos de La Munia por la derecha y se dirigieron al collado de La Munia. Los más conservadores decidieron no arriesgar y por ello no descubrieron la sorpresa de este plato y prefirieron esperar en este punto disfrutando de las vistas.
Desde este punto comenzaría el ascenso, por su arista Este, y entre trepada y trepada se llegaron al elemento decorativo de este plato. “El paso de Gato”. Unos optaron por subir por la cadena y otros por las fisuras de la placa. Siempre con buen agarre.
Superado este paso, en el que algunos optaron por la ligereza, dejaron escondidas sus mochilas y así seguir progresando por pasos en algunos puntos algo expuestos, que hacía que la adrenalina se activase.
Solo había que ver las caras de alegría según el plato se iba finalizando e iban llegando a la cumbre (3133 m de altitud).
Desde arriba pudimos saborear las fantásticas vistas panorámicas tanto del lado español como del francés.
Este plato no había finalizado, porque había que deshacer el camino y destrepar todo lo subido anteriormente.
No importaba, porque las caras de satisfacción eran máximas.
Mientras bajábamos por la cresta nos encontramos a Jon, el único que había decidido tomar el plato degustación más completo y consistente llamado “Robiñera - La Munia”. No solo había decidido tomar el plato más abarrotado de ingredientes, sino que lo había hecho tan raudamente y nos llegó a alcanzar al resto.
Todos juntos bajamos al collado donde nos reencontramos con los que no habían subido y todos fuimos sin dudarlo, a refrescarnos a los ibones de La Munia, dos preciosos lagos ubicados a los pies del pico Robiñera, Peña Blanca y La Munia.
La bajada fue larga, sobre todo porque el calor que nos hizo durante toda la jornada fue inusual para esta zona.
Los últimos kilómetros fueron entretenidos porque en la zona había un helicóptero de la Guardia Civil y cada uno se hacía sus especulaciones, que si estaban de prácticas, que si estaban en un rescate….
Una vez en los coches, regresamos al refugio para ducharnos, refrescarnos.
Domingo, 24 de julio de 2022
Después del calor que habíamos pasado en la jornada anterior, se mantuvo la hora de desayuno a las 6:30h y salida a las 7h.
El punto de partida era opcional, desde el mismo refugio o subir 2km con coche hasta el aparcamiento habilitado cerca del parador de Bielsa. Todos optamos por hacer esos dos kilómetros en coche.
Ese día era el del “plato principal del menú degustación”. A elegir entre 3 platos, adaptados a los gustos de los comensales.
Se diferenciaban los mismos, por la cantidad de ingredientes. Desde el más refrescante, al más intenso.
El menú degustación tenía unos ingredientes comunes. Cruzaremos el río Cinca, ascenderemos por un bosque de hayas hasta que salimos a una zona de helechos. Al poco llegamos a un abrevadero. Seguimos juntos por el camino del centro, subiendo el paredón de Pineta en un continuo zigzag viendo a nuestra izquierda la cascada del Cinca.
Es en este punto donde los comensales empiezan a disgregarse en función del plato elegido.
Las lacetas terminan entrando por una terraza horizontal al primer plato, de este plato principal, llamado: “Balcón de Pineta” (2530m). ¡¡¡Qué vistas del valle!!!!
Sí, sí, la pirámide más negra de la izquierda es La Munia.
El Balcón está formado por una gran explanada que forma un circo al pie de imponentes tres miles, siendo el más espectacular de ellos el Monte Perdido en su cara Norte con el glaciar colgado a sus pies. Glaciar que se encuentra en fuerte retroceso en los dos últimos siglos.
Otros comensales, decidieron seguir atravesando unas terrazas llegando a una zona de bloques y vivacs, para degustar el otro de los platos llamado: “Lago de Marboré o Ibón de Marbore” (+1509 m). El más refrescante. El sueño era bañarse, pero la idea se disuadió tras la presencia de agentes forestales en la zona.
Desde este punto al fondo de la planicie, podemos encontrar el plato más consistente de este menú, el llamado “Astazus” (+1987 m). Hacia la que se dirigieron los más intrépidos del grupo.
Estos atravesaron el muro de la presa, siguieron dirección Collado del Cilindro, pasaron por una zona de bloques para entrar en una pedrera la cual fue ganando altura para llegar primero al Pequeño Astazu donde sus vistas a la vertiente francesa fueron impresionantes. Continuaron al collado de Swann y desde aquí al Gran Astazu.
Las caras de satisfacción de los comensales de nuevo son indescriptibles.
El descenso de este grupo fue en bloque, pero el resto de comensales fueron llegando al refugio de forma más disgregada.
Una vez duchados, nos reunimos para comentar este plato principal del menú degustación.
Lunes, 25 de julio de 2022
Hoy era el día indicado para tomar “el postre del menú degustación”. Llamado “Faja Tormosa”. Nos permitirá disfrutar de unas espectaculares vistas del Circo de Pineta, de la cabecera del Valle de Pineta y su entorno.
Aunque seis de los comensales decidieron prescindir del mismo y pasar directamente a las bebidas espirituosas y café servidas en la piscina de Bielsa.
Les di cita a las 7h y muy puntuales todos salimos del refugio, en dirección del Collado de Añisclo. Cruzamos el río Cinca, y seguimos marcas del Gr-11, aquí el camino asciende bruscamente en zigzag atravesando un hayedo joven. Ascenso que nos hace sudar la gota gorda. El grupo se separa y vamos de lo más dispersos.
Una vez que dejamos el Gr-11, llegamos a la Pradera, donde seguiremos subiendo atravesando dos barrancos (Fayetas y Espulca Negra). Después de este segundo barranco comienza la auténtica Faja Tormosa, donde la sensación es que flotamos sobre el valle, en dirección de la Cascada del Cinca. Aderezada con una flora excepcional (Edelweiss… flor de nieve ).
Seguimos así por varios sube y bajas llegando a la cabecera del Valle. Ahí comenzamos el descenso entre rocas, hacia la cascada del Cinca. Próximo a la cascada encontramos un destrepe asegurado por una cadena. Nada que no se nos resistiera. Ya tuvimos entrenamiento en el día previo.
Algunos de los comensales decidieron parar a refrescarse en la cascada. Tomar fotos…
Pasamos un puente y descendimos por el sendero hasta conectar con el camino del día previo, camino conocido por todos.
La llegada al refugio fue bastante escalonada. Algunos se quedaron en el chiringuito del aparcamiento del Valle de Pineta a tomar algún refresco.
Fue una salida de puente realmente agradable, por la gente y por el entorno. Espero que todos los comensales pegasianos disfruten de este menú especial y agradecer a tod@s lo fácil que me lo pusieron. ¿Repetiré?
Coordinadora: Elisabet Tamayo
