BTT 4 Valles
Domingo 23 de Octubre de 2016
Nos reunimos en el parking de Cercedilla dónde aprovechamos para tomar un café a la espera de la ventanita, que creemos va a llegar, y nos permitirá comenzar la ruta sin, o con poca lluvia.
Iniciamos pedaleo por tramo del GR10 hacia la fonda real, para desde allí coger una pista que nos va a conducir al Valle de la Barranca.
Primero pasamos por el Embalse del Chiquillo, en el cual hacemos un breve descanso. ¡Estamos de suerte deja de llover, bien!
Continuamos el camino por pista y asfalto hasta llegar al Hotel de la Barranca para seguir hacia El embalse del Ejército del aire que lo atravesamos por la presa para introducirnos en el pinar y dar comienzo a la senda Alakan. En ella íbamos cuatro bikers, el quinto decidió continuar por pista y reunirse con nosotros en la Fuente de Mingo, o en el Mirador de las Canchas.
Los que fuimos por la senda, disfrutamos de los aspectos técnicos que esta tiene.
Llegamos al Mirador de las Canchas, y allí nos reunimos con nuestro compañero e iniciamos la bajada hacia el valle de Navalmedio a través de la trialera Bambi, que nos dejó buen sabor de boca y con ganas de repetir.
Ya llegamos a Navalmedio, cogimos la pista del Calvario para ir hacia El Pino Encadenado, cruzamos el arroyo Del Puerto.
Y tomamos una senda en ladera este, que nos llevó por encima del embalse hacia el valle de Siete Picos, donde cruzamos por el río Pradillo y callejeamos por las urbanizaciones de Camorritos para ir paralelos a las vías del renfe Cercedilla-Cotos por pista.
Luego continuamos por una senda debajo de cota con respecto a las vías del tren, para más adelante cruzar las mismas y empezar a coger cota, en busca de una senda alta que nos llevase a adentrarnos al valle de Fuenfría.
Al llegar al valle de Fuenfría vemos que los horarios que tenemos son justos, y decidimos tomar una disfrutona senda de bajada que nos condujo a la senda del Agua, que a su vez nos llevó al casco urbano de Cercedilla.
Finalmente nos dirigimos al parking donde empezamos, y allí dimos buena cuenta de unas merecidas cervezas y unos aperitivos.
Sin más, a pesar de que la llovizna inicial parecía que nos iba a deslucir un poco el día, fue un placer compartir ruta con estos pedazo compañeros.
Hasta la próxima.
Chinto.