BTT Pico Amor y Vereda del Fraile
2 de marzo de 2019
Se hizo esperar, pero ya hicimos la primera ruta de BTT de Pegaso del año. Con nervios, con muchos nervios transcurrió la semana, una vez que el tiempo se vio que no iba a ser un impedimento, era hora de cruzar los dedos y que todo saliera bien.
Y, aunque nos juntamos en total hasta 15 bikers: 4 auténticas guerras pegasianas (se echó de menos a alguna que espero ver rodando en las próximas salidas) y 11 aguerridos pegasianos, se echó de menos a muchos y muchas; pero muy agradecido a los que pudisteis venir. Y, algo muy importante: la ruta transcurrió con absoluta normalidad, sin ninguna incidencia.
La ruta era especial para mí por muchos motivos: la primera ver que colaboraba como coordinador de una actividad del Club y, encima de bici; la primera con el nuevo Jefe de la sección de BTT de Pegaso.
En cuanto a la crónica de la ruta. Nos reunimos en la localidad toledana de Sonseca; sí, donde la fábrica de mazapán. Casi salimos con el horario establecido, tan sólo quedaban dos compañeras que llegaron un pelín tarde, no importa. Hicimos algo de tiempo tomando un café… o un cola-cao en un vaso enorme. Por cierto, la bici revisada, pero compañero (tú sabes a quién me dirijo): el casco, siempre, siempre.
Tuvimos la suerte de poder disfrutar de un día primaveral o casi ya veraniego. Comenzamos rodando en grupo para salir de la localidad y pronto estábamos rodando por una pista. Lo mejor fue cuando llegamos a la Vereda de El Fraile. Ahí tuvimos que rodar en fila por la senda encajonados entre sus árboles. Bonita vereda para disfrutar y como pudimos comprobar al cruzarnos con otros bikers, se puede realizar en ambos sentidos.
Os recomendaría que en algún momento también hicierais la “Selva Amazónica” tramo que decidimos no incorporar entre el Jefe de la sección y yo como coordinador de la actividad, porque hubieran supuestos unos 10 kilómetros más.
Y aquí como en toda ruta que se precie tuvimos el momento “mecánico”, rompimos una cadena; pero estuvo al quite Álvaro para arreglarla aunque para ello se cargara una multiherramienta. ¡Compis… esos repuestos en la mochila!
Después de la vereda, tuvimos un momento de tranquilidad donde nos agrupamos nuevamente, tras el arreglo de la cadena. Y, por fin, afrontamos la subida al Pico Amor. Bueno, hasta el collado previo, ya a alguno le costó subir hasta aquí. No importa, yo lo recordaba desagradablemente porque la primera vez que fui y tras una noche de perros, tuve que subir hasta el collado empujando la bici todo el camino. ¡Ésta vez no!
Agrupados nuevamente en el collado y tras que nuestros pulmones se llenaran de aire nuevamente, hubo “ruptura”… Nos dividimos en dos grupos. Los primeros decidieron continuar la ruta hacia Sonseca pasando antes por las ruinas del monasterio del Castañar. Previo paso por la trialera que según algún comentario era muy “jodida”.
Un segundo grupo decidimos subir a tocar el vértice geodésico del Pico Amor. Se trataba de una subida de unos 2,5 kilómetros más o menos y unos 200 metros de desnivel. Para llegar al Pico dejamos las bicis junto a unos árboles y los metros finales los hicimos a pie. Aunque alguno… muy valiente, decidió echarse la bici al hombro y llevarla para las fotos en el Pico Amor.
Después de las fotos en la cumbre para que quedara constancia de la hazaña. Bajamos nuevamente al collado y a por la trialera.Y, un ratito a pie y otro caminando… y otro volando... Bajamos la trialera que hizo que saliera lo mejor de nosotros como bikers. Todo es practicar y practicar y os lo digo yo que también me he caído mucho y seguiré cayéndome; pero la práctica es fundamental y poco a poco iremos a más. Nosotros también pasamos por las ruinas del convento.
Y nos reunimos nuevamente ya en Sonseca juntos a nuestras cervecitas frequitas para hidratarnos un poco.
Ya dije al principio que fue una ruta especial para mí, ya sabéis que llevo montando en bici tan sólo 3 añitos; así que no quiero significarme en nadie en concreto porque seguro que no sería justo con alguno que se me olvidara, pero quiero dar las gracias a todos aquellos que de un modo u otro en estos tres años me habéis apoyado y aconsejado, vosotros sabéis quiénes sois. Gracias.
Y, también quiero darle las gracias a Raúl por lo que me ha ayudado en la preparación de esta ruta y más cosillas. Y agradecerle que haya cogido la sección de BTT de Pegaso con tantas ganas que ha sabido transmitirnos a todos. Y, finalmente, muchas gracias a todos los que pudisteis venir. ¡Nos vemos en la siguiente! Qué seguro que será mejor y más bonita.
Coordinador: Juankkar.