Valle de Hecho. Camino de la Libertad
14 al 16 de mayo de 2022
Aprovechando el puente de San Isidro en Madrid, 30 pegasos volvíamos de nuevo a mi rincón favoritos del Pirineo, el Valle de Hecho (o Echo, en cheso, el dialecto local). San Isidro siempre trae agua, y la previsión anunciaba las clásicas tormentas vespertinas, pero finalmente el Santo nos regaló un tiempo bastante bueno (el Santo y Esther, que es mi “amuleto de la buena meteo” :>).
A lo largo de la tarde, los pegasos fueron tomando posesión del único hotel de Siresa, y por extensión del único bar, con vistas privilegiadas del Monasterio de San Pedro.
Sábado 14 de mayo. Camino de la Libertad y Senda de los Ganchos
Nos reunimos a las 8.30 en el hotel para coger los coches camino de Oza (opción corta, que tuvo más acogida de la esperada -8 participantes deseosos de guardar fuerzas para la ruta del domingo-) o continuar hasta Guarrinza para hacer el Camino de la Libertad (hay que reconocer que el nombre tiene “tirón”), opción que elegimos los restantes 22.
Aunque mi estreno como coordinadora fue claramente mejorable (guié a nuestro coche a un punto de salida diferente al que marcaba el track), y en la subida hasta el puerto del Palo el calor apretó como en agosto, resultó una ruta preciosa, con la primavera en pleno apogeo, los neveros franceses resistiéndose a la ola de calor y los hayedos brotando con verdes imposibles.
En el puerto del Palo, el grupo se dividió en dos, los fieles al track, que llanea por la parte francesa y los cresteadores habituales, que caminaron por la frontera y se ahorraron algún nevero algo comprometedor, con la nieve facilona pero con mucha pendiente. La mayoría acabaron regresando al camino oficial unos kilómetros más adelante por recomendación de un guía francés, que desistió de completar la cresta con sus clientes.
Los dos grupos nos mantuvimos bastante compactos y nos encontramos en el refugio del ibón de Arlet, donde almorzamos casi tan ordenados como en un comedor de colegio.. inusual en Pegaso!.
Última subida del día hasta el collado de Arlet por los últimos neveros y bajada disfrutona viendo desde las alturas la Val d’Aguas Tuertas, “lo más polido en lo Pirineo”, como dice el folklore de por aquí.
Allí nos tocó descalzarnos para cruzar uno o dos meandros, y enfilar desde el refugio que da entrada al valle los últimos kilómetros de la ruta, con la tormenta amenazando por detrás. La mayoría bajaron por la pista interminable de Guarrinza, y unos pocos lo hicimos por el puente de los Chitanos, donde tuvimos que poner de nuevo los pies a remojo.
Sobre las 6 pm regresábamos a los coches y volvíamos a Siresa para ducharnos, intercambiar impresiones con los de la ruta corta (que tuvieron que improvisar al encontrarse con un barranco infranqueable) y hacer tiempo con unas cervezas hasta la cena.
Domingo 15 de mayo. Bisaurín y Sierra de Gabás.
Ese día la etapa reina subía al “techo” del Valle, el Bisaurín, con unos modestos 2600 m pero una silueta de lo más elegante. También exploraba la desconocida Sierra de Gabás, que yo no había pisado en mis 40 y tantos años veraneando por aquí.
Misma hora de salida y carretera hasta el refugio de Gabardito para desde allí emprender ruta por el hayedo, el Salto de la Vieja, y los puertos de Dios te Salve, Plandániz y Foratón, que nunca había visto tan verdes.
Llegando al collado del Foratón, a los pies del Bisaurín, nos reagrupamos. Algunos lo tenían claro y no se lo pensaron: “a por él, que para eso hemos cargado los crampones”. Otros también: “ A Gabás, que parece más amable y hoy tampoco me quiero mojar”.Y luego estaban los indecisos habituales, entre los que me incluyo, que nos desmotivamos y motivamos por momentos para al final calzarnos los crampones y “china chana”, como dicen por aquí, acabar subiendo la perfecta pala de “nieve primavera”. Preciosas vistas del Pirineo, aunque el Cierzo no dio tregua y no nos dejó hacer muchas fotos.
Vuelta al collado, donde repusimos fuerzas antes de recorrer la larguísima e inhóspita Sierra de Gabás, que en general también gustó bastante, y a la que yo la menos saqué parecidos razonables incluso con Islandia.
Entre las 5 y las 6 pm fuimos llegando casi todos a Gabardito y regresando al hotel. Un día también muy completo, al que solo le faltaron las cervezas que todos soñábamos tomar en el refugio, que estaba cerrado. El grupo de rezagados y el coche que les esperaba sí que tuvo su ronda de cervezas, traídas exprofeso desde Siresa.
Allí siguió la fiesta, como el día anterior, hasta la cena… o mejor dicho, durante la cena también :>).
Lunes 16 de mayo. Circular de Acherito y extensión al lac de Ansabere.
Para el día de vuelta, con 5 horas de coche por delante, había elegido la clásica de las rutas senderistas del Valle, el ibón del Acherito, que casi todos los participantes ya conocían pero que a mí al menos, nunca me cansa.
En menos de hora y media nos plantábamos en el ibón (¡que difícil es cansar a estos pegasos!), que lucía un azul intenso y que a algunos nos dejó con ganas de volver en unas semanitas a dormir bajo las estrellas.Casi todos optaron por hacer la ruta circular corta, que regresaba a los coches aparcados en Guarrinza en apenas otras dos horas.Jon se había adelantado en solitario por la ruta larga, que subía hasta la frontera con Francia, bajaba hasta el mínúsculo y coqueto lac d’Arlet, y regresaba a España por el collado del Acherito. Pepe y yo le seguimos una hora más tarde.
Tuvimos suerte y encontramos el lado francés sin apenas neveros, el collado de regreso despejado, y sorprendentemente, más neveros en el lado español. Ruta preciosa, contemplando de cerca de regreso el Petrechema y el Mallo de Acherito, y con alguna sorpresa que no nos esperábamos, como el túmulo y dolmen del mismo nombre. Un broche final estupendo para un puente de lo más completo.
De vuelta en Siresa aún nos unimos a los últimos Pegasos que estaban celebrando el fin de ruta con unas raciones de proteínas, chupitos y cafés, antes de emprender el regreso a Madrid con la lagrimita asomando..que no me quiero ir!Un puente estupendo y un grupo de lo más majo, animado y agradecido. Muchas gracias a todos los participantes y a los que sin serlo han ejercido de coordinadores en la sombra, por hacer la tarea tan fácil y gratificante.
Nos volvemos a ver por la Val!
Coordinador: Sara Díaz