A.D. Grupo de Montaña Pegaso

Travesía Pirenaica - De Meranges a Alins

25 de junio al 3 de julio de 2022

Viernes, 24 de junio

Viaje interminable hasta Meranges. Allí dejamos los coches y, tras comprar algunas cosas para cenar, tiramos para arriba.

Subida muy vertical, pero que se salva en relativamente poco tiempo.

Al llegar nos sorprende la cantidad de coches que hay, y de autocaravanas. Sacan buen partido del entorno, que hay que reconocer que es bonito.

Encontramos a los compañeros que han llegado antes, charlamos un rato, cenamos y a dormir.

Sábado, 25de junio

Desayunamos tarde y salimos a las 8:30.

Los más ligeros nos sacan ventaja rápidamente porque quieren completar la ruta larga, pero en el grupo de cola compuesto por seis integrantes nos lo tomamos con más calma.

Pronto llegamos al Estany de Malniu (2250 m) que rodearemos por su izquierda. A partir de aquí la afluencia de gente decae drásticamente; la mayoría se quedan en el Estany. Seguimos marcas claras. Al abandonar la orilla del lago en algún momento nos despistamos, y perdemos brevemente el sendero, pero sin mucha demora volvemos a encontrarlo, y comenzamos a ascender.

Los primeros metros por el bosque son inclementes, muy verticales. Conseguimos superarlos y más arriba la subida se tiende un poco aunque no cesa.

Entre charlas y rododendros nos vamos acercando al Pla de la Villa, llanura que recuerda a Sierra Nevada porque nos muestra nuestro objetivo muy cerca pero algún desalmado lo va empujando cada vez más lejos de nosotros… Esa planicie parece no acabar nunca debido sobre todo a las ráfagas de viento que son bastante incómodas, pero por fin conseguimos llegar a la cumbre del Puigpedrós (2915 m).

Prácticamente no hacemos ni caso del mojón que marca la cima más alta de Gerona, apenas lo tocamos (por cumplir) y corremos a refugiarnos del viento tras las lajas que conforman el montículo de la cima, pues hay un compañero, el más lento del grupo, que aun tiene un rato antes de llegar hasta nosotros.

Los compañeros de la ruta larga deben andar ya por el Pic d’Engorgs (2818 m).

Esperamos “pacientes” al enfermo (¡jajajá!... broma tonta…) parapetados tras las rocas y bien pertrechados (los que disponemos de ropa de abrigo, que los hay que suben en pantalón corto y sin nada más en la mochila al más puro estilo corredor) hasta que por fin también él corona la cumbre “obligatoria” del día.

Bajamos hacia la Portella de Meranges  (2570 m) esperando encontrar menos viento por esta bajada que por la normal por la que hemos subido, y afortunadamente no nos equivocamos.

El participante que tardó en llegar al pico no se encuentra bien, y va bajando muy lentamente, en agónico descenso, acosado incesantemente por las ráfagas de viento que no paran hasta pasado el refugio Engorgs o Joaquim Folch i Girona.

Hacemos un alto en el refugio y cuando continuamos el viento amaina y las esperas al enfermo se hacen más soportables, incluso aprovechamos para echar alguna que otra siesta.

Todo el camino está perfectamente señalizado y mantenido (ya nos encontramos en GR-11) y completamos los últimos kilómetros hasta Malniu justo a tiempo para evitar mojarnos.

El compañero que se encuentra mal llama a un taxi para abandonar la travesía que le lleva hasta Puigcerdá.

El resto cenamos y aprovecho la cobertura para escribir al resto de alojamientos e informarles de la modificación de las plazas.

Domingo, 26 de junio

Adelantamos el desayuno, que ya tenemos horario montañero.

La primera subida ya es conocida en buen tramo, hasta llegar al refugio Engorgs o Joaquim Folch i Girona (2370 m) donde en esta ocasión giramos hacia el Este, adentrándonos en terreno inexplorado. La pendiente no es muy fuerte y poco a poco nos acerca hasta la pared, en la que el sendero de grava perfectamente visible nos coloca rápidamente en el primer collado que subiremos hoy, la Portella de Calm Colomer o de Engorgs (2680 m). Antes de pasar al otro lado aprovechamos para hacer una paradina y comer unas pipas.

Cuando continuamos efectivamente el aire es más fuerte al otro lado. Paseamos por un prado lleno de caballos gigantescos y majestuosos siguiendo nuestro omnipresente GR11, que nos llevará 600 m más abajo hasta el valle.

Frente a nosotros está el circo de Vallcivera que tendremos que remontar. Así visto parece bastante lejano…

Emprendemos la bajada con tranquilidad y llegados al “Prado de la Siesta” (bautizado así por nosotros) hacemos lo que indica, sestear unos minutos.

Tras la disfrutada parada, reanudamos la marcha y más rápido de lo esperado llegamos al fondo del valle.

Desde aquí todo parece más cercano y fácil. Encontramos un primer poste con indicaciones y un segundo, ninguno de ellos informa de hacia donde hay que ir para llegar al refugio de L’illa.

Pero nosotros sabemos hacia donde nos dirigimos y lenta pero implacablemente vamos remontando por el hermoso bosque junto al río. Las nubes amenazan pero no nos dejamos asustar.

En los últimos metros, llegados al circo, los árboles dan paso a unos pastos donde las vacas también aprovechan para sestear.

Un último esfuerzo para remontar los 200 m. de desnivel que nos separan del Port de Vallcivera (2517 m) y llegar al Estany de L’Illa, donde creemos presenciar un rescate en helicóptero, que luego nos aclaran en el refugio que no es tal: se trata de pescadores que tienen allí un campamento y que suben y bajan en helicóptero. El dinero en Andorra corre por las calles…

Desde la presa ya oteamos el gigantesco edificio muy modernizado, y al entrar en él podemos observar que, a pesar de la escasez de baños y el sistema de las duchas (más ecológico), se trata de un refugio de los de “cinco estrellas".

Tomamos unas cervezas antes de la cena programada a las 19:30. Como hemos llegado muy pronto y las duchas son tan breves, el rato de las cervezas se alarga.

Nos sorprende la sandía de postre en la cena, teniendo en cuenta que las suben a lomos…

Lunes, 27 de junio

Después de desayunar salimos a la bonita terraza y tras la foto de inicio, nos dividimos:

Dos personas recorrerán la cuerda de la Coma Extrema.

Cuatro personas irán por la cuerda de la Tossa del Braibal.

Y los cinco restantes barreremos el fondo del valle. Los militares pueden aprender de nosotros; una invasión en toda regla.

Nuestro camino es simplemente delicioso. Bajamos en pendiente moderada, junto al río Madriu, disfrutando de las flores multicolores e infinitas y carteles explicativos ubicados a lo largo de la ruta.

Vemos la niebla cernirse sobre la cuerda que transitan los dos valientes de la ruta larga, pero confiamos en que les irá bien.

Primero seguimos GR 11 para en los últimos km pasar al GR 7, que nos llevará a Escaldes, y después a Andorra la Vella, al hotel de cinco estrellas que por caprichos del destino nos albergará esta noche.

Tras un spa en el hotelazo y la cena en el espléndido buffet, algunos nos vamos de 'escape room' y otros directos a dormir.

Martes, 28 de junio

Desayunamos mucho más de lo aconsejable en el buffet (la mayoría), y nos dirigimos a la estación de autobús para tomar la L4 que nos dejará en el inicio de la ruta, en Canillo.

Localizamos rápidamente el sendero, que es muy vertical. El sol aprieta. Menos mal que en buena parte de la ruta en este tramo disfrutamos de la protección de los árboles.

Encontramos el puente tibetano de Canillo, de reciente construcción, que según nos comentan clientes del mismo, cuesta 12 euros cruzarlo en ambos sentidos. Un poco excesivo a nuestro parecer, así que continuamos caminando por nuestro track. Hoy la ruta corta es ciertamente algo larga, y avanzamos lentamente, pero con paso decidido.

Con el referente constante de La Cabaneta frente a nosotros, al alcanzar la cota más o menos de 2400 m. giramos hacia el Este, en busca de un terreno más amable por la zona de los Estanys de la Vall del Riu (2540 m). De nuevo giramos hacia el Noroeste para ascender a lo que parece un collado que marcaría la última subida de la ruta. Estamos equivocados.

Los otros compañeros deben estar ascendiendo todos los picos de los alrededores.

Al collado que pensábamos que era el fin de la subida le sigue otra cuesta, y desde ella, siguiendo el sendero, comenzamos a bajar en diagonal (por fin) una pedrera delicada de unos 500 metros de longitud que evita el Pic de la Cabaneta (2862 m). Tras esta bajada comienza el “cresteo". Siempre siguiendo las marcas de los puntos amarillos sorteamos unos colmillos por un sendero que en ocasiones tiene mucho “patio". Se sube y se baja varias veces hasta la Collada de Meners (2700 m), y a algunos este tramo por inesperado, se les hace bola. A mí me parece la parte más chula de la ruta.

Desde la collada, tras un corto descanso, solo nos queda bajar en moderada pendiente unos cinco kilómetros por el camino (Alta ruta pirenaica) bien definido que llevamos viendo desde hace rato.

Pronto llegamos a la Borda de Sorteny (1970 m), el alojamiento más caro de toda la travesía. Está en un lugar privilegiado, pero se llega por pista, y nos da la impresión de que el precio no está justificado, a pesar de recibir una cena correcta y un alojamiento suficiente.

Nos confinan con cordones en nuestras habitaciones y tenemos prohibido acceder al salón ni a la terraza desde las diez y media de la noche, así que nos vamos pronto a dormir, sin poder disfrutar siquiera de las estrellas. El entorno privilegiado no es accesible para nosotros.

 

Miércoles, 29 de junio

De nuevo en el desayuno, a pesar de ser correcto, la impresión de que el precio de este alojamiento es exorbitado, hace mella.

Salimos caminando por el prado en dirección sur para comenzar la ruta de hoy, con calma. Hoy todos haremos la ruta larga porque es tirando a corta e incluye una parte aventurera. Remontamos el circo en el que se encuentra el Estany del Estanyó sin llegar a él para aproximarnos a la Collada de Ferreroles (2532 m), desde donde comienza un flanqueo en “falso llano” que nos colocará en el Col d’Arenys (2550 m). Hacemos un corto alto para reunir fuerzas y continuar por el siguiente desafiante tramo.

La subida a los Casamanyas está equipada con cadenas y alguna grapa. No es difícil con buen tiempo, salvo por la gravilla que podría hacernos resbalar. Realizamos la subida con cuidado, y esperamos al componente más lento del grupo que se lo toma aún con más calma, para ir coronando una a una, las tres cimas: Casamanya Nord (2757 m), Casamanya Mig (2731 m), Pic Oest de Casamanya (2695 m).

Abarcamos un país entero desde estas cimas.

Comenzamos la bajada por la loma pelada, y al llegar al bosque algunos empiezan las carreras. Luego llegarán los tirones…

Parando cada cierto tiempo para esperar a los más lentos terminamos junto al campo de Golf de La Cortinada, y aprovechando que es la hora de comer nos apretamos unos huevos con patatas en un bar que hay junto al hotel.

Después de comer nos acercamos al hotel a lavarnos, lavar, sestear… actividades varias. Algunos nos bajamos a Ordino paseando. Algunos suben andando y otros subimos en bus, al astronómico precio de 20 céntimos, con un conductor de lo más agradable y dicharachero.  Se nota que la gente aquí se conoce, y hace comunidad. Nada que ver con las grandes ciudades.

Cenamos en el hotel nosotros solos, de buffet. Después nuevo paseo nocturno por la tranquila localidad viendo la tormenta a lo lejos. La noche permite dormir con la ventana abierta.

Jueves, 30 de junio

Un participante nos informa de que se encuentra mal y que prefiere volver a casa porque no está en condiciones de andar, así que buscamos opciones para él para volver a Madrid.

Tres participantes realizarán parte del recorrido de hoy en autobús. Seis participantes realizarán la ruta larga, y dos nos quedamos en la intermedia.

Tras las despedidas comenzamos a caminar por la carretera hasta encontrar el sendero que asciende en fuerte pendiente hacia el Coll de Les Cases (1965 m).

Como el camino es tan pendiente, llegamos al collado casi sin darnos cuenta. Continuamos subiendo hasta el Pic de Percanela (2490 m), que si no es por el hito “cimero”, te lo pasas. Allí tomamos un chocolate observando a los de la larga caminar por la cuerda enfrente, y nos preparamos para la breve bajada de hoy. Llegados a 2000 m de altitud, en el cruce entre varios caminos se encuentra un establo al que acuden unos caballos que hemos visto pastar antes. Hacemos un descanso aquí y nos alcanzan los compañeros de la ruta larga, que también paran un rato para no estar demasiado tiempo en el refugio. Uno de los caballos está muy interesado en la mochila de un compañero y hay que espantarle. La verdad es que estos caballos son gigantescos.

Tras el largo descanso algunos se adelantan y otros, sabiendo que no queda mucho para llegar al refugio, preferimos tomarlo con más filosofía. Bajamos los pocos metros que quedan hasta el cruce con el GR y comenzamos a subir por el accesible sendero, transitado por multitud de senderistas que nos cruzamos, yendo ellos de bajada.

Llegados al refugio nos aguarda la desagradable sorpresa de que el agua caliente no funciona. Algunos compañeros se atreven con el agua fría pero para mí, unas toallitas húmedas harán las veces de ducha.

Un rato para reflexionar sin tele pero con wifi (la montaña no es lo que era), y llega el momento de la cena. Las camas son incomodísimas (literalmente una colchoneta de gimnasio sobre estanterías de almacén anchas de metal y sin almohada), pero al menos la habitación es grande y no la compartimos con nadie. Mañana más.

Viernes, 1de julio

El grupo de machacas comienza a caminar temprano y con prisa, como siempre. Dos participantes nos desviamos por una alternativa, siguiendo toda la cuerda hasta el Pic de Sanfons (2886 m). Por el camino nos encontramos con dos personas que portan un rifle. Nos preguntamos si la caza será legal en estos parajes. Vemos infinidad de buitres sobrevolándonos y encontramos lo que parece una buitrera un poco por debajo de la cuerda que seguimos. Llegados a la Agulla de Baiau (2860 m) escuchamos dos únicos disparos.

Tras bajar de la Agulla nos incorporamos a la ruta larga programada. Nos encontramos con el grupo de la ruta larga, que si sigue así llegará al refugio antes de comer, y nosotros ascendemos Comapedrosa (2944m), que está cerquísima. Durante el ascenso nos cruzamos con el grupo de la corta, que se dirige al Pic de Baiau (2885m).

Tras coronar la cima más alta de Andorra nos dirigimos de nuevo a la Portella de Baiau (2757 m), desde donde comenzamos a descender, procurando no bajar demasiado para enlazar un camino que hemos visto en TopoPirineos, que faldea más o menos a 2700 m de altura, ahorrándonos 200 m. de desnivel.

Lo encontramos sin problemas, y aunque está un poco desdibujado, es un camino de esos montañeros, de los que me gustan.

Volvemos a coincidir con los que hacen ruta larga en el Coll dels Estanys Forcats (2743 m) que ya bajan del Pic de Medecourbe. Intercambiamos impresiones y nos disponemos a subir, abandonando la mochila brevemente.

La subida requiere trepar en algunos sitios, hay que ser un poco más cuidadoso, pero no es complicada.

Coronamos el Pic de Medecourbe (2914 m) y nos animamos con la cresta Este, que parece sencilla. Efectivamente, en algunos pasos hay que bajar un poco para esquivar complicaciones, pero es una cresta disfrutona.

De vuelta al pico comenzamos la bajada, más evidente, como siempre, desde arriba.

Recuperamos nuestras mochilas y vamos en busca del camino señalizado para dirigirnos al Estany de Baiau (2470m) donde enlazamos con el GR-11, que más amablemente nos va dirigiendo entre prados y aguas tuertas hasta el Pla de Boet (1860 m). Cruzamos por un puente la Noguera de Vallferrera para ascender los últimos metros hasta el refugio.

La única ducha calentita, se agradece infinitamente, excelente forma de prepararse para la cena.

Esperamos un rato a los compañeros que se incorporan para realizar la actividad de la Pica d’Estats que van llegando y nos vamos a dormir para no soportar a la multitud de mosquitos que pululan a esas horas alrededor del refugio.

Sábado, 2 de julio

Ruta larga:

Los cuatro participantes de la actividad del fin de semana se incorporan al grupo.

Dos de ellos realizarán actividad larga, junto con otros cuatro participantes de la travesía.

Comenzamos a caminar todos juntos (intermedia y larga) y rápidamente dividimos nuestros caminos. Los de la opción larga nos adentramos en el valle de Areste por el bosque siguiendo  sendero que nos adentra en el barranco, y que nos lleva hasta el Estany d’Areste (2400 m) que bordeamos por la pedrera de su parte izquierda.

Continuamos caminando junto al curso de agua, hasta llegar casi al fondo del circo, donde giraremos hacia el Este en busca del collado que vemos situado a 2700 m de altitud, bajo el Pic de la Canalbona, al que no ascenderemos.

Tras la fuerte pendiente hacemos una breve parada para reponer fuerzas y siguiendo sendero señalizado con hitos nos vamos acercando, por terreno alpino, bordeando el Pic de la Canalbona, hasta el Collet de Fals (2915 m), Port de Ruifred (2920 m), y Collet Franc (2922 m), donde vemos gente frente a nosotros enfrentándose ya a la fácil cresta que nosotros también afrontaremos.

Les seguimos y casi sin darnos cuenta llegamos al primer “tresmil” de hoy; Pic Rodó de la Canalbona (3004 m). Consabidas fotos y continuación del camino, esquivando la cresta directa (PD+) a la Punta Gabarró (3114 m). el Rodeamos el pico por el Este y el Norte la ascendiendo por sendero y por último por la cresta al mismo, evitando con este rodeo las dificultades.

Nos parece distinguir a nuestros compañeros de la intermedia en la Pica, frente a nosotros.

Volvemos a la arista tras hacer las fotos en la Punta Gabarró y alcanzamos a los que iban por la cresta delante de nosotros. Nos cruzamos también con corredores que bajan. ¡ Qué transitado está este tramo para estar catalogado como PD+ !. Efectivamente, tiene algún paso que podría resultar amedrentador, sobre todo de bajada, pero todos los superamos sin incidentes guardando la cola correspondiente, y coronamos finalmente la Pica d’Estats (3132 m) junto a una multitud con dron incluido. Nuestros compañeros de la rutas intermedia ya no están en los alrededores.

Hacemos las obligatorias fotos corriendo para huir del lugar, buscando el mucho menos concurrido Pic Verdaguer (3129 m), a un tiro de piedra de la Pica.

Bajamos después hasta el Coll de Ruifred (2878 m) donde nos encontramos a los participantes que van más retrasados de la opción intermedia que están comiendo. Algunos de nuestros compañeros se quedan a comer con ellos mientras otros nos subimos al Montcalm (3077 m).

Cuando bajamos los de la intermedia continúan en dirección a la Pica y nosotros bajamos por los pocos restos de nieve que quedan para luego continuar subiendo hacia el Port de Sotlló (2884 m), cerca del cual pensamos desviarnos para ascender al Sotlló.

Uno de los participantes sufre una pequeña caída y el incidente le hace reflexionar. Determina que está demasiado cansado para continuar trepando, y decide bajarse por la normal. Otro participante le acompaña, quedando cuatro personas para ascender al Sotlló (3072 m) por el vertical sendero. En algunos puntos hay que echar las manos, y nos sorprende encontrar algunos jóvenes cargados como mulas que dicen dirigirse a Tavascán, pero que lo están pasando claramente un poco mal.

Dejamos nuestras mochilas en Sotlló para dirigirnos al Sotlló Nord (3058 m) por la bonita y disfrutona cresta.

De vuelta seguimos una alternativa que enlazará con la opción corta de hoy, bajando por un sendero dibujado en TopoPirineos hacia los Estanys de la Coma de Sotlló.

En su mayoría está bien señalizado, aunque no es un sendero sencillo sobre todo mientras se baja por la loma. La roca está muy descompuesta y resbala bastante. Hay que bajar cuidadosamente y eso nos lleva más tiempo del esperado.

Finalmente llegamos al collado (2700 m) y luego más fácilmente a los Estanys (2500 m), y enlazando con la opción corta bajamos por la interminable ruta normal hacia el refugio.

Nos cruzamos con hordas de campistas que colonizan las orillas del Estany de Sotlló (2350m) y atravesando humedales en constante aunque moderada bajada, nos adentramos en el bosque. Allí nos espera un último tramo de subida, incluyendo un paso con cadenas, que después de todo el día se nos hace un poco más cuesta arriba.

Llegamos al refugio a las siete y cuarto, y descubrimos que hay tres compañeros de la intermedia que aún no han llegado. Juanma (guarda del refugio) amablemente accede a esperar para servir la cena, y nos vamos duchando hasta que los últimos aparecen por el camino.

Cenamos y ellos se duchan después de la cena. Último intercambio de impresiones sobre la ruta que hemos hecho cada uno y a dormir. Un día excelente.

Domingo, 3 de julio

Nadie quiere realizar actividad montañera, así que pasamos por Alins para saludar a Meritxell en su coqueta librería, y seguido nos volvemos a nuestros coches y a Madrid.

Coordinadora: Esther P.

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(Sólo días concretos, cuando hay reunión presencial) 
 
 

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