Fecha | 11 - 12 Septiembre 2010 |
Itinerario | Collado Jermoso - Torre de la palanca - Torre del Llambrión - Torre del Friero |
Desnivel y Distancia | Refugio: 2065m - Palanca: 2614m - Llambrión 2642 m - Friero: 2448m |
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El viernes realizamos el viaje en coche hasta el pequeño y pintoresco pueblo de Santa Marina de Valdeón (1.180 m), donde nos alojaríamos, como ya es costumbre, en “La Ardilla Real”, un albergue muy acogedor donde nos dan buen trato. De los 24 que éramos, todos con licencia federativa, allí nos alojaríamos solo veintiuno, 5 chicas y 16 chicos, mientras que Juanjo dormiría en el pueblo, pero en su furgoneta y Ángel y Carlos lo harían también en la furgoneta de éste pero en el pueblo de Cordiñanes.
La aproximación la haríamos en los taxis que ya habíamos reservado y que nos adentrarían en el Parque Nacional de los Picos de Europa hasta el Caben de Remoña (1.771 m).
Sábado – 11
El desayuno que nos habían dejado preparado, lo tomamos de forma escalonada, comenzando los más madrugadores a las 7:15 para subir en el primer taxi a las 7:45, taxi que tendría que retornar para hacer un segundo viaje. El resto del grupo teníamos previsto desayunar a las 8:00 para estar listos a las 8:30 y en tres taxis hacer el trayecto de aproximación.
Iniciamos la marcha siguiendo el camino que lleva hasta la fuente de Pedabejo y que enseguida se empina y sube rápidamente por el Sedo de Pedabejo, donde es necesario echar las manos, hasta el Collado de Remoña desde donde contemplamos la Vega de Liordes. Un poco más abajo cogimos una senda que sale a la izquierda y recorrimos este inmenso espacio dejando en todo momento la vega a nuestra derecha hasta llegar a una bifurcación de caminos con tablillas indicadoras. Tomamos hacia la izquierda la senda ascendente que transcurre por encima del Llagu Bajero y que gana altura hasta Las Colladinas, que recorrimos en un continuo subir y bajar hasta la última desde la que en un breve descenso y dando vista al refugio llegamos hasta él (2.065 m), habiendo invertido en nuestro recorrido unas 2 horas y 45 minutos.
El refugio se encontraba en obras, mejorando las instalaciones, y habían instalado una gran tienda de campaña para poder alojar a los montañeros. Dentro del refugio pudimos instalarnos nueve de nosotros mientras que trece lo hicieron en la tienda de campaña donde, a pesar de disponer de colchonetas, sacos suplementarios y mantas, los que allí durmieron se quejaron del frío que pasaron y del mal olor de la tienda. Hubo otros dos compañeros que tenían la idea de vivaquear, pero cuando vieron lo que desciende la temperatura por la noche decidieron arrimarse a la tienda y abrigarse junto al resto de compañeros.
Dos compañeros decidieron que para ellos había sido suficiente llegar hasta el refugio y otros dos tenían planes para ascender a la Torre del Llambrión por el Tiro Callejo, que era una ascensión mucho más exigente y técnica que la que íbamos a hacer los demás a la Torre de la Palanca.
Nos preparamos para la subida dejando todo aquello que no íbamos a necesitar para aligerar peso y después de comer algo cogimos nuevamente la senda por la que habíamos llegado hasta el cruce señalizado donde el sendero empieza a empinarse hacia las Colladinas. En ese punto giramos a la izquierda y comenzamos a ascender en diagonal salvando las paredes que caen desde el Hoyo del Llambrión. Dicha diagonal termina en una característica zona de escalones rocosos, donde dos compañeros no tenían buenas sensaciones y decidieron abandonar mientras que el resto lo superamos sin gran dificultad. Ligeramente hacia la izquierda llegamos hasta la base de la Torre de Delgado Úbeda, desde donde giramos algo a la derecha y en continuo ascenso empezamos a seguir una serie de caóticas gradas, pedreras y fáciles canales por donde en más de una ocasión necesitamos ayudarnos con las manos, hasta alcanzar la cresta de la Palanca (2.614 m), después de algo menos de 2 horas. Desde la cima disfrutamos de unas panorámicas de las mejores que se pueden contemplar en Picos de Europa. Comimos y nos hicimos la fotografía del grupo luciendo la pancarta que portábamos para ese fin.
Para bajar nos dividimos en dos grupos. Mientras que un grupo de once descendíamos al refugio siguiendo el mismo recorrido que en la subida, otro grupo de siete decidieron ascender a la Torre del Llambrión (2.642 m) por la ruta normal.
Antes de las 19:00 todos habíamos regresado al refugio donde, desde el collado, pudimos disfrutar de la esplendida puesta de sol mirando hacia el Macizo Occidental. Después de la puesta de sol la temperatura bajó considerablemente.
Nos dieron de cenar a las 19:30, en el primer turno y después hicimos una sobremesa fuera del refugio comentando los avatares del día, aguantando abrigados porque la temperatura había bajado bastante y enseguida a una hora temprana nos fuimos a dormir.
Domingo – 12
A la mañana siguiente madrugamos para desayunar a las 7:00 y nos encontramos con un mar de nubes que penetraba por la depresión del Argallo Congosto hasta casi el mismo borde del refugio.
Tres de los integrantes del grupo optaron por regresar a Santa Marina siguiendo el camino por las Colladinas hasta el Cabén de Remoña y desde allí descender hasta el pueblo. El resto del grupo iniciábamos a las 8:00 el descenso por el Argallo Congosto con el fin de ascender, no todos, a la Torre del Friero (2.448 m). Cinco del grupo optaron por seguir bajando hasta la Canal de Asotín para, siguiendo ésta, bajar hasta el pueblo de Cordiñanes, donde dos de ellos darán por concluida la marcha mientras los otros tres caminaran siguiendo la carretera hasta Santa Marina de Valdeón. Mientras tanto el grupo de dieciséis integrantes tenemos que abandonar la depresión del Argallo Congosto y encaminarnos hacia el Llagu Bajero (1.888 m), lo que hacemos con gran dificultad debido a la falta de visibilidad que hay por la niebla que nos rodea.
Pasamos toda la mañana inmersos en la niebla que tanto nos dificulta la orientación y cometemos numerosos errores siguiendo hitos equivocadamente, lo que nos hace perder mucho tiempo hasta que conseguimos nuevamente retomar el itinerario correcto. En esas circunstancias, por fin tenemos al alcance el Collado de Chavida (2.199 m) y enseguida encontramos la bifurcación que sale a la derecha y que se encamina hacia una diagonal por la que hay que transitar para llegar a la cima. En ese punto nos dividimos y nueve de nosotros decidimos seguir hasta el collado y bajarnos a Santa Marina, mientras los otros siete deciden seguir hasta la cima.
Llegamos hasta el collado, donde seguía habiendo niebla, e iniciamos el descenso por una senda muy empinada y pedregosa. La niebla no nos permitía tener ninguna referencia visual y por momentos era tan densa que teníamos que caminar muy juntos para no despistarnos entre nosotros. Seguimos teniendo muchas dificultades para seguir alguna senda marcada que nos llevara hasta el pueblo. Por fin la niebla empezó a abrirse cuando ya teníamos el fondo del valle a la vista y podíamos ver alguna casa, pero nos dimos cuenta que en el descenso nos habíamos desviado bastante hacia la derecha y que el pueblo al que nos encaminábamos era Posada de Valdeón. Empezamos a corregir nuestro rumbo “a trocha” hasta que dimos con un antiguo camino que en paralelo a la carretera comunicaba Posada con Santa Marina. A las 14:45 entrábamos en el pueblo y nos dirigíamos al albergue donde nos encontramos con los seis compañeros que habían planeado hacer distinto recorrido que nosotros.
Ya de vuelta en Madrid, nos enteramos que los siete compañeros que fueron a hacer la cumbre de la Torre del Friero habían hecho cima sin problemas y que arriba no tuvieron niebla sino un mar de nubes del que sobresalían los picos más altos del macizo.
Autor: Abilio