A.D. Grupo de Montaña PEGASO
Montañismo
Alpes
26 de agosto a 7 de septiembre de 2023
Sábado 26
Día de encuentro y conocimiento de los siete pegasianos: Javier, Alfredo, Alfonso, Pedro, Jose Luis, Dimas y Luis Antonio.
En el aeropuerto seis participantes coordinamos la bolsa que vamos a facturar con bastones, navajas, etc. y volamos a Lyon llegando a las 11:50, donde cogeremos el transporte acordado hasta el Hotel previsto. Javier llegará más tarde ya que ha volado en el siguiente avión.
Sabiendo la problemática que había tenido el grupo 1 con el equipaje sobrante, le pedimos al taxista que se quede con nuestro petate ya que según nos dijo sería él mismo quien nos recogería a la vuelta. Grosso error, ni fue él, ni el petate apareció. Esos sí, el bueno de Dimas, dueño de la bolsa, nunca perdió la sonrisa.
La tarde la aprovechamos visitando la ciudad y buscando un sitio donde comer, que al final resultó ser un restaurante muy francés: una pizzería.
Domingo 27
La meteo se pone en nuestra contra, Meteoblue nos ofrece lluvia para el día, puede que logremos una ventana justo en la hora a la que subiremos a Muzzele.
Por lo pronto, con cara ausente nos metemos un buen desayuno y esperamos que llegue el transporte que nos llevará a Venosc. El trayecto dura dos horas ya que vamos en una furgoneta que tira muy bien y al conductor le gusta pisar el acelerador.
Venosc nos acoge con lluvia, es un pueblito maravilloso donde nos cuesta encontrar donde tomar un café, por fin lo encontramos y decidimos dejar pasar el tiempo hasta que la ventana sin lluvia aparezca. Como somos gente con suerte, ese hueco llega y nos lanzamos hacia el refugio.
En esta primera ruta ya se ve cómo va a ser la serpiente del grupo: muy larga, con mucha diferencia entre el primero y el último y muchos tramos en soledad. Las posiciones del primero, segundo, tercero, ultimo y penúltimo se consolidarán a lo largo de la travesía.
Logramos no mojarnos, el refugio nos agrada ya que se encuentra mirando a un lago espectacular y al fondo se ve el collado de la Muzelle, por donde tendremos que pasar al día siguiente. La temporada está dando sus últimos coletazos así que apenas hay 15 personas alojadas, esto es algo que se repetirá una y otra vez a lo largo de la travesía, queda claro que primeros de septiembre es un buen mes para hacer el GR 54.
Lunes 28
Amanece acorde con las previsiones: día de perros. Francamente malo. Al fondo vemos una tienda de campaña, dos chicas que llegaron la noche anterior empapadas parece que han insistido en vivir su particular aventura. Bendita, cabezota y paupérrima juventud!.
La música del refugio es muy buena, fuera nieva mucho, tenemos muchos debates sobre cuál será la hora para salir; unos ansían una ventana que puede o no puede aparecer, otros prefieren que la nieve no se acumule. Los del refugio no nos dan ideas muy claras, quizá al final parece que ya se mojan de forma más rotunda y nos recomiendan salir cuanto antes. Pedro y Dimas acogen el consejo y salen hacia el collado. El resto seguimos rezando el rosario a ver si de nuevo se multiplican los panes y los peces. Y claro, eso no ocurre.
La subida se hace de forma aceptable, Jose Luis se pega una jupa de miedo abriendo huella y Alfredo se nos va quedando atrás. Aunque sin saber cómo, justo en la cota más alta del collado, aparece con nosotros.
En el collado hay ligero hielo creado por la combinación de la lluvia y el viendo frío. Llevamos botitas de trekking y ningún material para la nieve. Veo la caída y en los primeros 50 metros como resbales entras en el vacío. Primera clase de parapente gratis y nada de final feliz. Jose Luis y Alfonso bajan aparentemente bien, Alfredo y yo mucho más precavidos, yo psicológicamente muy muy justo. Las huellas de los primeros, Pedro y Dimas no existen. Ni siquiera las del Javier, que era el primero de nuestro grupo, se han mantenido.
Pasados esos 50 metros la cosa se pone un poco más fácil, ya no hay vacío y la nieve está más “pescadería”, aquí me permito el lujo de tener un par de caídas y empaparme no vaya a ser que la mochila vuelva con ropa limpia.
Poco a poco el ánimo va volviendo, la nieve deja de caer, empieza a desaparecer del terreno, la lluvia también va menguando, el camino se vuelve más sencillo y por fin llegamos bien mojados a Gite Le Beranger.
Martes 29
Hoy cuesta arrancar un poquito más, aun así las sonrisas no se borran de nuestra cara mientras nos equipamos ya fuera del alojamiento. La meteo ha decidido por fin ponerse de nuestra parte y hace un día espléndido.
Tras los dos días anteriores éste será de goce espiritual, los ojos se llenan de vistas estupendas, hace un ligero fresco ideal para andar.
Disfrutaremos de imágenes increíbles, hacía detrás el maldito (para nosotros) collado de la Muzelle, por delante cumbres idílicas manchadas de nieve.
Sin muchos más recuerdos, y tras perdonar el Valsenestre por el piso mojado, llegamos a la afamada (por su falta de amabilidad y mísera alimentación digna de una posguerra subsaharaui) Gite les Arias.
El día todavía nos guardará un pequeño regalo. Frente a la antipatía, inseguridad y falta de empatía de la cuidadora: una rubita creída (nadie sabe el motivo). Aparecerá una chica morena que responde al nombre de Claire, deseosa de conversar, de habla y expresión muy calmada, capaz de comunicarse con fluidez en español, francés, italiano y rumano; Ingeniera agrónoma, exfuncionaria, y que harta de la vida convencional ha decidido ser pastora por aquellos páramos. Nos caen varias cervezas en el bar del pueblo mientras con cara bobalicona escuchamos todas sus interesantes reflexiones.
Miércoles 30
Amanecemos en la mediocre Gite las Aries, una pena porque el edificio y sus instalaciones son estupendas. El desayuno malo y escaso, no es posible ni coger un mendrugo de pan para el camino. Alfredo se llevará el primer chasco del viaje en lo que se refiere a falta de leche caliente, por más que insiste, no logra que la atemperen.
El día se promete largo, el collado está lejos y hay mucho desnivel tanto para subir como para bajar. A cambio, para amenizar el trayecto, es una ruta con vistas impresionantes, pasos con cadenas, cascadas, y en medio el refugio de Soufflés, donde poder picar algo o echarse una cerveza. En mi caso, opté por disfrutar esa cerveza en las hamacas que miran al collado de la Vaurze por donde hemos bajado. Alfonso, Jose Luis y yo aprovechamos para ir a ver un supuesto glaciar que hay tras el refugio pero que a día de hoy es un simple circo y no merece mucho la pena el paseo.
Pedro se lanzó a hacer el sólo el Pic Des Scies de Ste-Anne, el resto continuamos bajando y en Villar-Loubière Pedro hizo gala se sus habilidades sociales y consiguió que un coche le llevara hasta el final del trayecto.
La etapa es francamente bonita, de esas gustonas que te hacen gozar de cada paso que das. Finalizamos en el Hotel Mont Olan, lujo final donde nos duchamos como reinas, bebemos como Baco y cenamos como reyes.
Jueves 31
Etapa sin pena ni gloria, pocos recuerdos y ninguna foto. Pasamos por el refugio de Chabourneou, y por más que miro las fotos en google no logro recordar haber pasado por ahí, igual es que no tomé cerveza en ese refugio.
Empezamos con un buen desayuno en el hotel, aprovechamos para aprovisionar “gratis” comida para los siguientes días y empezamos la jornada sin apenas desnivel siguiendo paralelos al río.
La sal de la jornada la darán los innumerables puentes rotos por el temporal de principio de semana, que nos obligará a buscar los mejores pasos posibles y en su caso, a descalzarnos y cruzar el río como cada uno pueda.
Llegaremos al refugio de Vallonpierre, un sitio mágico que transmite mucha paz. Muy bien orientado para aprovechar y lavar la ropa, se seca en nada de tiempo.
Viernes 1
Día de montañas secas y escarpadas, vistas muy bonitas. Nos permitimos el lujo de hacer todas las cimas accesibles desde los collados por los que pasamos: Vallonpierre, Gouiran y Vallete. A estas alturas de la travesía vamos muy fuertes.
En el trayecto del GR se pasa por varias pozas donde es posible pegarse un baño y asearse emulando a Adan y Eva.
Llegaremos al refugio de Chaumette a buena hora y de nuevo nos cae un regalo, un pequeño concierto que empieza fuera en la explanada simplemente acústico, y continúa tras la cena ya algo más eléctrico y con versiones más conocidas.
Torpes bebemos Heinken ya caducada y justo a antes de cenar nos percatamos de que tenían la buena Leffe.
Sábado 2
El día previo habíamos debatido extensamente cual sería el collado por el que íbamos a pasar, pese a que alguien nos lo dijo, hubo quien no se convenció así que lo descubriremos en el avance: estaba tapado por la montaña previa.
La subida muy bonita, con un toque exigente, ideal para meterte en tus pensamientos, cada uno la hace a su ritmo y nos reagrupamos en el Pas de Cavale donde nos haremos la foto del grupo con nuestro cartel de Pegaso en Din-A3
Desde ese collado nos lanzaremos a la cima norte, algo que parece cerca y sencillo, y se convierte en una hora y media de caminar, trepar y crestear. Opción muy divertida y de la que nos alegramos mucho de elegir. La pena para los que han esperado en el collado es que les habría dado tiempo a echar una siesta si fuera más cómodo.
La bajada se hace bastante larga y sin duda la opción de coger taxi en el aparcamiento “Entre les Aigues : GR54 y refugio les Bans” es imprescindible.
Llegamos al Chalet Alpin l'Eychauda, muy agradable y con tienda próxima, donde iremos a aprovisionarnos de cerveza, queso y fiambre.
Domingo 3
A estas alturas de la travesía hay cierta incertidumbre por el cansancio que puede aparecer a partir de ese momento, así que en general hay consenso de que debe ser un día de descanso activo. Iremos hacia el Glaciar Blanco y subiremos lo que nos apetezca, no estamos por las labor de llegar hasta el Refugio de Ecrins.
Cogemos el autobús que nos acerca al Chalet Refuge Du Pré de Madame Carle, como es el último de la temporada nos hace un precio de risa por subir y bajar, creo recordar que sólo dos euros por persona.
Sin duda la apuesta merece la pena, el paraje es sublime, ya lo habíamos leído en los comentarios de la web. Claramente es la guinda del GR-54.
Dimas, que ha ido cargando con los trastos de ferrata toda la travesía (y lo que queda), se desliga del plan y disfruta de una ferrata que define como muy bonita, fácil y encajonada en un bello cañón.
Pedro, dentro de la opción del Glaciar, le echa ganas y mientras el resto pica algo en el Refugio del Glaciar Blanco él pide unos crampones, los consigue y decide que llegará hasta el final. Por las fotos que envió está claro que le valió la pena.
Lunes 4
Hoy arrancamos de nuevo cogiendo taxi hasta el aparcamiento de Chambran. El grupo se disgrega bastante.
Dimas hace la opción ferrata, pegándose una paliza tremenda porque la hace al revés, lo cuenta ya en el alojamiento con la sonrisa simpática que le caracteriza.
Pedro, Alfonso y yo haremos la subida al lago de L´Eychauda disfrutando de una buena charla. En general gustará mucho. A mí, vistas fotos en internet, me defrauda pues el color turquesa que yo tenía en mente ha migrado al gris del hormigón.
La bajada resulta muy divertida, hay que destrepar bastante, ayudarse de cables y tener cuidado. Un cambio bonito que alegra la travesía.
Definitivamente llegaremos a Le Casset, un pueblo de ensueño, con una iglesia interesante, una pequeña exposición en un antiguo molino fluvial, y una de las entradas al parque con su edificio de información donde poder coger mapas y recuerdos interesantes.
En Le Casset tomaremos cervezas y viandas varias en una creperie super agradable y bien atendida, raro encontrar una profesionalidad de ese nivel en Francia. El alojamiento, Le Rebanchon, una comodidad de sitio, con un salón de lectura mágico y una cena cuantiosa y muy apetitosa.
Martes 5
Iniciamos el penúltimo día, y para dejarnos buen sabor de boca sale una ruta de ensueño. Recorrido junto a los meandros del Torrente Petit Tabuc al principio y de la Planche después. Tendremos mucha agua, mucho verde, prados, cascadas y pozas.
El grupo de nuevo muy disgregado, Dimas a por sus ferratas. Día para encontrarse con uno mismo y aprovechar alguna cascada con poza para tomar el almuerzo, decido hacerlo disfrutón y beberme la vida.
Tras un almuerzo super agradable en una cascada y más caminar bajando se llega a Plan D'Eau D'Arsine, un lago esplendido en el que la gente come y toma el sol. No sé si permitido o no, pero Pedro y yo decidimos meternos dentro del agua y pegarnos un disfrute en este día de tanto calor.
Pedro, dando muestras de su inteligencia, decide aquí hacer autostop y dar por finalizada la jornada, yo sigo y me encierro en mis pensamientos. Gracias a la tecnología estamos todos en contacto permanente y resulta que Dimas y yo estamos muy cerca así que seguimos en plan disfrutón y hacemos una escala cervecera en el bonito pueblo de Villar de Arene
El Alojamiento, Guite Le Rocher, resultará ser un sitio maravillosamente surrealista y donde nos tratan muy bien, comida buena y abundante. Y sobre todo, unas vistas increíbles hacia La Meije y los glaciares de Tabuchet, Rateau y Meije.
Miércoles 6
Día de mucho calor, el arranque será muy bello, a la siniestra nos persigue la impresionante vista de La Meije. Atravesaremos la zona vieja de la Grave, muy bonita pero totalmente en obras.
Los días han ido haciendo mella y el grupo se estira tremendamente. Gran parte del trayecto lo hago con Alfonso, conversador interesante y sobre todo que transmite un cariño tremendo en su expresión. Pedro se queda bastante atrás; Javier, Jose Luis y Dimas muy delante.
Las temperaturas han subido mucho, pesan tanto que Alfonso y yo paramos en el Chalet Du Fay y echamos una cerveza, él generosamente comparte conmigo un salchichón que había comprado el día anterior.
Todo el mundo localiza sin problema la bajada al puerto del lago Du Chambon antes del arroyo Ruisseau de L'Alpe; Alfonso y yo nos lo pasamos y cuando lo vemos nos da pereza dar la vuelta. Obnubilados por el deseo de encontrar una zona habitada y ponernos tibios de cerveza, seguimos hacia delante y la broma nos cuesta 5,5 kilometros de más y una hora de camino. Y de cerveza, nada de nada. Llegamos secos a la presa del Lago donde nos ponemos en contacto con el Taxi que ha de recogernos y llevarnos de nuevo a Lyon.
Jueves 7
Día final y de regreso, aprovechamos para meternos un desayuno pantagruélico, despedirnos y empezar a soñar con la próxima aventura.
Foto final donde las sonrisas expresan lo que han sido estos días juntos.
EPILOGO:
Ha sido una suerte que el grupo fuera tan experimentado en montaña, todas las decisiones fueron muy fáciles de tomar, sin apenas debate y siempre con mucha seguridad.
Os agradezco mucho toda vuestra ayuda y colaboración.
Coordinador: Luis Antonio Fabra