A.D. Grupo de Montaña Pegaso
Cordales. XIII Marcha de la Mujer Montañera
Miraflores - Perdiguera - Bustarviejo
Domingo, 12 de marzo de 2023
Tal y como estaba anunciado, el día fue espléndidamente caluroso y soleado. Sin nada de viento. Suerte que tuvimos los montañeros y montañeras que pudimos celebrar esta conmemorativa jornada sin mayor preocupación que embadurnarnos la piel con buena dosis de crema protectora.
Cumpliendo las recomendaciones del Club y de las organizadoras de esta actividad, los cortavientos y chubasqueros estaban en las mochilas, aunque sólo tuvimos que sacarlos para acceder a otros objetos que bajo ellos estuvieran.
Según habíamos previsto, a las 09.30 h, tras las oportunas tres paradas que realizó Víctor, nuestro amable conductor, desalojamos el Bus los 61 participantes en el término municipal de Miraflores de la Sierra, límite con el de Bustarviejo. Allí, en una zona despejada permanecería el Bus dos horas, por si algún arrepentido decidía abandonar la marcha. No fue el caso.
Sin prisas, pues teníamos una larga jornada por delante, nos fuimos cambiando el calzado, tomando algún tentempié, colocándonos las gafas de sol, las gorras y saludando, como era mi caso, a los compañeros que no habíamos visto en mucho tiempo. Antes hubo que colocar las bebidas y el hielo en los bidones que Jesús E. nos había dejado. A la vuelta estaría todo dispuesto. Fue difícil respetar el espacio de las empanadas. A pesar de mi insistencia, una de las delicadas tartas de manzana sufrió el aplastamiento bajo una o varias mochilas, como era de imaginar por su estado. De todas formas, nadie reparó en la desgracia a juzgar por la rapidez con que fueron devoradas. Iniciada la marcha nos dispusimos ascender la senda Paco y, aunque tremendamente “pina” ella, algo ayudaba la emoción de coincidir con los compañeros, la cercanía de Asun, de Jesús y de Jose, del que desatendimos sus advertencias, pues no respetamos la hora de comienzo de la merienda. Comentarios, cotilleos y chascarrillos hicieron menos dura esta subida. Casi sin darnos cuenta, aunque fuimos separándonos unos de otros, como de costumbre, llegamos al primer pico de la jornada, el Pico de la Pala, donde disfrutamos de espectaculares vistas de Miraflores con Buitres incluidos.
“Chano chano” por la cuerda de la Vaqueriza nos vamos disgregando. Los compañeros más intrépidos, con la mente en coronar casi la totalidad de las formaciones montañosas de la Sierra Sur de Guadarrama, van desapareciendo. Y como “escoba” que era, voy recogiendo a los que afrontamos esta marcha a otro ritmo.
Casi sin darnos cuenta nos pusimos en el vértice geodésico del Pico Perdiguera, punto más alto de la jornada. Ya sólo nos quedaba bajada. La satisfacción era máxima: La subida hecha, el tiempo inmejorable, la compañía...Y en la constante idea de “Otro año más celebrando el día de la Mujer Montañera”.
Cómodo descenso entre brezos y bajo piornal, esperamos a los más rezagados. A veces se me olvidaba que tenía que ir la última, aunque ya me había asegurado que Fernando que iba detrás controlaba perfectamente al Grupo. Y si no Javier, docto en GPS, podía aventajarme para luego esperar, pues no me gusta ir sola. Pero la espera se hizo sospechosamente larga. Por emisora nos dijeron que estaban a 30 minutos de Boca de los Hoyos, pero más de 40 minutos esperando y... ¡SORPRESA! este último grupo había decidido no seguir el track.
Así que de nuevo acordamos reunirnos en el Puerto de Canencia donde comeríamos. Otra vez jugando al “ratón y al gato” -parece que la escoba les asustaba- ... nos aposentamos en el Puerto, pero a más de 100 metros unos de otros. Menos mal que al fin encontramos a los que nos permitieron cerrar la marcha.
Estábamos a tan solo 90 minutos del destino. Con tiempo más que suficiente y como no era mi intención frecuentar los bares de Bustarviejo, sino reservarme para la “merendola” no tuvimos ninguna prisa. Dejando a nuestra derecha la Fuente de los Tejos, continuamos al Collado Cerrado donde discurrimos por el PR12 en un suave descenso a Bustarviejo no falto de gratas y variadas conversaciones.
Más o menos a las 16.00 h ya estábamos casi todos en el pueblo. Una sucesión de bares con sus bien dispuestas terrazas albergaba a la casi totalidad de montañeros y montañeras: los que nos aventajaron en la marcha corta, los que desde el Collado Cerrado optaron por ascender en dirección a la Majada del Ortigal hacia el pico Cabeza la Braña y los que, por parecerles poco exigente esta opción y disfrutando de la bonanza que ofrecía el día coronaron el Mondalindo con sus 1.767 m.
En esta ocasión no terminó la comida con la entrega de regalos -navajas multiuso y barras protectoras de labios- ya que, para evitar las habituales aglomeraciones, fueron distribuidos en el Bus, sino con la alegría reinante en todo el Grupo y la satisfacción por habernos podido juntar un año más en esta celebración.
Coordinadoras: Elisabet y Nati
