Peñalba de la Sierra (1.282) – Pico del Aguila (1.509) –Collado de la Fuente (1.783) - La Cebosa (2.048) – Cerro del Rocin (2.049) – Collado de la majada del Rocín ( 2.027) – El Rayo (2.088) – Collado de la Majada del Guijarro (2.012) – Collado de Hoyo Redondo (2.065) – Cuerda de la Pinilla (2.206) – Estación de la Pinilla (1.500).

Después de un ajetreado viaje en autobús, en el que más de uno se mareó a causa de las curvas y de la elevada temperatura interior, por fin llegamos a Peñalba de la Sierra sobre las 10:30 de la mañana aproximadamente, allí desembarcamos los 98 participantes en medio de un día frío y nuboso. 

Comenzamos la marcha bastante desordenadamente, un grupo de 9 participantes decide la opción más corta, pero más segura, ir a la Pinilla con el autobús y subir al Pico del Lobo desde allí. Opción que finalmente no resulta exitosa, ya que desde la Pinilla la cima se ve bastante cubierta y se abandona el intento. Por otra parte esta opción permitió a algunos participantes que no venían adecuadamente pertrechados dar un paseo mientras el resto emprendíamos la ruta.

Los participantes restantes se dividieron desde el comienzo en dos secciones, unos 70 participantes iban en el primer grupo y el resto en la segunda sección. Comenzamos la ascensión hacia el cordal. Nos encaminamos hacia La Morra del Segoviano, y desde allí nos encaminamos al Pico del Aguila. Lamentablemente aunque a ratos estuvo despejado, sobre todo por la mañana, a medida que el día avanzaba la visibilidad se fue haciendo más y más difícil, hasta que finalmente tuvimos que ir muy pegados para no perdernos unos a otros. Tal y como se muestra en alguna de las fotos que los más intrépidos se atrevieron a hacer, y cual ejército batiéndose en retirada avanzamos lentamente siguiendo a los participantes de cabeza que gracias a sus GPS,s hicieron posible disfrutar de este día tan singular.

Los dos grupos logran reunirse hacia las 13:30 en las inmediaciones del pico del Rocín.

Se puede decir que prácticamente durante todo el trayecto no pudimos disfrutar de las estupendas vistas que esta ruta proporciona en otras circunstancias a causa de la intensa niebla que nos envolvió en cuanto empezamos a ascender por el cordal. Por contra, si pudimos contemplar las curiosas formas que la nieve y el hielo habían dejado a su paso como por ejemplo las siguientes.

El frío cada vez más intenso, nos hizo acelerar el paso cuando la situación lo permitía y los dos grupos desistimos de ascender al pico del Lobo, dada la fuerte ventisca que se desató por la tarde. A pesar de las inclemencias meteorológicas, la marcha se desarrolló con normalidad y todos los participantes fuimos prudentes y permanecimos agrupados durante toda la travesía a fin de no perdernos. Con todo llegamos ya anochecido hacia las 19:30h a los autobuses que nos esperaban en el aparcamiento de la Pinilla.

Una marcha invernal para recordar y sin duda un buen ejemplo para conocer las dificultades a las que debemos saber enfrentarnos en ocasiones en la montaña. Una aventura fascinante pero que no debemos olvidar nunca que también puede ser muy peligrosa.

Autor: Esther Guerra