BTT - Arribes del Duero

A.D. Grupo de Montaña PEGASO

BTT. Arribes del Duero

22 y 23 de abril de 2023

Por “A” empieza esta aventura de fin de semana, Arribes del Duero, enclave de increíbles y verticales miradores, con su imponente cascada de más de 50 metros de altura, que aún ese sábado 22 de abril, salpicaba emoción al ver tanto colorido en bicicleta.

No madrugamos mucho, pero era mejor no salir demasiado tarde, porque el espléndido sol nos esperaría temeroso esa mañana. Se decidió a salir, empujando las nieblas que amanecieron… mi optimismo siempre vence.

Alguna contingencia inesperada con temas electrónicos de alguna e-bike hace dudar a algún componente del grupo en asistir a esta primera ruta, pero hay fortaleza y ganas, así que salimos todos.

Primera parte de la actividad que nos lleva sorpresa tras sorpresa, bellas vistas y grandiosos miradores. Subes y bajas como mi pequeño retoño me dice, pero lo que nos importa en disfrutar el camino como buenos mochuelos por campos de Castilla.

Cambio de terrenos y muy variados, que nos van recargando por dentro y un poquito cansando exteriormente, largas y empinadas subidas que acabarán hundiéndose en el Pozo de los Humos, que bien podemos contemplar desde el Mirador de Los Lirios. Y así foto 1, 2, 3…otra, otraaa… todos alegres y fuertes.

Por “A” empieza esta aventura y por “A” empieza su nombre. Tras varios miradores como el del Fraile, que dejamos atrás, cuando nos acercamos al de Picón Felipe… ¡nooo! Creía que me estaban esperando, cuando ahora iba cerrando el grupo. Pero había sido otro el motivo de verles todos agrupados. Una inoportuna caída, tras la pletórica frase “voy la quinta” y unos baches desafortunados en el camino, hicieron caer a nuestra Alicia.

Dios mío, qué susto, estaba inconsciente aún tras varios minutos, pero la aportación de este gran grupo y mejor equipo, llamada a los equipos de emergencias… la ambulancia le traslada a un hospital en Salamanca.

Su cara era un poema, desorientada y en su mundo. El fin de semana estuvo cada segundo en mi mente, y en la de todos muy pendientes. Noticias por favor, tras horas en observación, fuera de peligro y ya de alta.

Desde el Mirador de Picón Felipe, impresionante verde, agua, vista de la Central Eléctrica de Aldeadávila de la Ribera y del Mirador del Fraile. Continuamos por el Alto de la Pipa. Julio se alegra de haber hecho un mayor esfuerzo y haber salido. Ruta disfrutona y gran compañerismo.

Llegamos, nos refrescamos conociendo el placer gastronómico y la buena cultura del vino de esta ribera, mientras intercambiamos pareceres y ella sigue presente con nosotros.

A la mañana siguiente, domingo hacia Pereña de la Ribera donde comienza nuestra siguiente ruta de casi 44 kilómetros empieza.

De nuevo sorpresas: caminos escondidos por la vegetación, senderos entre retamas y robles, sepulturas de la Edad de Hierro en el Teso de San Cristóbal.

Gran ayuda y dispuesto para todo, Juan, nuestro as en este fin de semana, así como mi incondicional vasco favorito, la buena Carmen, consejos humildes y de experiencia en la persona de Chinto, Alberto, Javi y Raulito. Preocupación de la pareja Pepe y Sara, el cascabel de Susana que evita el silencio de las rutas, aportaciones de un gran aborigen, dos grandes mujeres, Cruz y Elenita, detrás de buenos “biciclistas” y por ende, también ellas lo son. Por todo lo detallado, por las panorámicas del señor Luis, que mirásemos por donde fuera, ahí estaba su objetivo.