Así que a eso de las 10,00h. de la mañana nos ponemos en camino. Nada más empezar y sin apenas calentar, ascendemos en poco más de una hora 450m. hasta el pico del Nevero (2.209m.).
Creo que debía de haber un incendio por las inmediaciones, ya que el ritmo que imponían los primeros del grupo en la primera subida fue muy elevado, más aun, pensando que todavía quedaban más de 25 Km. de marcha y más de 1.000m. de subida.
Durante las siguientes 4 – 5 horas seguimos recorriendo toda la loma de los montes carpetanos, ascendiendo los picos: Peñacabra (2.159m.), pico Crecientes (2.004m.) Alto de Calderuelas (2.013m.), Pico Flecha (2.077m.), y pico Reventón (2.079m.) y pasando por los collados de Malagosto, Flecha y Reventón.
En el collado del Reventón, 12 de los integrantes decidieron no continuar hasta el puerto de Cotos, sino bajar a Rascafría por la ruta alternativa prevista, donde el autobús estaría esperándoles. Decir que por error del coordinador (un tal Javier) estas 12 personas se encontraron con 4 Km. extras de recorrido ya que desde el puerto a Rascafría no había 6 Km. (como se dijo) sino 10 Km. (al estar calculada la bajada atrochando la pista, en lugar de continuar continuamente por ella). Por lo que a algunos se les hizo este recorrido más largo de lo previsto.
El resto que continúo hasta el puerto de Cotos tuvo que seguir ascendiendo (mientras el cielo empezaba a amenazar tormenta) los picos de: Alto del Morete (2.133 m.), Alto de los Poyales (2.081 m.), Alto del Nevero (2.139 m.). En este punto las nubes no esperaron más y empezaron a descargar agua y el viento empezó a soplar con intensidad. Pero los dioses se pusieron de nuestro lado y a los 15 minutos el cielo se despejo y nos dejó admirar el macizo nevado de Peñalara en todo su esplendor.
La ultima ascensión de poco más de 300 m. al risco de claveles y pico Peñalara (2.428m. techo de la excursión), con más de 25 Km. y más de 1.200 m. de desnivel acumulado en nuestra piernas y con aun dos horas pendientes de marcha, se hizo mucho más llevadera y casi sin darnos cuenta, ya que el panorama nevado que teníamos ante nuestros ojos era tan chulo que el último esfuerzo que tuvimos que realizar se compensaba sobradamente con la belleza del lugar. En este punto hubo que hacer uso de los crampones y el piolet, por seguridad, ya que aunque la nieve no estaba dura, era mejor prevenir, y el paso del risco de claveles hasta Peñalara se hizo con relativa facilidad.
Sobre las 19,00 horas, después de más o menos 9 horas desde que empezamos, todos los participantes de la marcha estábamos en el puerto de Cotos (1.848m.) a la espera de que viniera el autobús, con los integrantes que decidieron bajar a Rascafría, para regresar a Madrid. Fue entonces cuando el cielo se volvió a cubrir, y esta vez sí, la lluvia y el granizo empezó a descargar con fuerza, pero ya con todos al resguardo.
Solo un “pero” que poner a esta salida, nuestro querido amigo Marcelino (Bar del puerto de Cotos) había decido no esperarnos y nos encontramos con el bar cerrado, por lo que la cerveza merecida del final del PASEITO nos la tuvimos que tomar en casa (por lo menos yo).
