El tiempo durante toda la jornada fue seco y soleado y con temperatura especialmente altas dado que todavía estábamos en el invierno. Además, el terreno se encontraba ausente de nieve dado el calor que había hecho en los quince días previos derritiendo la nieve caída durante el invierno. Esta circunstancia nos permitió recorrer el itinerario con más seguridad dado que las lajas de pizarra se encontraban secas lo que redundó en la comodidad de la marcha.
Comenzamos la marcha por la pista que nos encaminaba al collado del Peyuste y a poco del inicio de la marcha, antes de llegar a la altura de Zarzuela de Garbe tuvimos que realizar la primera parada para aligerarnos de ropa ya que el sol pegaba a nuestras espaldas con fuerza y no hacía nada de aire.
Ya en la subida a las Piquerinas, cuando el camino comenzó a ascender con más pendiente el grupo de participantes se fue alargando y adaptando el paso a las posibilidades e intereses de cada uno.
Una vez ya en la cuerda de las Piquerinas y a lo largo de toda ella, dado el día claro y despejado que tuvimos, pudimos disfrutar de unas buenas panorámicas del propio Ocejón, punto más alto de nuestra ruta, de la Chorrera de Despeñalagua y de la sierra de Ayllón.
Continuamos nuestro caminar hasta el punto del Campo donde encontramos varios hitos de piedra de considerable altura y unas estupendas vistas del Ocejón de fondo adornado con pequeños neveros. Aquí hicimos una pequeña parada para reponer fuerzas y descansar del trayecto recorrido y de la ascensión.
Una vez repuestas las fuerzas continuamos nuestro recorrido por la cuerda de las Piquerinas donde pronto nos dividiríamos, a la altura del Picazo, dirigiéndonos unos hacia el Campachuelo y uno grupo reducido de ocho personas hacia las Campanitas en una bajada mucho más suave.
En el Campachuelo, dada la hora a la que llegamos, la mayoría de nosotros aprovechamos a nuevamente a reponer fuerzas y a descansar haciendo una parada más larga ya que aún quedaba un trayecto importante del recorrido.
Una vez descansado y repuesto fuerzas, el camino parecía algo más asequible y la aproximación al Ocejoncillo y al Ocejón parecía más asequible aunque entretenida por el terreno pizarroso.
Antes de subir al Ocejoncillo un pequeño grupo a la altura del collado del Hervidero eligió seguir el track de la ruta corta y dirigió sus pasos hacia Peña Bernardo evitando así la ascensión del día y suavizando la ruta. 
El grupo más numeroso encaró con energía la subida al Ocejón, la consiguiente bajada y el largo recorrido que quedaba todavía hasta los Colladitos.
A la altura de los Colladitos, dado lo largo y dura del caminar por esta parte de la sierra de Ayllón se decidió bajar por un antiguo y muy pisado cortafuegos hasta la población de Campillejo, punto final de nuestro recorrido del día y donde nos esperaba el autobús para volver a casa.
Como anécdota del día, cuando llegamos a la pequeña población de Campillejo nos encontramos que otros grupos de senderismo habían tenido la misma idea que nosotros a la hora de elegir el punto final del recorrido, grupos con los que coincidimos en el establecimiento hostelero y donde coincidimos y pudimos comentar la jornada con algunos compañeros andarines de otras rutas y paseos por los montes.
Agradecer a los asistentes su participación y colaboración, a los fotógrafos su dedicación a inmortalizar la ruta.
Coordinador: Jose Angel Sanz
Fotos: Manuel Crespo y Fuencis
