Es por ello que dado que las dos opciones de ruta tenían que pasar por dicho tramo para acceder al collado de la Ventana, punto donde las dos rutas se separaban, se optó por mantener la opción larga para aquellos que llevaran crampones y modificar la opción corta para aquellos que quisieran evitar su uso.
Siguiendo el horario previsto y en un pequeño descampado próximo a la depuradora de aguas, iniciamos el recorrido 51 participantes divididos en un grupo de 33 en la opción larga y 18 en la opción corta.
La opción corta, pasó a ser una ruta circular con inicio en Canto Cochino y discurriendo a lo largo del Arroyo de la Dehesilla, el collado de la Dehesilla y a través del PR 1 acceder al collado de la Ventana para enlazar con la ruta inicialmente propuesta y que se realizó íntegramente.
El día amaneció totalmente despejado, con un sol radiante que ya al comienzo de la ruta se hizo notar e hizo que en los primeros kilómetros, antes incluso de llegar a la Raja nos aligeráramos de ropa de abrigo.
El buen tiempo sin apenas viento nos acompañó durante todo el recorrido. Incluso en la zona de las Torres, la más alta del recorrido, la temperatura fue agradable y el viento casi no soplaba, lo que nos hizo disfrutar de un estupendo día en el entorno de la Pedriza.
En la Raja, la mayoría del grupo hizo una exploración exhaustiva de la mina y aprovechó a recorrer tanto su interior como la parte exterior bordeándola e incluso un grupo conocedor de la zona fue a buscar unas pequeñas pinturas rupestres próximas. Punturas representando siluetas de hombres y con el característico color ocre.
Después de más de siete kilómetros por camino cómodo con un desnivel poco pronunciado, llegamos al Lomo donde el desnivel se hizo fuerte y el calor a pesar de ir por la sombra de los arboles nos hizo sudar intensamente.
Poco antes del collado de la Ventana como nos había indicado Pedro Bravo encontramos numerosas placas de hielo que dado las inusuales temperaturas elevadas de los días anteriores se habían reducido considerablemente y habían ablandado el hielo, lo que nos permitió pasar sin el uso de crampones, eso sí, con sumo cuidado y con la ayuda de los bastones.
Las buenas condiciones climatológicas y el cielo totalmente despejado nos hicieron disfrutar de las estupendas vistas de la Pedriza e incluso de sus habitantes, las cabras montesas, cada día más acostumbradas a la presencia humana.
En la foto se puede apreciar la proximidad entre cabras y humanos. Destacar la gran cantidad de familias que pudimos observar durante todo el recorrido.
En Canto Cochino, punto final de las dos rutas, nos agrupamos todos y dado que cumplimos con el horario previsto, nos dio tiempo a un pequeño refrigerio previo a la vuelta en autobús a Madrid.
Agradecer a todos los participantes la buena disposición y colaboración durante todo el recorrido.
Un saludo y hasta la próxima.
Coordinador: José Ángel.
