Las previsiones meteorológicas eran de condiciones invernales duras. Daban nevadas y fuertes vientos en las cumbres para todo el fin de semana. Ya que en la sección teníamos conocimiento de que cada uno de los componentes del grupo tenía la forma física, experiencia y equipo necesario para realizar actividades en estas condiciones, no fue necesario dar de baja a ningún inscrito en la actividad. De hecho, dos semanas antes realizamos unas prácticas en la Sierra de Guadarrama con objeto de ver las técnicas necesarias, carencias del equipo individual, .... y en definitiva conocernos todos un poco. También si hubiese sido necesario y alguien no hubiese tenido la preparación técnica o física necesaria se le habría dado de baja por su seguridad y la del grupo. En total 14 personas estábamos preparados para ir a Gredos invernal.
Viernes 3 de marzo
Temporal de frío, nieve y viento en altura. El viaje hacia Gredos con tramos de carretera nevada desde antes de Ávila hasta el aparcamiento de La Plataforma. A uno de los coches se le rompió una cadena para nieve antes de llegar a La Plataforma, pudiendo avanzar con trabajo hasta un lugar donde dejar el coche bien aparcado hasta el domingo.
Cada uno de los cuatro coches llegó al aparcamiento cuando pudo, por lo que cada grupo realizó el recorrido de La Plataforma hasta el refugio de la Laguna Grande por separado.
Las condiciones meteorológicas y de orientación eran muy adversas con frío, fuerte ventisca y niebla muy cerrada, siendo imprescindible buen equipo invernal y de orientación y mucha calma. A las 7:10 anochecía y a todos los grupos se nos hizo de noche en un punto u otro del recorrido. A nosotros en concreto en la fuente antes del alto de Los Barrerones. A partir de ese punto la dependencia del GPS era total; de noche, con niebla cerrada con visibilidad de 3 a 5 metros y fuerte ventisca que borraba cualquier huella en 5 minutos. No había ninguna referencia en el entorno, solamente el sentido de la pendiente y las indicaciones de la pantalla del GPS. El track debía ser bueno, porque llegamos todos los grupos al refugio sin más percance que alguna metedura de bota en el agua, en las depresiones cercanas a la Laguna Grande.
Sábado 4 de marzo.
Bonito día de invierno. Frío, con mucha nieve y parcialmente despejado. Con intención de realizar diversas prácticas de alpinismo, nos dirigimos hacia la zona de las cascadas de hielo antes del comienzo de la subida a la Portilla Bermeja, en concreto
en la cascada La Chachi. Esta cascada de hielo tiene canales de nieve a los lados y anillas en su parte superior para poder montar seguros, lo que nos proporciona una zona perfecta con roca, nieve y hielo para realizar escalada en hielo, ascensión por canales de más de 40º, ascensión por cuerda fija con júmar, rápeles en condiciones invernales, anclajes con estacas, anclas de nieve, 
piolets, tornillos de hielo, fisureros, etc. Todo esto estando los grupos muy cerca unos de otros y pudiendo intercambiar de actividad rápidamente. Paco y Chinto dirigieron dos grupos intercambiando actividades. Se procuró que en todo momento todos los participantes estuviesen practicando o aprendiendo algo con las menos esperas posibles pero dando total prioridad a la seguridad realizándose todas las prácticas con los dispositivos de seguridad montados y bajo supervisión.Es importante destacar que pasamos un día muy agradable realizando las prácticas ya que, aunque en el lugar que estábamos hacía frío de invierno y estábamos a la sombra, no nos castigó el viento de las previsiones que sí azotaba en las cumbres.
(Foto: Briefing de la actividad)
(Foto: Prácticas anclajes en nieve con estaca, ancla o piolet)
(Foto: Prácticas de seguros en roca)
(Foto: Prácticas de seguros en hielo con tornillos)
(Fotos: Escalada en hielo en la cascada la Chachi. Asegurados en top rope)
(Foto: Rápel en dos tramos con cambio de cuerda: 40º nieve dura y cascada de hielo)
(Foto: En el cambio de cuerda. Se asegura, desmonta el descensor y lo vuelve a montar en la otra cuerda. El supervisor anclado con un seguro independiente en nieve dura)
(Foto: Rápel en el tramo de la cascada de hielo)
A la vuelta al refugio compartimos con nuestros compañeros de esquí de travesía compañía, cena e intercambio de relatos de la aventuras del día.
Después de la cena los guardas del refugio nos facilitaron las previsiones meteorológicas para el día siguiente. No eran demasiado buenas, sobre todo porque subía mucho la ISOTERMA 0 y daban precipitaciones hasta las 9 horas, lo que suponía que serían en forma de lluvia. También daban vientos muy fuertes sobre todo en altura. Nos reunimos todo el grupo para decidir posibilidades y tener preparadas distintas opciones para el día siguiente, en función de cómo amaneciese el día. La reunión en el exterior del refugio, abrigados en una noche preciosa con cielo despejado en Gredos. Una pasada.
Domingo 5 de marzo.
El día comenzó como dijeron las predicciones meteorológicas; lloviendo. Así que, desayunamos tranquilamente, muy tranquilamente a la espera de que parase.
Pudimos arrancar a las 10 de la mañana y, como ponía en las predicciones, después de la lluvia el día fue abriendo pero sin que cesase el fuerte viento. Así que tuvimos que descartar la ascensión a cualquier cima de las que teníamos preparadas (Almanzor o La Galana) y escalada por corredores. Cruzamos la Laguna Grande helada y nos dirigimos hacia la cuerda del Morezón Bajero con intención de decidir allí si merecía la pena subir al pico del Morezón según las condiciones de viento. Una vez en la divisoria el viento era muy fuerte y, aunque todos estábamos bien equipados, no nos apetecía subir a un pico ya muy conocido y que no nos iba a aportar nada nuevo en esas condiciones. Preferimos bajar un poco en dirección a la Garganta de las Pozas para, en un lugar más resguardado, realizar unas prácticas de ARVA.
Araceli, Carlos y Chinto habían llevado sus ARVAs para hacer prácticas en grupo. Realizamos varias prácticas escondiendo uno de ellos y buscando con los otros dos y luego escondiendo dos y con el otro viendo cómo diferenciar las dos señales.
Durante la segunda práctica, el grupo que estaba buscando las señales se alejaba mucho del lugar de donde estaban escondidos. Había señales claras por todas partes. Eran nuestros amigos de esquí de travesía que pasaban por allí. Todos ellos llevan el ARVA activo y si no avisamos a los que estaban haciendo la práctica, siguen corriendo detrás de ellos hasta el aparcamiento. Digo yo que se habrían dado cuenta antes.
Qué esfuerzo mental me supuso salir de la montaña y volver a la civilización. Allí se estaba muy a gusto y la montaña invitaba a apurar el día ...... a quedarse varios días. Al final de la jornada acabamos los dos grupos como siempre celebrando en un bar de Hoyos del Espino un bonito fin de semana invernal en Gredos.
Coordinador: Fernando S.
