G. M. PEGASO
Russell, Margalida y Tempestades
3 al 5 de septiembre de 2021
Esta ruta de fin de semana comenzó para muchos el viernes por la mañana. Dado que el refugio Cap de Llauset nos impuso la cena obligatoria el viernes (por orden de la Federación aragonesa) y se serviría a las 20h45, como muy tarde, gran parte del grupo decidimos salir el viernes por la mañana para llegar cómodamente y con luz del día al refugio, ya que desde el aparcamiento del embalse hasta el refugio hay unos 3 km de camino (una hora de ruta). Los últimos del grupo, que salieron de Madrid a las 15h, llegaron pasadas las 22:15 h. Tras varias conversaciones con el guarda del refugio conseguí que preparara una cena fría para los tardíos. Todo el personal del refugio se portó estupendamente.
El refugio, con habitaciones de seis y aseo y ducha propia, es una especie de catálogo de Ikea, muy mono y nuevo. Se distribuyen los ronquidos equitativamente y con suerte, se puede dormir muy bien.
Sábado, 4 de septiembre
La ruta del día siguiente empieza antes de las 8 h: hoy hay menú de picos para todos los gustos, y a pesar de que hay quien quiere hacer la ruta A (sólo Tempestades) hoy, no nos dispersamos y seguimos todos los inicios de ruta B o C. El grupo más esforzado dice por lo bajini que quiere hacer la ruta B, la circular del Russel, que es la más corta, aunque la más técnica, que sube al Russell E (3.042m), antecima SE (3.205m), Pico de Russell (3.207m) y, oficialmente, rodeo bajando Agulla SO Russell (2.850m), que ellos suben, cómo no.
El grupo A mixto -C- con menos ideas fijas, se encamina hacia el Pico de Russell. Cuesta llegar a la cresta: subimos por una canal corta, pero descompuesta, con cuidado para no tragarse los pedruscos de arriba (llevamos casco, por esto era obligatorio) y vamos buscando cómo subir a la cresta con prueba y error. Ya arriba. La recorremos, por pereza (hay un camino que la puede evitar, pero nos da pereza bajarnos). La ruta C se desvía para llegar al Russell Oriental, pero nos ha costado mucho llegar aquí así que seguimos. La mayor dificultad es un destrepe por una fisura vertical antes de la cima, que, gracias a la ayuda de los más hábiles, bajamos sin problema todos. Tampoco había otra opción.
Llegamos a la cima del Russell, 3.207 m, a las 12:15 h. El camino ahora parece menos vertiginoso, la cresta se ensancha y seguimos adelante en dirección al Tempestades. Cuando alcanzamos la parte baja del Margalida, parte del grupo decidimos volver al refugio enlazando con la ruta C de bajada. Otros siguen con idea del Margalida, aunque cuando tienen que decidirse a subir a la cresta del nuevo para llegar al Margalida, se encuentran con los esforzados del Russel que, no contentos con su ruta aérea, han seguido para enlazar con la C. Les dicen a los últimos de Filipinas que la cresta al Margalida está muy complicada, que no suban. Los que van con las fuerzas justas obedecen encantados, aunque un par de dos se escapan al Margalida, y de ahí ya bajan.
El resto siguen hacia el Tempestades para abordarlo por la ruta Sur, con hitos y camino muy claro hasta la cima, sin crestear. Allí se reúne casi todo el grupo para una foto de cima. Son las 14 h, y no sé entretienen mucho, porque hay bastante camino de vuelta, y tampoco hay mucho que hacer porque ha subido la niebla y apenas les deja ver la vertiginosa caída de la cresta hacia el glaciar del Tempestades y más lejano, el Pla de Aigualluts.
La vuelta, cómo no, la hacen cada grupo por donde consideran: unos deciden volver por la ruta A, más cómoda, aunque tendrán que bajar hasta los ibones de Vallibierna para luego subir un extra por el GR hasta la collada de Vallibierna. Todos seremos testigos de un rescate con helicóptero (qué hábil el GREIM y qué suerte tenemos de contar con ellos). Los últimos llegaran al refugio sobre las 18.30, una ruta dura físicamente y compleja en algún caso.
Domingo, 5 de septiembre
El domingo amanece radiante, temperatura perfecta y ni una nube, los que dudaban si hacer la ruta se animan. Aun así, parte del grupo decidimos subir al Vallibierna sin mochila, las dejaremos en el refugio, subiremos y bajaremos por el mismo camino. Otros pocos se bajan directamente al coche (hay un largo trayecto hasta Madrid) y la mayoría se apuntará a hacer la ruta programada, una preciosa ruta circular subiendo al Vallibierna, pasando por el Pico de Culebras y bajando al embalse desde el collado.
Los primeros saldrán antes de las 8 con todo el petate van subiendo y disfrutando de los ibones del Vallibierna. La subida es muy cómoda, irán disfrutando de los ibones: Coma Arnau, Redó, Chelat, y por sendero, hasta la cresta final, de caliza con buenos agarres, y sin dificultades reseñables. El pico es picudo, no caben todos. Hay un grupo delante y mientras terminan con las fotos llega el resto de los compañeros. Los que les anteceden se van y atascan el paso del caballo: montan un pasamanos y se toman un buen rato en irse.
Cuando llega nuestro grupo, sin pasamanos, cruzan sin mayor problema, alguna persona más insegura que necesita su tiempo. El paso es cómodo, con muy buenos agarres en la cresta para las manos y pies que no necesitan mucha acrobacia. Disfrutaran de unas vistas espectaculares, con todo el Pirineo central, el catalán, y en primer término, la roca granítica de la Maladeta y los pliegues de capas de caliza y pizarra tan llamativos del Culebras.
Después del pico de Culebras, se adentrarán en la zona de pizarras grises (ya en la zona de Sierra Negra). El pliegue de un sendero nos baja en primer lugar al collado (hay otra opción, que es bajar por la pared de pizarras descompuestas, que toman cuatro, y a por ella) después de agruparse en el collado de Llauset, al embalse, en 5 horas de ruta tranquila.
Un fin de semana estupendo, muy parecido al de la travesía de 2018 que tan bien organizaron Esther P y Luisma y que tanto me ha ayudado… y sin olvidar a Arturo y Fer. En fin, gracias a todos por acompañarme un año más.
Coordinadora: Yolanda Rueda
