A.D. Grupo de Montaña PEGASO
Senderismo
Rascafría. Tejo milenario de Barondillo
Sábado, 28 de enero de 2023
La mañana del 28 de enero nos esperaba gélida tal y como amenazaba el pronóstico del tiempo las semanas previas.
Los -15 ºC a la sombra y el viento del norte no eran una broma sino una realidad. Esta situación no acobardó a los 25 intrépidos montañeros que puntuales esperaban en el punto de inicio a pesar del atasco en el puerto de Navacerrada. Como viene siendo habitual, cientos de madrileños habían decidido ir a la montaña atraídos por la nieve y la ventana de buen tiempo que se anunciaba para ese día, colapsando así la carretera. Por suerte, nuestra ruta se presentaba tranquila, sin mucho más público que nosotros mismos. Todo un lujo tener la montaña para nosotros solos.
A las 10:30 de la mañana comenzamos a dar nuestros pasos firmes sobre la nieve helada que nos hizo a algunos ponernos los antideslizantes en las botas para ir más seguros. Nos esperaba un buen tramo de caminata por la umbría con esas condiciones hasta alcanzar nuestro objetivo del día: el tejo milenario.
En mitad del camino nos paramos a hacer una primera foto ya que las vistas lo merecían. La nieve estaba dejando una estampa preciosa en nuestro camino. No quedaba otra que inmortalizar el momento con una bonita sonrisa y seguir la ruta. El frío nos iba marcando los ritmos de parada. ¡Hay que seguir caminando o nos quedamos tiesos! Enseguida empezamos a tener ritmos diferentes; unos más pausados y otros con ganas de alcanzar el tejo a mayor velocidad. Por ello, al llegar al punto de salida del camino al bosque decidimos no seguir el track original y continuar por la pista. Parece más sencillo aunque más largo. Gran decisión la que se tomó, pues una vez llegados al punto más complicado de la ruta, el cruce del río, nos encontramos las piedras heladas. Nos dispusimos a romper el hielo (literalmente) con piedras y bastones. Este tejo, se está haciendo de rogar.
Muchos decidieron ser precavidos y quedarse esperando en una maravillosa y soleada explanada tan solo escasos metros del tejo. Los más audaces, cruzaron el río aunque algún traspié hubo. Una vez alcanzado el objetivo, el árbol milenario dejó entrever el sol entre sus ramas nevadas. Una maravilla de la naturaleza que ha sobrevivido miles de años a las inclemencias climáticas.
Deshacemos el camino y cruzamos de nuevo el río para reunirnos con el resto de los compañeros. Ahora toca disfrutar del merecido bocadillo al sol y hacerse la foto de grupo. Cargados de energía tras la comida, nos disponemos a continuar nuestra bajada hacia el punto de inicio. En el bar del aparcamiento esperamos a los más rezagados charlando y tomando cervezas y refrescos.
Ahora toca volver a casa y descansar. A lo tonto recorrimos 18,8km con 545 m de desnivel sobre nieve. ¡Casi nada!.
Coordinadora: Dori Martín.