La subida hacia la Najarra por parte de los compañeros que realizamos la ruta larga se hizo a un ritmo más tranquilo que en otras ocasiones, acompañados por la luz de la luna, el recorrido en este tramo lo realizamos bastante agrupados, lo que nos permitía ir charlando animadamente con los compañeros, este primer tramo transcurría por sendero muy amplios y en terreno despejado por lo que podíamos andar sin necesidad del uso de frontal, una vez en los últimos dos kilómetros previos a la cima entramos en un pinar que nos llevaba ya hacia la cumbre de la Najarra, punto donde ya tuvimos que comenzar a utilizar el frontal de manera más o menos continua hasta la cima. Este primer tramo de la noche lo hicimos con una temperatura muy agradable. Mientras tanto los compañeros de las dos rutas más cortas iniciaban su subida desde el puerto de la Morcuera.
Una vez llegamos a la Najarra (aproximadamente a las 12:15) ya notamos que la temperatura comenzaba a descender más de lo deseado, sobre todo debido a unas persistentes rachas de viento que ya nos acompañarían durante todo el recorrido. Desde aquí el grupo de cabeza iniciamos un suave descenso hacia el refugio de la Najarra, donde nos cobijamos durante unos minutos a la espera de reagrupar la marcha de todo el grupo, por desgracia la diferencia era ya bastante elevada, por lo que después de un tiempo reponiendo fuerza decidimos retomar la marcha camino de la loma de Bailanderos, por radio los componentes de la ruta media y corta nos informaban que ya habían superado el collado y que procedían a continuar la ruta hacia Asómate de Hoyos, (aunque a un ritmo lo más tranquilo posible), ya que si se cumplía la previsión de llegada a Puerto de Navacerrada, ésto nos iba a hacer esperar mucho tiempo hasta que llegara el autobús a las 07:30, y la sensación térmica no invitaba precisamente a paradas muy largas.
Camino de Bailanderos, volviendo la vista atrás podíamos ver al resto de los componentes de la ruta larga caminando con sus frontales en dirección hacia el refugio, a partir de este punto empezamos a encontrarnos muchos grupos que estaban realizando la ruta en sentido inverso, una vez en Bailanderos parada técnica para comer algo durante unos minutos, momento que también aprovechamos para abrigarnos un poco más y retomar el camino hasta Asómate de Hoyos donde pudimos contemplar las vistas de Madrid iluminado, así como sacar las fotos de rigor.
Una vez retomamos el camino, continuamos por la cuerda aprovechando la luz de la luna siempre que podíamos y acercándonos cada vez más a la Cabeza de Hierro Menor, punto en el que teníamos previsto realizar una parada para tratar de llegar lo más tarde posible a nuestro destino, un km antes, y sin esperarlo, encontramos un amplio grupo de personas refugiadas tras unas rocas que servían de protección para el viento, una vez allí pudimos darnos cuenta que eran nuestros compañeros de la ruta media que estaban reponiendo fuerzas, por lo que aprovechamos para quedamos charlando con ellos animadamente e intercambiando impresiones sobre la ruta.
Aproximadamente a las 4 de la madrugada todos retomamos el camino de subida hacia la primera de las Cabeza de Hierro, donde pudimos comprobar que el viento se mantenía constante, y la sensación térmica no invitaba a quedarse parado mucho tiempo, así que tras unas rápidas fotos continuamos nuestra marcha, eso sí con cuidado de no tropezar ya que esta zona tiene gran cantidad de piedras que nos hicieron caminar con precaución extra.
Los compañeros de la ruta corta seguían por delante de nosotros y nos indicaban que ya se encontraban acercándose al cerro de Valdemartín. A lo largo de todo lo que nos quedaba de camino, cualquier excusa era buena para ralentizar el paso y parar unos minutos, de tal modo que le pudiéramos añadir tiempo a la ruta, ya que ninguno queríamos llegar muy temprano al destino.
A las 04:30 de la mañana la mayoría del grupo ya estábamos en el Collado de Valdemartín y podíamos ver al fondo las enormes antenas de Bola del Mundo, poco a poco continuamos nuestro camino ascendiendo al cerro de Valdemartín, antes de continuar el descenso hacia el collado de Guaramillas, donde ya afrontábamos los últimos tramos de subida hacia Bola del Mundo. Tras una última parada nos preparamos para tomar el camino de bajada, el cual encontramos antes de llegar a bola, serían aproximadamente las 05:40 de la mañana cuando llegamos el grupo de cabeza de las rutas larga y media, (ya que los de la corta al haber llegado antes habían optado por bajar por el camino tradicional y de esta manera llegar algo más tarde al puerto de Navacerrada). En esta parte del recorrido algún compañero aprovechó para realizar un extra subiendo a Maliciosa y otros como el que os habla optamos por llegar a la parte final de la bajada, para subir de nuevo a Bola del Mundo, de tal modo que pudiéramos ver amanecer en Bola del Mundo, pero sin haber tenido que esperar más de 40 minutos, ya que el frío no invitaba a quedarse parado mucho tiempo.
A las 06:45 habiendo visto lo mejor que se pudo el amanecer, me reagrupe con los últimos componentes de la ruta e inicié la bajada comentando animadamente con los compañeros las anécdotas de la salida. A las 07:15 aproximadamente los últimos componentes de la ruta llegamos al autobús y comenzamos a cambiarnos, mientras la mayoría de los compañeros que habían llegado antes echaban un sueñecito esperando a la ansiada apertura de la Venta Arias para tomar el desayuno. A las 08:00 de la mañana se produjo el esperado momento, y procedimos a tomar el merecido desayuno (chocolate con churros, café o infusiones con bollos o tostadas, según las preferencias). A las 09:00 vuelta al autobús y con ganas de llegar cada uno a nuestra casa para echarnos unas cabezadas. Como siempre un placer compartir con los compañeros del Club estas salidas y la posterior elaboración de la memoria correspondiente. ¡¡¡¡¡¡Hasta la próxima!!!!!!
El coordinador: Luis Miguel Gamarra