Los nuevos sorprendieron con un ritmo vivo, que vimos que nos llevaría a concluir con rapidez nuestro programa de paso por Rascafría, Oteruelo, Alameda, y Pinilla del Valle, por lo que ninguno tuvo inconveniente en alargarlo, y disfrutar más de un gran día y de un gran entorno, en el Valle del Lozoya.
Con el nuevo plan, pudimos descubrir 2 sitios realmente interesantes; uno, excelente para bañarse, en la Hoya Encavera, donde el río Lozoya forma unas pozas estupendas, y otro, de comer, el Observatorio de Lozoya, con una arquitectura algo diferente y donde pudimos relajarnos con un aperitivo, ya en el regreso hacia el punto de salida.
El que se suscribe irá a comprobar personalmente, como se come.
Un rotura de cadena, sin consecuencias, fue el precio a pagar, por una ruta completada de 37 kms y 220 mts de desnivel, por parte de los nuevos.
Muy buenos números, con sensación de continuidad clara, a la vista de las múltiples preguntas sobre actividades y equipamiento, al que sometieron al coordinador de la ruta, y quien ya propuso las tareas y entrenamientos pertinentes.
Gran interés y actitud por parte de los Jesús (izq) Mario y Francisco, que aplaudiremos siempre.
Por su parte, los veteranos se entretuvieron con una bonita y completa travesía, bordeando el embalse de Pinilla, por buenas pistas forestales siendo perfecta para los meses calurosos, por sus generosas zonas de sombra, en los pinares del entorno de Canencia.
Finalmente, y al finalizar las rutas, pudimos disfrutar de los fríos Aquarius y las oportunas cervezas, para después bañarnos en las piscinas naturales de Las Presillas, donde a las 18h, dimos por terminado un magnífico día, y regresar felizmente, cada mochuelo a su olivo.
Gracias a todos por ello; nos vemos en la siguiente!!
Juan Antonio Vallés