Kilimanjaro 2023

 A.D. Grupo de Montaña Pegaso

Kilimanjaro 2023 (5.892m)

Tanzania 

11 al 22 de julio de 2023

Esta aventura empieza mucho antes de su realización.

En el otoño de 2021 (7 de noviembre), en plena pandemia que asola no solo a España, sino al mundo entero, cuando en una actividad de montaña por el macizo de Ayllón realizada desde el embalse de Riofrío por el hayedo de la Pedrosa en dirección a la Buitrera y pasando por el puerto de la Quesera, a la que me invita Abilio Nombela y que al final solo fuimos tres personas, y al terminar la ruta y tomamos la cerveza correspondiente en una mañana fría, se me plantea la posibilidad de adherirme a la actividad que está planificando de ascender el techo de África, el Kilimanjaro de 5895 m de altitud.

En esta conversación manifiesto mi disposición a incorporarme y le solicito que me tenga informado de su planificación y desarrollo de la organización.

En mi mente, desde mucho tiempo atrás, de forma idealizada, había contemplado la posibilidad romántica de ascender a este hermoso pico del centro de África y además el más alto de dicho continente, pero no había pasado de una mera especulación y tal vez influenciado en mi edad juvenil de la famosa novela de Ernest Hemingway “Las Nieves del Kilimanjaro”, que dio lugar posteriormente a una famosa película del mismo a idea que se fue desarrollando sucesivamente, cual era la posibilidad de que fuera el “Grupo Montaña Pegaso” quien planificase la ascensión a este pico como actividad oficial.

Esta idea comenzó a tomar cuerpo y al comienzo del año 2022, entre los meses de enero y febrero contacté con dos personas que pudieran estar interesadas en ello, por un lado con Francisco Ponz, además miembro de la Junta Directiva y con José Francisco Pérez Berenguel, para más señas “el alicantino”. A ambos la idea les pareció interesante, no solo su participación en esa aventura, sino el incorporarse a la propia planificación, organización y desarrollo de la misma.

Los mimbres estaban puestos y “solo” quedaba que la Junta Directiva aceptase que se incluyese dicha actividad en el calendario oficial de actividades para el año siguiente 2023. Para esta función se encargó, como miembro de la Junta Paco, cosa que lo gestionó y que con la aceptación de la misma se dio el pistoletazo de salida para la preparación de la aventura a África.

Comenzaba el largo camino de la organización que nos llevaría todo el año 2022 y los primeros meses del año 2023.

Con Abilio no tengo mas encuentros hasta comienzos de febrero de 2022, cuando de nuevo se pone en contacto conmigo para indicarme que su planificación está muy avanzada, que ya han decidido la ruta a seguir, la compañía con la que van a realizar el trekking y que durante ese mismo mes llevarán a cabo la compra de los billetes de avión y que en consecuencia esperan mi respuesta.

Le informo de las reflexiones que he tenido, al efecto, durante los últimos meses, que han dado lugar a un compromiso con el Club para abrir la posibilidad de realizar una actividad a incluir en el calendario oficial del Club para el año siguiente (2023), a fin de que un grupo de socios pudiera llevarla a cabo, por lo que le indico que tengo que declinar su invitación agradeciéndole sinceramente que me hubiera incluido en su proyecto.

Quedamos, que me iría poniendo en conocimiento, cosa que agradecí igualmente, de toda la experiencia que fuera obteniendo al realizar la actividad con un año de antelación a la que pudiera realizar el Club.

Al comienzo de la primavera del año 2022, las tres personas que nos habíamos comprometido a llevar a cabo la travesía al Kilimanjaro (Paco Ponz, José Fco. Pérez y yo mismo) comenzamos a planificar minuciosamente todo lo relativo a la misma.

Nos dividimos las funciones y comenzamos su preparación.

Una primera idea a definir, era que debíamos analizar las diferentes rutas de ascenso al Kilimanjaro establecidas y decantarnos por aquella cuyo nivel de aclimatación y recorrido fuera el más idóneo. De las tres rutas más generales que existen en la vertiente Sur, observamos que la denominada “Marangu” (o popularmente ruta de la Coca-Cola) era un trekking muy masificado y la descartamos de inmediato. La siguiente ruta denominada “Machame”, vimos que las etapas de ascenso a la cima eran cinco y por tanto se quedaba corta la aclimatación, si bien esta vía estaba considerada como bonita. Pero se descartó.

La tercera vía o ruta denominada “Lemosho”, la más al Oeste de las tres, contenía seis etapas y la séptima la subida final al Kilimanjaro. Se nos indicó que esta ruta era la que menos masificada estaba y al tener una etapa más que la Machame, permitía una mejor aclimatación. Con la referencia de Abilio que también había decidido realizar el trekking por esta misma vía, el grupo de los tres coordinadores optamos por elegir esta misma vía. Así que quedaba definido que nuestra ascensión al Kilimanjaro sería por la ruta Oeste denominada “Lemosho”. 

La segunda pata de este gran puzle a componer, era la decisión de la compañía con la que íbamos a llevarlo a cabo. Teníamos ya, un referente importante porque la expedición de Abilio para ese mismo año ya habían optado porque fuera una agencia nativa tanzana, después de analizar varias de ellas “Tanzania Joy Tours”. Analizamos que si optábamos nosotros por esta misma compañía para el año siguiente tendríamos de primera mano unas referencias muy exactas de conocer como actuaban en la expedición de Abilio de este mismo año. Era un factor interesante a tener en cuenta en el momento que se hiciera la designación de la compañía a contratar.

No obstante, comenzamos a explorar otra compañías como “Nomadatrex”, “Taranna” y la propia “Tanzania Joy Tours”. Como factor diferenciador entre ellas es que solo “Tanzania Joy Tours” era nativa y por ello podría ser un punto a su favor.

Establecimos contactos personales y/o telefónicos con las tres. A cada una de ellas le solicitamos respuestas a cuestionario, idéntico, previamente establecido y pudimos analizar la comparativa de los aspectos importantes de cada una de ellas. Alguna era remisa en sus contestaciones y otras no se ajustaban a lo que solicitábamos en nuestros requerimientos.

Constatamos que, en cuanto a precios, “Tanzania Joy Tours” nos mantenía el precio de 2022 que había pactado con el equipo de Abilio; para nuestro trekking del año siguiente “1.750$”, para la ruta ya elegida de Lemosho. Las otras dos compañías, una de ellas el precio lo tasaba en 2.000$ y la otra no llegó a ofertar precio para esta ruta. En conclusión nos fuimos decantando por la compañía de “Tanzania Joy Tours” a expensas, siempre, de las referencias que fuéramos teniendo del servicio que dieran a la expedición de Abilio en el verano del 2022, antes, durante y después de su realización.

Nuestra tercera decisión importante a tomar, fue las fechas a realizar el trekking. Se descartaron aquellas fechas que pudieran ser problemáticas en cuanto a climatología, y se optó por el encaje de fechas en el mes de julio de 2023. Más adelante y antes de publicitar la actividad se determinaría, junto con la agencia tanzana, las fechas exactas.

Otra idea que fue tomando fuerza entre los tres organizadores, fue que ya que como posiblemente no tuviéramos otra oportunidad de volver a Tanzania, incorporar como anexo voluntario la realización de algún tipo de “safari” para completar el periplo de la aventura a realizar. Decidimos incorporarlo en la información a los socios que se inscribieran en el trekking y que en cuanto hubiera un numero mínimo de socios interesados, se estableció el numero de cuatro, esta opción se llevaría a cabo. Además determinamos que la agencia con la que lo haríamos sería la que nos llevara el trekking.

El andamiaje de la aventura se iba levantando y había que pasar a las fases interiores que nos iban a llevar a una segunda parte e importante, la relativa a todo lo que comportaba la información a los socios, la inscripción en la actividad, la posible selección de los preinscritos, el numero de plazas a ofertar. Así como  una pléyade de temas que debíamos de desarrollar, concretar y decidir, como por ejemplo seguros, licencias, vacunas, etc.

Esta etapa nos duró todo el verano del 2022 y nos fuimos repartiendo la supervisión de cada función entre los tres coordinadores, aunque las decisiones las tomamos de forma conjunta.

Por mi parte, me encargué de preparar la documentación a colgar en la web del Club. Documentación preceptiva como la de cualquiera actividad del Club. El cartel de la actividad, los mapas, los tracks y la información adicional, que también incluía todo lo relativo al posterior safari a realizar, una vez acabado el trekking al Kilimanjaro.

José Francisco se encargó de la gestión de los seguros individuales a contratar por los participantes que tuvieran cobertura de accidente y anulación de vuelos. Sobre este tema y después de analizar algunos seguros de diferentes compañías, se decidió recomendar a los participantes aceptar el seguro que ofrecía la compañía Intermundial denominado “Totaltravel Mini”. Era solo una recomendación que hacía la dirección de la actividad, aunque cada participante quedaba en libertad de optar por otro cualquiera, o si ya de antemano lo tenía. También se encargó de la información y supervisión de las vacunas que había que ponernos para desplazarnos a Tanzania.

Paco Ponz tomó a su cargo el tema del control económico de la actividad y la supervisión de los pagos de los participantes una vez se abriese la inscripción, así como la supervisión de la compra de los billetes de avión en los vuelos previamente establecidos. En este tema se ha de decir que la subida del coste de los vuelos en el año 2022 fue escandalosa. Y solo como ejemplo diremos que mientras a los compañeros (expedición de Abilio) que sacaron los vuelos en febrero de ese año 2022, les costo en ida y vuelta 650€, a nosotros que los sacamos en el mes de noviembre de ese mismo año, para el año 2023, nos costo 1.160€. Prácticamente el doble de un precio a otro. La guerra de Ucrania fue el detonante de esas subidas por la subidas de los carburantes.

La decisión de las cuestiones fundamentales se fueron tomando en los meses de julio y agosto del año 2022, así se decidió que la compañía con la que iríamos a realizar el trekking y safari fuera “Tanzania Joy Tours”, las fechas concretas serían del 11 al 21 de julio para el trekking y del 22 al 25 para el safari y regreso a España. Pusimos a disposición de todos los socios la información completa en la web del Club para que la pudiesen analizar durante todo el mes de septiembre e indicábamos en el cartel que la preinscripción sería a partir del día 10 de octubre. Igualmente se advertía que una vez que la junta de coordinadores procediera a dar plaza al socio preinscrito, éste tendría que proceder en un plazo breve (sin especificar) al pago de la reserva de plaza por importe de 200€, si solo iba al trekking y de 300€ si también incorporaba el safari.

Se informaba, igualmente, que aunque estuviera pagada la reserva, ésta no se haría efectiva hasta que no hubiese sacado los vuelos correspondientes y que ya estaban señalados en la información adicional. En ese momento el supervisor del tema de los vuelos, Paco Ponz, daría por inscrito con plaza al socio respectivo.

El número de plazas a completar fue otro de los temas que se tuvieron que analizar, dado que se entendía que una actividad tan compleja como era ésta, no podría estar sujeta a las normas generales del Club. En conversaciones con la agencia tanzana, nos habían ofertado un precio para 12 plazas (1.750$), aunque nos indicaban que por ellos podrían acoger algunos más, pero que el precio sería invariable.

Nos decantamos porque el número de plazas a ofertar fueran 16. El hecho fue que al final hubo que ampliar el numero a 20 plazas. La compañía de Tanzania lo aceptó y así quedo cerrada la inscripción. Cierto es, que en el transcurso de la primavera del año 2023 por diferentes motivos justificados, médicos y laborales tres personas se dieron de baja. Dado que había una persona en lista de espera con un gran interés en ir, se le ofertó una de las plazas de baja y con ello finalmente la cordada quedó compuesta de 18 personas, cinco mujeres y trece hombres.

Del total de los 18 componentes de la expedición, manifestaron su intención del realizar el safari 11 personas, cinco mujeres y seis hombres.

Comienza el año 2023 y los socios inscritos con las informaciones que se les ha ido suministrando, realizan las gestiones personales en los Centros Internacionales de Vacunación a fin de que se les pongan las vacunas correspondientes, que aunque ninguna es obligatoria, si hacen recomendación que se pongan algunas de ellas como, cólera, fiebres tifoideas, malaria, hepatitis A y B, difteria (tétanos). La vacuna de la fiebre amarilla quedaba exenta para los mayores de 70 años. Cada uno de los participantes se ponen aquellas que les son recomendadas.

Todavía y antes de dar por terminado este largo prolegómeno de la organización, los participantes hubieron de gestionar la visa de entrada al país, que se realizó a través de internet y que tuvo un procedimiento un tanto engorroso pero al final todos obtuvieron la visa, salvo una participante que lo tuvo que hacer al llegar a Tanzania.

Con ello terminó el largo recorrido de preparación de esta aventura.

En marcha,

Ha llegado el momento, estamos a martes 11 de julio de 2023, de ponernos en marcha rumbo al corazón de África. En unas horas estaremos volando vía Doha hasta Tanzania.

Son horas de espera, de repasar detalles de lo que se lleva y si está todo lo necesario, falta o sobra algo. Son cientos de detalles que se tienen que revisar para que luego no se echen de menos y a la misma vez que el peso no sea excesivo. Hemos de indicar que en los vuelos tenemos cobertura para llevar en bodega dos bultos de 23kg cada uno además del bulto (mochila) en cabina, pero la organización (Agencia) del trekking nos indica  que los porteadores no pueden llevar más que un bulto (petate) con un peso máximo de 15 kg. Estos son los pesos con los que hay que jugar.

Me pasa a mí, que es una de las tareas que peor llevo, porque siempre quiero minimizar el petate y la mochila a llevar y casi nunca lo consigo. Aunque sigo la pauta de “montañero”, de seleccionar lo que se ha de llevar, meterlo en el petate o mochila y volverlo a sacar, para retirar parte de lo que se pueda prescindir. Aún así siempre parece excesivo lo que llevo.

Salimos de Moratalaz Paco Ponz y yo, que me viene a recoger a casa, hacía el mediodía (12h). Nos dirigimos a su casa en Valdebernardo a dejar su coche y tomar un “Uber” que en pocos minutos nos recoge, para trasladarnos al aeropuerto “Adolfo Suarez” (Barajas).

Hacia las 13 h, ya en el aeropuerto, comenzamos a guardar una primera y enorme cola para realizar la facturación en los mostradores de la compañía “Qatar Airways” en la terminal T-4. Esto nos lleva aproximadamente otra hora. Y durante este tiempo es cuando nos vamos encontrando a la mayoría de los componentes de la expedición al Kilimanjaro.

Desde aquí nos desplazamos en tren subterráneo que nos lleva desde la T-4 hasta el satélite. Son las 14 h y nos da tiempo en una cafetería interior a tomar un bocadillo, para a continuación desplazarnos a la zona de embarque.

Días antes y a través de whatsapp habíamos concertado que la concentración de la expedición se haría hacía las 15 h en esta zona de embarque. Confirmamos que todos los componentes nos encontrábamos presentes y solicitamos a una pasajera que nos hiciera la foto de la expedición con la bandera del Club. Momento que quedó reseñado en la foto.

Son más de las 15:30h cuando se empieza a embarcar en un Boing777 de la compañía “Qatar Airways” con destino a Doha (capital de Catar).

El vuelo va casi completo, por lo que deberíamos ser más de 400 pasajeros, dado que este tipo de aviones tiene una capacidad de 500 pasajeros. Los minutos van pasando y la previsión de salida del vuelo a las 16:05h se va retrasando.

Son las 16:35h cuando el Boing inicia la maniobra de despegue. Durante el vuelo nos ofrecen hacia las 17:30h un refresco y a elegir unos frutos secos.

Son poco más de las 18:30h cuando reparten la cena donde dar a elegir, como plato fuerte, arroz con pollo o carne con patatas. Lo acompaña una botella de agua y una bebida a elegir. Postre y una tacita de “cuscús”.

El vuelo continúa, y hemos de abrigarnos porque la temperatura en cabina es muy fresca. Nos han facilitado una manta, y aunque algunos llevamos un polar fino, no está demás ponerse la manta por encima.

Son las 22:45h (23:45h en Catar y Tanzania) cuando el Boeing777 en el que viajamos toma tierra en el aeropuerto internacional de Doha. Nos toca desembarcar y pasar los controles de rutina, comprobar la hora y puerta de embarque para el próximo vuelo, que ya sale al día siguiente miércoles 12 de julio (01:45h) con destino al aeropuerto internacional de Kilimanjaro.

Al bajar del Boing777, en el aeropuerto de Doha a esta hora de la noche, esta ciudad nos recibe con una temperatura con sensación de entrar en un horno. Temperatura asfixiante con alto grado de humedad, dado que Doha está a solo 3m sobre el nivel del mar. Menos mal que el recorrido fuera de la terminal es mínimo. Solo han sido unos minutos pero los suficientes para saber la incomodidad a estas horas de la noche. Enseguida entramos a la zona de embarque donde la temperatura está refrigerada.

Deambulamos por el interior de este gran aeropuerto, en busca de la zona y puerta de salida del enlace a Tanzania, y observamos que este aeropuerto recientemente construido para el mundial de futbol celebrado en diciembre pasado tiene un nivel arquitectónico y dimensional que se puede comparar con los más grandes aeropuertos internacionales.

El embarque se realiza a la hora prevista y el avión que nos traslada es de la misma compañía “Qatar Airways”

Pasados unos minutos de las 01:45h el avión inicia el despegue en un recorrido de aproximadamente 5:30h, que ya de madrugada nos dejará en Tanzania. Vuelo pesado, porque se ha echado la noche y los cuerpos se van cansando de todo el esfuerzo acumulado de traslados desde que iniciamos en Madrid la salida para el aeropuerto.

Durante el vuelo nos ofrecen varias veces bebidas y aperitivos. La última, como una media hora antes de llegar a Tanzania. Comida propia de la tierra con los 8 sabores característicos de la zona africana, con muchas especies y cocinado a estilo árabe.

Cuando son las 07:30h de la mañana (hora ya de Tanzania), el avión toma tierra en el aeropuerto internacional de Kilimanjaro.

Nos toca, de nuevo, más controles, como verificación del billete de vuelo, toma de temperatura corporal a todo el pasaje de forma individual. A continuación entramos en la zona de policía donde se nos pide y se revisa el pasaporte y la visa. En nuestra expedición no hay ningún problema, salvo una compañera que tuvo que realizar la visa en la misma aduana de policía.

Realizados estos trámites solo nos queda desplazarnos a las cintas de recogidas de las maletas. Observamos con satisfacción que en pocos minutos y sin ningún percance van saliendo los 18 petates facturados en Madrid. De esta forma terminamos los diferentes pasos burocráticos y administrativos de entrada a este país. Tanzania.

Ya con nuestros bultos a cuestas, mejor dicho en los carros dispuestos al efecto en el aeropuerto, nos desplazamos a la salida de la terminal, donde observamos un sin fin de personas, alrededor de dos docenas, que con sendos carteles que indican el nombre de los grupos que han venido a recibir, esperan su salida.

Enseguida atisbo a un joven que porta un cartel que dice “Grupo Pegaso”.

Me acerco a él y me identifico y así mismo él también lo hace. Con grata sorpresa me dice que él es “Kelvin Genes”, el guía principal que vamos a tener a lo largo de todo el recorrido del trekking al Kilimanjaro. Voy presentando a toda la expedición a Kelvin y cuando estamos los 18 componentes nos indica el lugar donde tiene aparcado el bus que nos va a llevar al hotel en la localidad de Moshi. Son aproximadamente las 09:00h.

En el Bus, aparte de los componentes de la expedición, suben diferentes guías asistentes y el principal que nos van a acompañar durante el trekking y que durante el tiempo que duro este viaje hasta el hotel, nos estuvieron deleitando con un gran repertorio de canciones populares relativas al Kilimanjaro y que buenamente acompañamos en los estribillos.

Un autocar de unas 20 plazas con conducción a la derecha, dado que Tanzania, producto de la colonización Británica incorporó muchos modos ingleses y entre ellos la conducción al revés que en la Europa continental. Bus un tanto destartalado que es conducido por la hermana del director de la compañía “Tanzania Joy Tours”, Emmanuel Mremi.

Nos esperan 41,4 km de distancia hasta llegar al hotel, que se nos dice que se tarda alrededor de 1 h en recorrerlos y es precisamente ese tiempo el empleado.

Llegamos al hotel en Moshi (Parkview Inn) alrededor de las 10:00h. El hotel es bastante bueno con piscina y restaurante amplio. Habitaciones amplias y confortables, con aire acondicionado y camas recubiertas de mosquiteras.

Hacemos el chek-in en el hotel dejando los pasaportes en recepción e iniciamos los temas a resolver de cara a la logística del trekking.

En principio en los aledaños de la piscina donde nos hemos concentrado todos, inicio una breve exposición dando la bienvenida a todos los componentes de la expedición e indicando los primeros pasos que vamos a dar. Cedo la palabra al guía (Kelvin Genes) que a su vez nos hace suscíitamente un desglose de lo que va a ser el recorrido del

trekking al Kilimanjaro y que pasará a renglón seguido a revisar a cada uno de los componentes el material que cada uno trae, por si fuera necesario que adquiriera algo faltante, situación que se da en alguno de los participantes.

Nos queda un último paso, antes de que cada uno suba a su habitación que se le ha asignado, y no es otro que el cobro del importe pendiente a cada participante en función de lo que previamente ha abonado como reserva, y de las actividades a las que se ha inscrito.

Este trabajo lo hacemos los coordinadores, Paco y Pedro, exponiendo que el importe pendiente se puede pagar en dólares o en euros, pero que el cambio habrá de ser de 1x1. 11

El volumen de pago pendiente, es una cantidad importante (40.980$). Una vez recaudado nos dirigimos en coche con acompañamiento de Kelvin hasta la oficina que tiene la agencia “Tanzania Joy Tours” en Moshi, donde nos espera el director.

Después de presentarnos y saludarle, le indicamos que proceda a contar los billetes que le entregamos porque sabemos que hemos recaudado algo más del débito, ya que hemos cobrado también la comisión del Club a cada uno de los participantes.

Tras un recuento, ayudado por su hermana que estaba presente en este acto, algo tedioso dado que hay billetes en dólares y en euros y de muy distintos valores, salen las cuentas satisfactoriamente y nos devuelve el exceso del importe entregado.

Cerrado este capítulo volvemos al alojamiento y tras una pequeña ducha, bajamos a darnos una vuelta por las inmediaciones del hotel, para conocer el entorno. Nos dirigimos a una plaza cerca, parece un hervidero de personas y una especie de zoco donde se vende de todo y además hay una estación de autobuses al aire libre, en medio de la plaza, con destino a diferentes poblaciones.

Volvemos sobre nuestros propios pasos y vamos a un centro comercial que nos han indicado. Dicho centro tampoco está muy lejos del hotel, por lo que en pocos minutos nos encontramos dentro de él. El sol a esta hora de la mañana (13:00h) ya calienta bastante, el ambiente es reseco, del polvo que levantan los vehículos al rodar por las calles no bien pavimentadas y la mañana va empezando a ser calurosa y en la calle ya no se está agradablemente.

El centro, llamado comercial, es un edificio grande que no tiene más que un pequeño supermercado, un restaurante cuya cocina está en los pasillos del propio centro y alguna tienda de souvenirs.

Decidimos volver al hotel y realizar la comida en el propio restaurante. Echa la comida nos retiramos a descansar, llevamos más de 24 horas levantados. También tenemos que ir preparando la mochila y el petate para el comienzo de la travesía al día siguiente.

La tarde es tranquila empleándola en tomar algún refresco en la terraza del hotel, situada en los alrededores de la piscina. La cena, igualmente, la hicimos en el restaurante del hotel y nos retiramos a descansar dando por finalizado el primer día de estancia en Tanzania.

Jueves, día 13 de julio

Comienza la aventura. Son las 06:45 h cuando me levanto para asearme y ponerme la ropa de “romano”, palabra que empleamos cuando nos vestimos para realizar una ruta de montaña.

El desayuno se ha previsto entre las 07:00 h y 08:30 h, dado que la salida del hotel se había dispuesto, el día anterior, realizarla para las 09:00 h.

A la hora prevista se sale del hotel en un bus de 20 plazas al que se incorporan los guías (principal y asistentes). El recorrido es de más de 3 h hasta la entrada del P.N. de Kilimanjaro.

El día aparece nublado y con una neblina que nos recuerda estar en un vergel de montaña. Se carga en la baca del bus todos los petates, como se puede ver en la fotografía.

Hacemos una parada en la primera hora del recorrido en una tienda de material de montaña (muchos artículos de segunda mano) para que algún participante adquiera el material faltante detectado en la revisión del día anterior.

Realizada la compra, continuamos viaje y alrededor de las 11:00 h se vuelve a realizar otra parada de unos 20 minutos para ir al baño o tomar alguna tapa en los puestos callejeros de comida que hay alrededor, que cocinan diferentes productos, entre ellos empanadas de verduras que por 1$ dan cuatro unidades.

Seguimos adelante y ya sin realizar ninguna otra parada nos presentamos en la puerta del KILIMANJARO NATIONAL PARK hacía las 12:30 h.

Se realiza la gestión de entrada al P.N., rellenando la correspondiente documentación por cada participante, el guía las presenta a las autoridades del Parque. Aquí comienza la travesía.

En este mapa se puede observar el recorrido a realizar en las diferentes etapas que tiene la ruta elegida de “Lemosho” y que comienza en la puerta del Parque Nacional de Kilimanjaro denominada Lemosho Gate.

En la puerta del Parque hay una zona de picnic donde se realiza la primera comida de al mediodía. Comida bien cocinada con dos platos principales, postre y además zumo de naranja. Nos dispensan los guías dos botellas de agua mineral de 1,5l cada una, para que nos sirva para la etapa de la tarde y el comienzo de la del día de mañana.

La puerta del Parque está identificada con un autentico pórtico donde se indica que entramos en un parque nacional y dan la bienvenida a todo participante.

Hacía las 13:45 h iniciamos la primera etapa, ruta que comienza con una subida en una pista muy bien identificada y con una exuberante vegetación que atraviesa un monte montano, que se da en zonas templadas y que puede encontrarse en diversas montañas.

A unos 200 m adentro del propio parque nos encontramos con el primer panel indicativo que nos informa de la ruta que estamos haciendo ”LEMOSHO”, y 14 varios datos de las etapas a realizar, kilometrajes, altitudes y tiempos aproximados en cubrir dichas etapas. Este primer cartel nos indica que estamos en “Lemosho Gate” (puerta de la ruta Lemosho) y a una altitud de 2100 m.

Esta primera etapa tiene una distancia aproximada de 5km y un desnivel acumulado de 550 m. No tiene ninguna dificultad, la zona es muy boscosa de altos árboles y humedad en el ambiente. En el transcurso del recorrido ya podemos ver los primeros animales que hay en esta zona, monos colobos, encaramados a los árboles y que nos observan a nuestro paso.

El guía que va en cabeza del grupo ya inicia el eslogan que nos va a acompañar durante todo el trekking de como debemos de caminar para obtener el exito que queremos, y que no es otro que el “pole-pole”.

Haremos un inciso y explicaremos lo que quiere decir esta voz que se nos quedará grabada en nuestra mente para siempre.

“La filosofía del Pole-Pole (po-lay, po-lay)

La respuesta se encuentra en África. Se encuentra en la cultura arraigada de los países donde se habla swahili: Kenia y Tanzania.

De ese rincón indómito del mundo, nace la famosa película de Disney de El Rey León y su célebre frase “Hakuna Matata”. Sin embargo esa no es la frase más famosa que abanderan; la frase es Pole Pole.

Pole Pole es una expresión en Suajili que significa en español algo así como “vive con calma” y la usan mucho para enmendarnos a los occidentales cuando 15 visitamos sus tierras y en vez de disfrutar del paisaje, del entorno o del camino, vamos apresurados por la hora o intentando llegar a la cumbre del Kilimanjaro lo antes posible.”

Durante el corto recorrido de esta etapa hay tiempo, también, para realizar una parada y durante unos minutos desatar nuestras ganas de reír y bailar junto con los porteadores, en un ambiente festivo y en un entorno de bosque salvaje.

Terminada esta licencia, nos volvemos a poner en marcha para llegar al final de la etapa.

Son aproximadamente las 17:00h cuando avistamos el panel informativo de que hemos llegado al final de la primera etapa. Estamos en Mti Mkuwa Camp a una altitud de 2650mEn plena cima nos encontramos con una temperatura que nos esperábamos. Estamos varios grados bajo cero, pero no excesivos. El día, también como los anteriores, es luminoso, no hace aire y el Sol ya está por encima del horizonte. 

Los porteadores que nos han precedido ya han montado el campamento y nos guían al lugar donde han instalado las tiendas de campaña para indicarnos cuales nos han asignado a cada pareja, según la información que previamente habíamos dado conocimiento a la dirección de la agencia del trekking.

Durante los primeros momentos a la llegada al final de esta primera etapa nos vamos acomodando en las tiendas preparadas que ya tienen nuestros petates en el interior de las mismas.

Son once tiendas las que disponemos, nueve de ellas compartidas por dos personas y otras dos tiendas en las que solo duerme un participante. Una de ellas Eva Mora y la otra Luis Antonio Fabre. 

Nos toca preparar la tienda asignada, colocando los sacos de dormir y colchonetas.

Son las 18:00h cuando nos indican que pasemos a la tienda comedor. Una tienda amplia donde cabemos los 18 componentes de la expedición en dos mesas de 9 personas cada una. Esta primera toma de contacto con la tienda comedor es para ofrecernos tomar café o cola-cao incluyendo palomitas. En esos momentos se nos dice que la cena, en el mismo lugar, será a las 19:00h.

La cena consta de una crema calentita de primer plato, arroz con verduras y carne de segundo y de postre sandía y una raja de naranja.

Posteriormente el guía principal realiza el primer control médico que se irá repitiendo noche tras noche. En este primer control rellena una ficha individual para cada participante, realiza un cuestionario, solicitando datos de como se encuentra la persona; del volumen de agua que ha bebido a lo largo del día (recomendable de 2 a 3 litros) y toma el nivel de saturación de oxigeno en sangre que tiene cada participante.

A continuación y cómo ultima función del día el guía principal resumen el timing establecido para el día siguiente. Con ello se acaba la primera jornada y nos retiramos a descansar.

 

Viernes, día 14 de julio

Amanece el día, segundo de la travesía, que nos va a llevar desde Mkubwa Camp a Shira I.

Diana alas 07:00h para asearnos en un pequeño barreño que nos ofrecen los porteadores con agua caliente y una pastilla de jabón. El barreño es uno para cada tienda. Recogemos el saco, la colchoneta, y preparamos el petate para que se lo lleven los porteadores.

En esta primera hora de la mañana uno de los porteadores nos pide las cantimploras para llenarlas de agua filtrada, que después cada uno de nosotros la potabiliza echando las pastillas correspondientes según la capacidad de cada cantimplora.

El día es luminoso y soleado, aunque nos indican la conveniencia de echar alguna capa en la mochila por si pudiera llover.

Los porteadores ya han recogido las tiendas y todos los utensilios y nos preceden en la ruta. Van cargados, aunque parecen llevarlo con naturalidad. Son personas (hombres y mujeres) acostumbradas a este tipo de trabajos, que cualquiera de nosotros no los podría realizar. Es de admirar el esfuerzo diario que realizan.

La mayoría del recorrido de la ruta de hoy sigue yendo por un frondoso bosque con árboles tropicales de altura considerable. La senda sigue siendo un camino muy llevadero y el piso no tiene piedra alguna. Vamos ganando altura y nos ponemos por encima de los 3000m en las primeras horas del día. El desnivel que debemos salvar en esta etapa ronda los 1000m.d

A continuación desayuno en la tienda comedor, abundante y variado y a renglón seguido cuando son las 08:00h iniciamos esta segunda etapa.

Se hacen algunas paradas de varios minutos a lo largo de la etapa para descansar y beber agua. Seguimos con la metodología iniciada en la primera etapa del “pole-pole”. Será una constante diaria que nos repetirá en cada etapa el guía correspondiente.

En los primeros kilómetros de esta etapa seguimos viendo algunos babuinos (monos) subidos a los grandes árboles existentes.

Ya a la mitad de la etapa, alrededor del km 4, el bosque va dejando paso a un páramo, vegetación baja, con arbustos de mediana altura. Esto nos ofrece la posibilidad de contemplar el entorno maravilloso a más larga distancia. Ya podemos contemplar en el horizonte el magnifico macizo del Kilimanjaro, con algunas escarpaduras blancas, historia de los glaciares que tenía este majestuoso macizo en tiempos pasados. 

Es a partir del km 4 cuando la pendiente a superar se hace más pronunciada y se atempera cuando solo quedan 3 km para terminar la etapa.

La pendiente a superar es muy cómoda como se puede observar en la foto que la ilustra y se hace con soltura y sin mucho esfuerzo.

En los últimos kilómetros de esta etapa entramos en la extensa caldera de Shira donde vemos el Monte Kibo principal elevación de todo el macizo del Kilimanjaro, y donde se encuentra el punto más alto “Uhuru Peak” (5895m)

La marcha es lenta debido al consabido pole-pole y tardamos en recorrer los aproximadamente 8,5km que tiene la etapa algo más de 5h.

A las 13:00h nos plantamos en el campamento Shira I, que ya los porteadores llegando con antelación han ido montando, preparando las tiendas con los petates dispuestos en cada una de ellas y la tienda comedor. Los cocineros ya han preparado la comida.

La temperatura a esta hora es tan agradable que aunque a una altitud de 3100m en que estamos, la mayoría de los componentes de la expedición están en camiseta o con un sencillo polar, descansando al aire libre en las sillas que se han sacado de la tienda comedor.

 

Seguidamente hacia las 14:00h, después de lavarnos las manos, la cara y el torso, en unos barreños que nos preparan con agua caliente nos aprestamos a comer en la tienda comedor.

En la ruta de hoy hemos cogido mucho polvo, impregnándonos no solo la ropa, sino todas las partes que llevásemos al descubierto. Esto también, a partir de hoy, será una constante diaria que no podremos evadir hasta que no concluyamos el trekking.

Después de comer es necesario descansar un poco, y nos retiramos a cada tienda. La tarde se toma de relax paseando por el entorno y admirando los paisajes exóticos que hay a estas alturas.

La cena se realiza conforme a la previsión establecida a las 19:00h. En mi caso me he sentido indispuesto toda la tarde y al no encontrarme con ganas de cenar, me quedo en la tienda para recuperarme para el día siguiente. La cena concluye con el rutinario control médico de todos los participantes y la información del timing para el día siguiente.

Sábado, día 15 de julio

Como en días anteriores antes de la 07:00h ya estamos despiertos, preparando la mochila para el día y recogiendo el petate. Parece que el malestar que he tenido en la tarde de ayer ha remitido y por tanto decido continuar con el trekking.

La etapa del día de hoy nos va a llevar desde el campamento de Shira I (3610m) al campamento de Shira II (3850m), pasando por el pico de “Cathedral Point Shira Peak” de 3872m, en un recorrido de unos 10km, y será una ruta de las llamadas rompe piernas.

Ya cuando nos disponemos a desayunar me comentan que también varios componentes de la expedición tuvieron ayer algún malestar. Entre ellos y de forma un poco más importante estaban Pilar Leal y Javier Ibáñez. Pilar parece que está mejor y decide continuar. Javier que ha pasado una mala noche y valorando que lo que queda es mucho y que posiblemente no pueda llegar a hacer cumbre, ha decidido darse la vuelta. Se habla con el guía Kelvin y enseguida dispone que un guía le acompañe hasta la puerta de entrada al Parque Nacional por donde entramos el primer día y desde allí ya le esperará el director de la agencia quien le trasladará al hotel en Moshi donde se quedará hasta que toda la expedición llegué allí al final del trekking.

Son las 8:20 de la mañana cuando iniciamos el recorrido de esta etapa; ahora los 17 componentes de la expedición. La vegetación sigue siendo brezos, pero ya mucho más pequeños y menos densos. Entramos en una zona de páramos. Las ramas secas están cubiertas del liquen “barba de viejo” con tonalidades naranjas y amarillas. Van apareciendo planta en flor de la “Everlasting” que con su brillo nos acompañaran también en las siguientes jornadas.

El sendero sigue siendo muy claro, la cordada va muy lenta, porque el guía de este día sigue la pauta de que nadie le sobrepase, manteniendo el ritmo de “polepole”.

Nos vamos acercando al pico Cathedral Point de 3872m, punto más alto de la etapa de hoy que da vista a la cara Sur del monte Kibo que se recorrerá en los próximos días. En este punto hacemos una parada para realizar una foto del Grupo con las banderas del Club y de la agencia.

Son las 14:00h, cuando llegamos al final de la etapa de hoy con el Sol en plena canícula, en un día también luminoso, teniendo la cima del Kilimanjaro a nuestros ojos, con un poco de nieve (glaciar) en algunas laderas, pero en general es una mole rocosa con diversas tonalidades de colores y cuya cima es una planicie.

Igual que en días anteriores, a nuestra llegada ya está montado el campamento.

Momento para asearnos con el agua caliente que nos ofrecen los porteadores, para disponernos a continuación a realizar la comida del mediodía.

Hay que hacer constar que en este campamento de Shira II confluye esta ruta con la denominada de “Machame” por lo que el campamento es más populoso que en días anteriores. A partir de aquí las dos rutas seguirán el mismo camino.

Se realiza la comida y se tiene toda la tarde para relajarse y reponer fuerzas para el día siguiente.

La cena, el control médico y el posterior timing para el día siguiente siguen la pauta normal de cada día.

Domingo, día 16 de julio

Comienza un nuevo día, con las mismas características climáticas que días anteriores, buena temperatura, ausencia de precipitaciones y viento flojo.

Esta jornada es el paso del ecuador del trekking, por tanto a partir de este día quedarán menos etapas a cubrir que las ya realizadas. Además la etapa de hoy, es una etapa de aclimatación profunda. Salimos de una altitud en el campamento de Shira II de 3850m y se concluirá en el campamento de Barranco Camp a 3900m, pero habiendo hecho cima a 4600m en la zona de “Lawa Tower Camp”, llamada “Diente de Tiburón”.

La rutina del día comienza recogiendo los petates y revisando la mochila por si hay que incorporar alguna prenda más, dado que vamos a estar, ya, en una altura considerable. Continuamos con el aseo personal, ya establecido con agua caliente.

Nos aprestamos a desayunar en la tienda comedor, lo que nos tienen preparado los cocineros y cuando son aproximadamente las 08:30h iniciamos la marcha.

Ruta larga la que vamos a realizar en este día en un entorno semidesértico, dando vistas constantemente al macizo del Kilimanjaro, que dividimos en dos partes, la primera hasta alcanzar el techo de la etapa a 4600m en Lawa Tower y la segunda desde este mismo punto hasta el campamento donde pernoctaremos en Barranco Camp.

La senda comienza por praderas (pero no verdes), son de tierra y piedras, en constante y paulatina subida sin excesivas pendientes que se hacen cómodamente.

La expedición va compacta con el guía que le ha tocado hoy dirigir la ruta a la cabeza.

Se pasan por zonas con montones de hitos que conforman un singular espectro y del que desconocemos su significado.

“Muchas veces en nuestras andanzas de senderismo nos hemos topado con este tipo de montoncitos de piedras apiladas en forma de torres y nos hemos preguntado quien demonios lo ha puesto así y el porqué.

Estructuras que modifican el hábitat de las especies animales y vegetales que usan las rocas como refugio o dependen de las condiciones del microclima.

Este tipo de formaciones tienen su denominación en distintas zonas como Milladoiros (Galicia), Cairns (Irlanda), Carnedd (Gales), Apachetas (Los Andes). Estos pequeños gestos no son tan inofensivos como parecen. Apartar piedras dejando amplias zonas del terreno expuestas, amenazan la seguridad de muchos animales.”

Conclusión, no se deben de realizar este tipo de amontonamientos.

La senda sigue siendo muy visible, dado que el terreno es muy despejado y no tiene grandes formaciones rocosas.

A mitad de la ruta de la mañana nos encontramos con un puente de madera que cruza un barranco actualmente seco, pero que entendemos que en algunos momentos este barranco llevaría la suficiente agua para construir este puente.

Desde el puente observamos ya las primeras formaciones rocosas importantes.

La senda tiende a ascender con una mayor inclinación para rodear por la izquierda ese macizo rocoso que se ve al frente y que se presenta de forma aislada en nuestro camino.

Hemos cubierto ya la primera parte de esta larga etapa, cuando son las 13:10h de la mañana y alcanzamos la cima de “Lawa Tower Camp”, donde comprobamos que se ha establecido un campamento volante, montando la tienda comedor.

Está dispuesta la comida y procedemos a realizarla para posteriormente descansar durante un largo tiempo a una altitud de 4600m.

Durante este tiempo y al aire libre, sentados en las sillas que hemos sacado de la tienda comedor, observamos como nuestro “pintor de cámara” Luis Cano, pinta a acuarela la zona del macizo del Kilimanjaro que tenemos enfrente nuestra, observado con antención por un montón de porteadores que ven como va saliendo el cuadro que está pintando.

Aprovechamos, antes de iniciar la segunda parte de esta etapa, a realizar la tradicional foto de la expedición a la vera del panel informativo que indica la denominación y altitud a la que estamos.

Desde este campamento volante, vemos una senda que asciende hasta la cima del Kilimanjaro, que se nos dice que se denomina “Western Breach”, pero que para su ascensión se requiere una autorización especial, porque está considerada como peligrosa y sí observamos que algunos montañeros la están subiendo.

 

La segunda parte de la etapa comienza, una vez que hemos descansado a esta altura, con una bajada muy pronunciada por una pedrera entre dos grandes formaciones rocosas que a modo de puerta dan la bienvenida a una senda que se pierde en la hondonada.

Se atisba, al fondo, un nuevo puente de madera para cruzar un nuevo barranco, aunque también seco y más allá la senda tiende a elevarse en una nueva subida para coronar una loma que nos lleva a ver los primeros ejemplares de lobelias y dendrosenecios.

En esta larga bajada y subida se ve en la ladera que hay a nuestra izquierda los restos del Glaciar Arrov.

Al filo de la media tarde damos vista al campamento establecido en Barranco Camp, donde ya observamos que las tiendas están montadas y nos disponemos a tomar posesión de las mismas.

 

Lunes día 17 de julio

Ya es lunes y comienza la semana que ha de culminar con la ascensión a la cima del techo de África. El tiempo sigue siendo muy estable y no se prevén cambios importantes.

El día amanece fresco, tocando diana a las 07:30h para iniciar el desayuno a las 08:00h con la rutina previa de recoger la tienda y asearnos.

La salida del campamento de Barranco Camp lo teníamos previsto para las 09:00h y así lo hicimos. En este campamento se encontraban distintas expediciones, las que venían por la ruta escogida por nosotros “Lemosho” y las que salían por la ruta “Machame”. Así que en la gran explanada de este campamento estábamos acampados más de 50 tiendas de campaña.

La senda comienza con una bajada no muy pronunciada que nos lleva a cruzar el barranco Wall por un arroyo que, en este caso, sí lleva agua pero que se vadea sin ningún problema. Observamos que el arroyo va haciendo pequeñas cascadas donde el agua se hiela y forma carámbanos.

Pasado el arroyo se nos presenta una pared de roca por la que hay algunos pasos donde hay que trepar. Es una trepada fácil en la que apenas hay que ayudarse de las manos, pero que tiene pasos expuestos y se forman cuellos de botella si hay mucha gente, como es nuestro caso.

Lo pasamos sin problemas, pero pudimos admirar con que agilidad lo pasaban los porteadores con los enormes petates que llevaban sobre la cabeza, que de haberlos llevado cualquiera de los miembros de la expedición hubiéramos tenido problemas para guardar el equilibrio.

El desnivel que hemos tenido que superar desde que salimos del campamento de Barranco Camp hasta sobrepasar la pared (muro) del Barranco Wall han sido aproximadamente 300m. Esto nos lleva al rededor de 1:30h dado que el paso de marcha sigue siendo el “pole-pole”.

En lo alto del barranco (4227m) hacemos una parada para tomar agua y descansar unos minutos comiendo algún fruto seco.

Merece la pena, alcanzado este punto a 1,5km de distancia de la salida de la etapa y a 4227m, detenerse a contemplar el imponente Glaciar Heim (4350m) situado ante nosotros, antes de continuar la senda.

La mañana es soleada y la temperatura va ascendiendo, de tal manera que empezamos a quitarnos la ropa de abrigo con la que empezamos la ruta en el día de hoy.

Estamos en un hábitat de desierto alpino y continuamos la senda que ahora toma un camino en ligero descenso, viendo en la lejanía que la senda vuelve a subir pero de forma muy suave.

En la siguiente loma volvemos a realizar otro pequeño descanso para hidratarnos y tomar algún gel reconstituyente.

Ahora las subidas y bajadas que forma la ruta son livianas hasta que, por fin, avistamos a lo lejos el próximo campamento a descansar en el día de hoy, “Karanga Camp”.

Como el piso de la senda es de piedra muy suelta y arena, hay varios resbalones, con tan mala fortuna que en uno de ellos se cae Pilar Leal que dice resentirse de una rodilla, pero sigue caminando, aunque uno de los guías se brinda a llevarle la mochila hasta el campamento. También a José Miguel, a la vista de la dificultad que tuvo ayer, el guía de turno de hoy se brinda a llevarle en este último tramo la mochila.

Hacemos la entrada en la “estación” (campamento) de Karanga Camp cuando son las 14:30h. Realizamos la oportuna firma en el libro de registro de participantes y nos dirigimos a realizar la foto del día hacía el panel que indica que estamos a 3995m de altitud.

Seguidamente tras lavarnos las manos y cara, pasamos a la tienda comedor. El menú de hoy es tortilla española con ensalada y pollo frito con patatas fritas. A esto hay que añadir zumo de fruta, té y chocolate de coco.

Ha terminado la jornada de hoy y la tarde, como viene siendo habitual, es de relax y descanso hasta la cena que se tiene prevista a las 19:00h.

 

Martes, día 18 de julio

Martes día previo a la ascensión a nuestro objetivo, la cima del Kilimanjaro (Uhru en swahili).

El día amanece soleado, aunque a primera hora de la mañana hace fresco, también como en días anteriores, por lo que es conveniente abrigarse un poco.

Las nubes que observamos están por debajo de nuestra altitud (3000m) al que está el campamento de Karanga. Estas nubes nos ocultan ver en la lejanía la ciudad más próxima que no es otra que Moshi, de donde salimos el primer día. Por encima de nosotros el cielo está totalmente despejado y tenemos al coloso Kilimanjaro a nuestra vera, cada vez más cerca y reluciente a estas horas de la mañana. Vemos aquellas lomas donde todavía quedan restos de un glaciar esplendoroso. Son neveros perpetuos pero en franca regresión.

La diana, como todos los días, se produce a las 07:00h, para asearnos un poco y proceder a continuación a desayunar. Éste, variado y abundante.

Se tiene prevista la salida de esta etapa para las 08:00h, aunque se demora un poco y se inicia la marcha a las 08:20h.

La etapa de hoy es corta, rodeando el macizo rocoso de unos 4km, con un desnivel a superar de un poco más de 600m. Estamos en zona de desierto alpino y la senda en su primer kilómetro es una recta en ascendencia moderada, que hacemos en aproximadamente una hora. Nos plantamos, por tanto, en los 4200m habiendo ascendido en este primer kilómetro 205m.

Hacemos un pequeño descanso a petición del guía de hoy “Libil” para hidratarnos y tomar algo sólido, si se necesita.

Continuamos la caminata y vemos a lo lejos una rampa considerable que termina en una loma, donde avistamos unas antenas que nos indican el punto donde está ubicado el campamento de altura “Barafu Camp” que se sitúa a 4673m.

Llegando a este campamento se da vista al pico Mawenzi (5149m) tercera montaña más alta de África, dado que la segunda es el Monte Kenia (5199m) en la propia Kenia.

Este pico está dentro de una cresta, por lo que le hace muy atractivo y además es fácil de ascender.

No es nuestro objetivo, así que lo tenemos que contemplar desde la lejanía aunque esa distancia no sea mucha.

Al llegar a este campamento de Barafu se ha completado el “circuito Sur” de toda la travesía al macizo del Kilimanjaro. Se alcanza la cota de los 4673m a las 12:00h. Para ir “pole pole”, la ruta la hemos cubierto en un buen tiempo, algo menos de 4h.

El campamento de Barafu es muy básico, se nota que es un campamento de altura, el último. Está ubicado en un pequeño espacio rocoso, donde hace bastante frio y está muy expuesto al viento.

Tras realizar el oportuno registro en la estación del campamento, nos dirigimos al lugar donde están instaladas nuestras tiendas de campaña para acomodarnos.

La comida ya la tienen preparada y el guía principal nos indica que será a las 13:30h y que después de la comida se debería de hacer la siesta o dormir, porque la etapa próxima va a comenzar esa misma noche. Será la etapa reina de ascenso a la cima del Kilimanjaro.

Se comenta, que la salida se hará a las 23:45h de hoy día 18 de julio.

Realizada la comida toca descansar y si se puede dormir, mejor, para reponer fuerzas gastadas y así poder acometer lo que nos queda.

Mañana (hoy por la noche) será otro día y veremos como nuestros cuerpos responden al reto que tenemos por delante.

 

Miércoles, día 19 de julio

Apenas se llevan 4h de estar dentro del saco en la tienda, después de haber realizado la cena, cuando nos suena la alarma. Es necesario empezar a prepararnos para comenzar el asalto final al Kilimanjaro.

Son los últimos momentos (23:45h) del día 18 de julio, cuando el guía principal Kelvin indica a toda la expedición que nos vayamos preparando para salir en los próximos minutos.

Los componentes de la expedición nos equipamos con ropa de abrigo de pies a cabeza. Frontal y guantes alpinos, quedando a la espera a que se de la orden de marcha.

Es poco mas de las 00:00 del día 19 cuando Kelvin como guía principal se pone al frente de toda la expedición y da comienzo la marcha. A los 17 componentes se unen por indicación del guía principal varios porteadores de altura, así como otros 6 guías asistentes. Todos ellos con la función de ayudar en cualquier momento a cualquiera de los miembros de la expedición. En total nos acompañan 12 personas.

Se inicia la ruta con una mayor lentitud que a lo largo de todo el trekking. El pole a pole se ha aumentado al doble. La cordada, toda ella, va detrás del guía y de vez en cuando se realizan paradas para tomar aliento. Se va notando la escasez de oxigeno en el ambiente, cosa que produce que se ralentice, aún más, la marcha.

Es noche cerrada y los frontales anuncian las hileras de las expediciones que han realizado la salidas minutos antes que la nuestra. Nada más salir del campamento de Barafu tenemos enfrente una pendiente de más de 200m de desnivel que nos llevar a una amplia explanada donde se asienta un campamento privado que solo se puede utilizar con autorización del P.N. y que vemos que está instalado y utilizado.

Esta primera pendiente es muy inclinada entre los glaciares Rebman y Ratzel. La dirección que llevamos es noroeste y transita por un terreno pedregoso.

Pasada esta explanada donde está ubicado el campamento aludido, se inicia otra pendiente, que también es muy empinada, que “pole a pole” nos llevará hasta la boca del créter del Kilimanjaro.

Las horas van pasando y comienza la madrugada. Todavía el Sol no aparece en el horizonte, pero seguimos ascendiendo y a nuestro paso vamos viendo cordadas que habiendo empezado la subida antes, las vamos dejando atrás.

El Sol ha comenzado a emerger en el horizonte y todavía no hemos llegado a la boca del cráter, donde se encuentra el punto que se denomina “Stella Point” que está a una altitud de 5.745m.

Este punto lo alcanzamos a las 06:30 de la mañana del día 19. Punto donde ya se dan vistas a la cima del Monte Kibo. En este punto hacemos una parada, realizamos la foto bajo el panel indicativo. Al mismo tiempo los porteadores nos ofrecen una bebida caliente (un te bastante fuerte) que nos reanima para poder continuar lo que nos queda.

Aún nos queda casi un kilómetro y unos 150m de desnivel hasta llegar al Pico Uhuru (“libertad” en swahili). El amanecer del día ya nos ha cogido en este punto, aunque nuestra intención era llegar a cima, para ver como va saliendo el Sol en el horizonte, con los colores anaranjados que brillan en la línea del horizonte, antes de que el astro luminoso hiciera su aparición.

Ahora ya con una pendiente moderada, caminamos el último kilómetro, viendo ya en la parte opuesta a donde nos encontramos el punto geodésico del pico Uhuru, al que llegamos en alrededor de una hora. Tomo nota de la hora exacta, las 07:20h, en la que alcanzamos la cima e informo al guía principal porque luego esta será la hora que pongan en el diploma que darán a cada uno de los expedicionarios a la salida del P.N. de Kilimanjaro.

La llegada a la cumbre se produce con una gran emoción por todos los componentes. Abrazos y lagrimas corren por todos nosotros en unos momentos de alta adrenalina que quedará para siempre en nuestras retinas y corazones.

Es momento de plasmar esa instantánea con las fotos de rigor, bajo el panel indicativo que indica “MOUNT KILIMANJARO”, “CONGRATULATIONS”, “UHURU PEAK. TANZANIA. 5895m” y desplegando la bandera del “Grupo de Montaña Pegaso”.

En plena cima nos encontramos con una temperatura que nos esperábamos. Estamos varios grados bajo cero, pero no excesivos. El día, también como los anteriores, es luminoso, no hace aire y el Sol ya está por encima del horizonte.

En la cima no hay ni pizca de nieve, pero no muy lejos, algunos centenares de metros de ella, se ve la pared de hielo de los que queda de los últimos glaciares africanos.

Hielo que no hace muchos años cubría todo el Monte Kibo y que fue sorpresa y escepticismo de los exploradores británicos a mediados del S.XIX, que no daban crédito encontrar una montaña nevada a estas latitudes.

Los guías nos apremian para iniciar rápidamente el descenso, no es seguro estar mucho tiempo en la cima, dada la altitud a la que estamos.

 

El descenso se hace mucho más rápido y ya sin la formación tradicional de todos los anteriores días de pole-pole. Nos vamos cruzando con otros grupos que suben más rezagados. En alrededor de 3 horas algunos de los componentes de la expedición nos plantamos en el campamento de Barafu Camp donde habíamos salido la noche pasada (10:30h). Por lo tanto las bajada nos ha costado en tiempo menos de la mitad de la subida.

Las tiendas de campaña siguen montadas y nos sirven para descansar algo, esperando a que terminen de llegar el resto de la expedición. Los últimos todavía tardarán más de una hora en llegar.

La estancia en este campamento se alarga hasta el medio día y da tiempo a comer, la comida preparada al efecto por los cocineros. A continuación y una vez hemos recogido los sacos y petates nos disponemos a seguir descendiendo los otros 1600m de desnivel que nos queda hasta llegar al siguiente campamento en Mweka Camp, ya en el límite del bosque tropical.

En la noche anterior y antes de salir para la etapa de cumbre se había tenido una conversación con el guía principal sobre la posibilidad de establecer el campamento de pernocta después de la bajada de la cima del Kilimanjaro, y una vez que hubiésemos descansado en el campamento de altura de Barafu Camp en el siguiente campamento denominado de “Milenium Camp”, que estaba solo 885m por debajo del de Barafú. Ello supondría que en la etapa del último día en vez de tener que descender 1510m, tendríamos que descender 2395m y añadir a la última etapa 3km más, con lo cual la intención de la expedición de poder estar al medio día en el hotel (Moshi) se podría complicar.

Con esta reflexión se optó por realizar el mayor esfuerzo el propio día de subida al Kilimanjaro. Por tanto la etapa reina del trekking, en terminos globales, nos costó recorrer 18,9km, superando un desnivel positivo de 1268m y un desnivel negativo de 2745m, en un tiempo de 17h.

Al comenzar el descenso desde el campamento de Barafu, a primera hora de la tarde, nos encontramos como si estuvieran estacionados, un conjunto de tipos de carros metálicos que según nos indican, son los medios de transportes que utilizan los porteadores para evacuar a posibles accidentados. Como se puede observar son como unas camillas muy rudimentarias.

La zona por la que vamos transitando es de tipo desierto alpino, sin ningún tipo de vegetación y terreno de tierra. La pendiente de bajada es muy asequible y sin ningún tipo de complicación. Terreno árido.

Hacía el km 4 de esta segunda parte de la etapa de hoy pasamos por el campamento “Hich Camp” (Millenium Camp) y continuamos la bajada para acercarnos a nuestro destino en el día de hoy.

La llegada al campamento de Mweka Camp (3150m) fue alrededor (un poco más) de las 17:00h.,con el cansancio acumulado de una muy larga jornada, pero con la satisfacción de haber cumplido el anhelado sueño y sin ningún percance en toda la expedición.

Nos quedaba la cena que degustamos relajadamente y el descanso plácido de la última noche del trekking, con ello acabó este largo día.

Jueves, día 20 de julio

La rutina del último día es idéntica a la de todos los días anteriores. Nos levantamos a las 07:00h y nos aseamos, recogemos los petates y preparamos la mochila. El desayuno se hace a las 08:00h y a continuación se inicia la última etapa.

También el día nos quiere acompañar en esta despedida, y al igual que días anteriores el Sol brilla en el horizonte, con una temperatura agradable y sin viento digno de mención.

La etapa, toda ella es en sentido descendente. Hay que bajar unos 1500m de desnivel en una distancia de unos 9km. Entramos en un bosque tropical lluvioso muy frondoso y por camino que a medida que vamos bajando está más embarrado.

El descenso se hace cómodo, aunque tenemos que ir viendo por donde pisamos para nos meternos las botas hasta el fondo del fango. En unas 3h nos plantamos en la puerta de la estación de “Mweka Gate”, donde nos acreditamos ante las autoridades del P.N. de Kilimanjaro y esperamos un tiempo a que nos entreguen los diplomas de haber coronado el Kilimanjaro

Al llegar al final de la etapa nos encontramos a la expedición de los mineros que salieron antes que nosotros y que habían llegado ya. Les estaban montando una fiesta de celebración.

Nosotros comenzamos la celebración con varias cerveza; había un quiosco donde las servían frías. Eran las primeras que tomábamos en ocho días desde que comenzamos el trekking.

Junto con los porteadores y guías de nuestra expedición organizamos un fin de ruta y trekking cantando y bailando.

Una vez que el guía principal (Kelvin) nos hace entrega de los diplomas que acreditan que hemos hecho cumbre, nos hacemos una foto que acredita tal momento y nos dirigimos hacía el Bus que tiene la agencia preparado, pasando por la puerta de salida del Parque donde volvemos a realizar otra instantánea del momento final .

El Bus nos lleva al Hotel en Moshi, y durante el trayecto sigue la celebración entre los miembros de la expedición y los guías que nos acompañan.

 

Al llegar al hotel nos reparten las habitaciones, cada pequeño grupo hace sus preparativos, pues al día siguiente unos parten para España (3), otros para realizar un mini safari de un día (4) y los restantes (11) harán el safari establecido oficialmente por el Club.

En la noche de este día hay una cena de despedida y todos nos vamos a descansar.

Hasta aquí la historia de esta bonita aventura, que quedará para siempre en nuestra retina y memoria.

Epílogo

No podemos terminar esta historia sin poner en valor y agradecer a cuantas personas e instituciones han hecho posible que se llevara a cabo.

Al “Grupo de Montaña Pegaso” y a su “Dirección” que desde el primer momento tomó la idea de forma positiva y posibilitó con medios técnicos y humanos la preparación de la misma.

A la agencia “Tanzania Joy Tours” con la que contratamos el Trekking y a su Director Emmanuel Mrein, que desde el primer momento del contacto respondió a cualquier duda y sugerencia que se le fue planteando y que ha dado un servicio exquisito en todos los sentidos, aceptando la primera sugerencia que se le hizo de que nos pusiera de guía principal a Kelvin Genes de quien ya, con antelación teníamos unas magnificas referencias y que con mano maestra y guante de terciopelo guio todo el trekking hasta culminar con nuestro objetivo alcanzado.

Es de agradecer a todos los porteadores, cocineros, guías asistentes y porteadores de altura la amabilidad con la que han llevado sus funciones y la disposición que han tenido para solucionar cualquier problema planteado por los componentes de la expedición, así como ayudar a los que lo necesitaron para poder alcanzar el objetivo previsto.

A modo de ejemplo, aquí algunos de los guías asistentes

Como coordinador y en nombre mío y de los otros dos coordinadores José y Paco, quiero agradecer a todos los componentes de la expedición, que nos han hecho tan fácil la función encargada por el Club.

Gracias, Carmen M., Eva M., Lola R., Pilar L., Rosario M. Gracias, Luis A., José María, Javier O., Antonio Z., José Miguel, Rafael D., Luis C., Marcos R., Javier A., Jesús A., Vicente L.

Gracias a todas y todos, por vuestra comprensión, por vuestra disposición y por vuestra alegría.

Anexos

1.- Donación

Es tradicional en las expediciones al Kilimanjaro, que al terminar el trekking, se ofrezca parte del material de montaña utilizado por los expedicionarios, al conjunto de los porteadores que han hecho posible alcanzar la cumbre deseada.

En el caso de nuestra expedición, los coordinadores sugirieron al Club (Grupo de Montaña Pegaso) que este decidiese donar parte del material que hubiera en depósito desde hace años y que no tenía salida.

A este respecto Paco Ponz gestionó con la Junta Directiva la donación de un paquete de material, para la Fundación de ayuda a la pobreza “Tuna Care Fundation” (Mejor futuro para el Mundo) que patrocina el guía principal que ha llevado nuestra expedición durante el trekking al Kilimanjaro.

La entrega de dicho material tuvo lugar en el hotel de Moshi el día de nuestra llegada y fue realizada por Paco Ponz a Kelvin Genes como se puede observar en la instantánea que se sacó al efecto.

 

Esta donación, nos consta, y así pudimos constatarlo fue independiente de la entrega que algunos componentes de la expedición hicieron personalmente a porteadores y guías en agradecimiento al servicio prestado.

2.- Algunas palabras en Swahili

En el transcurso de estos días hemos ido aprendiendo algunos vocablos en lengua nativa tanzana. Ahí van:

 Hola: Jambo

Qué tal?: Jabari gani

Despacio: pole pole

Gracias: asante

Todo está bien: Hakuna matata

Pedro Cristóbal

31.08.2023

 

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HORARIO:
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